Irreversible. © [Yoonmin.]

A la mierda.

Seré jodidamente breve porque desarrollar drama no es algo que se me de como escritora y esa es mi más grande maldición.  Sorry not sorry. c:

*****

¿Más dolor?.

Yoongi ya no desea sentirlo nunca más, no obstante le ha bastado recordar este medio año con cierto chiquillo para mandar todo al carajo y tomar decisiones correctas que quizá le rompan el corazón, pero también funcionen y le den lo que merece a Jimin. Lo ha hecho porque se odia al no haberle besado y haberle correspondido como debería, se odia porque fue tan idiota para dejarlo solo en casa cuándo seguramente se caía a pedazos, y se odia por no ser capaz de robarle una sonrisa en un momento tan especial, pero ya no piensa perder el tiempo sino hacer algo para enmendar este asunto.

Le ha enviado un ramo de flores a la Universidad.

—Claveles. Él ama los claveles, Jin hyung—cuenta al teléfono cuándo acaba de mandar un regalo precioso a ese dulce ser que no merece más que buenos deseos. —Ahora voy corriendo a buscarle. Te llamo después—por supuesto antes quiso consultarlo con su mejor amigo, quien indudablemente ha apoyado su decisión.

—En serio me da gusto que decidas arriesgarte—le dice, y Yoongi solo puede reír, sintiéndose nervioso, como nunca antes se ha sentido pese a estar envuelto en tantos líos amorosos.

—¡Comprame pañuelos por si termino llorando!.

A la mierda, va luchar por ese chiquillo dueño de conquistar un imperio y lo haría a su manera.

🍷🍷🍷

J

imin está anotando los últimos detalles de su clase de literatura inglesa cuándo un desconocido toca la puerta, llamando la atención de todos no por uniforme color azul marino, ni su bonito gorro en la cabeza, sino porque trae en manos un ramo precioso de claveles que tiene a más de uno suspirando. El detalle hace que su pecho se oprima pues ahora más que nunca sabe que el amor quizá no es para él, que la persona que quiere jamás le querrá de tal manera y joder, malditos sean los que si son felices.

—¿El señor Park Jimin? —pregunta y Jimin casi se ahoga cuándo cree que es para él, tanto que es su profesor quién le ordena que se levante para recoger su regalo.

—¿Son para mí? —aún dudoso las toma, siendo consiente de que el muchacho es un trabajador de alguna florería que simplemente le tiene que entregar su pedido y no puede atosigar a preguntas.

—Para usted, firme aquí por favor—sin embargo está tan emociónado que apenas puede firmar, y pregunta ansioso obviamente quién se lo ha mandado, por lo cual recibe una agradable respuesta. —Me ha dicho que es su novio..

¿Quién se la vive diciendo que es su novio?.

Jimin sonríe como nunca antes lo había hecho, y agradece al muchacho no sin antes nervioso darle una propina. Luego, no tiene que fingir que no ha pasado nada y seguir con su clase ya que afortunadamente el maestro anuncia que ha acabado la hora y los despide, dejándole oportunidad de tomar sus cosas y casi correr hacia la salida.

Es entonces donde puede leer lo que dice la pequeña tarjeta.

Mereces el mundo y quiero dartelo de la forma correcta.

Jamás nadie tuvo un detalle así con él. Está tan hechizado, tan enamorado.
Piensa entonces en correr hacia el apartamento pero se lleva la gran sorpresa de ver ese bonito coche estacionado en la acera, y al lado de él ese hombre dueño de sus suspiros y lágrimas. El cielo tiembla de una manera gloriosa cuándo se acerca y lo estrecha en brazos para así pedir perdón por haberle alejado. Jimin no cree jamás haberlo necesitado tanto. Los ojos se le llenan de lágrimas, teme de qué les espera, y aún así se aferra de sus anchos brazos pues está dispuesto a sufrir de mil y un maneras si con ello puede tenerle.

—Estás aquí.. —susurra en su oído, no evitando dar a entender lo muy emociónado que se encuentra.

Y es una suerte porque el señor Min está igual.

—Lo estoy, mi amor. Y solo lamento haber tardado tanto, pero.. Y-o también te quiero.

Jimin cree que puede morir en sus brazos y quiere largarse a llorar de pura felicidad al saberse correspondido, aún así sabe que no debe abrumar el momento, que es un soplo de aire fresco para un hombre que ya sufrió mucho en el pasado como para venir y hacerle un drama. No, él no es esa clase de sujeto, él va amarlo con merece porque eso también está buscando merecer.

—Te tardaste mucho ¿eh? —bromea separándose un poco para verle la cara, y queda hechizado ante esos posos oscuros llenos de ternura.

—Lo siento bebé, te prometo nunca más volverlo a hacer.

Y si puede ser muy cursi, pero Min Yoongi desea entregarse a Park Jimin.

Comparten entonces un beso que sella por fin ese destino, uno que frente a ese plantel acaba con cualquier miedo, y informa del nuevo paraíso que para ambos ha nacido, porque luego de esto; no habrá retorno que valga. Es un hecho.

***

¡NO OLVIDES VOTAR!.

Puto el que quiera drama porque yo no sirvo para eso.