El único.

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Han cenado una deliciosa sopa de res llena de verduras, y los agradables señores dueños de la finca les hicieron compañia, manteniéndose entonces en una agradable conversación, Min lo presentó como su novio, siendo ya la tercera vez en darle tal título-lo cual aún le sorprende y le deja maremotos en la pansa- además han subido de la mano a la habitación rentada, yendo a parar contra pared cuándo ya están en ella.

El día ha estado tan malditamente perfecto que una ola de deseo es el sello perfecto para terminar.

—¿Quieres? —Yoongi le pregunta pues han hecho demasiado y no le importaría dejarlo descansar, no obstante Jimin está lejos de quedarse dormido, no al menos sin antes tenerlo dentro.

—Quítame la ropa, daddy. Te necesito dentro..

La inminente carga de adrenalina después de todo lo sucedido, junto a su charla pendiente después del pasado momento de tensión en Busan solo logran que las caricias estén llenas de ansia por consumirse, de llenarse con cada parte de si y no dejar que nada se intenporga entre un beso y el otro. Jimin sabe que Yoongi es el único que lo hace sentir así, sabe que se dejó arrastrar fuera de la ciudad porque simple y sencillamente está con él, y que maldita sea, su Yoongi no le fallará.

Siente una necesidad abrumadora de volverle a marcar. Le encaja los dientes en el cuello bajo ese moretón de quizá la noche anterior porque es suyo y porque puede hacerlo.

Poco después de protegerlo le está montando, aún dejando marcas rosas y suaves en su piel, aprovechando la palidez que posee para que prevalezcan, y disfruta como una de sus manos le masturba mientras la otra le empuja el trasero para que la embestida se disfrute más.

Ha perdido la razón, acaba dos veces en un lapso de una hora, y Yoongi lo alcanza cayendo exhausto con la cabeza hacia atrás poco después.

—No te duermas—Jimin le dice, acostándose sobre su pecho tratando también de recobrar los sentidos.—Mi amor no te duermas—repite cuando ve que el mayor no tiene intención de mirarle.

—Estoy cansado..

—Yo también pero antes quiero ducharme—pucherea porque requiere su atención, a la cual por cierto ya se ha acostumbrado, lo cual le preocupa en demasía pero ahora no quiere escuchar advertencias.

—Minnie.. —su hyung refuta, en serio demasiado cansado pero el menor no cede.

—Me has ensuciado, dame una ducha—le ordena, desatando que maldita sea. Yoongi lo cargue fuera de la cama, robándole un juguetón beso que lo marea hasta que en la ducha una vez más la pasión los embarga.

🍷🍷🍷

La mañana de domingo en la finca es preciosa, Jimin se levanta de buen humor cuando su hyung lo despierta, y hace un esfuerzo por salir de la habitación poco después apesar de casi no haber descansado las horas que debería pues se quedaron despiertos hasta tarde anoche y ahora son las ocho, ya que Yoongi a prometido llevarlo al lago, así que apenas se pasó el desayuno demasiado rápido por las ansias de explorar un habitad nuevo para él.

Ambos hombres se sienten libres y parecen no acordarse de los problemas que la ciudad esconde.

—¡Mira, amor. Mira! —le grita cuándo ve por la claridad del agua a un pez que jamás había visto en su vida, y quizá no, quizá si- no es consiente del mote cariñoso que sale de sus labios, porque la emoción es sencillamente avasalladora.

—Se parece a tí—Yoongi le abraza por detrás, para nada disgustado con su comportamiento suelto, pues con ese viaje era lo que esperaba. Liberar tensión. —Ambos son preciosos, cariño.

—¿Verdad que si?.

Esa sonrisa de comisura reprimida, ojos achinados y arrugas en sus bonitas expresiones le hacen comprender algo al señor Min, y eso es que.. jodidamente el chico lo ha enamorado.

—¿Jimin?—lo llama tras darle un cálido beso en la nuca, haciéndolo sonreír.

—¿Yes daddy? —su cordero no ha dejado de ver el lago, por lo que no se da cuenta de nada.

—En realidad eres perfecto...

Oh, ¿En que momento les explota esa bomba en la cara?.

***

¡NO OLVIDES VOTAR!.

¡Ya viene el caos!.

Irreversible. © [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora