Irreversible. © [Yoonmin.]

Mucho más.

Una hora después tras haberse recuperado, despedido con besos y coqueteado un poco más; lo lleva a casa, estando satisfechos con la noche que han tenido, y sabiendo que ha merecido la pena haber agendado una segunda cita entre semana.

Es que debe admitir que este especie de relación que apenas empieza va mejor de lo que esperaba.

—¿Me llamarás?—Jimin está tan satisfecho que no le importa parecer desesperado y llama su atención cuándo ya han aparcado frente a su hogar.

Y afortunadamente el pálido asiente, escondiendo muy bien esa emoción que saberse requerido provoca en su pecho.

—Claro que si, bonito—le besa, no dando muchos detalles de lo que siente, pero asegurándose de mantenerlo contento. Luego baja, dejando en su asiento a un atontado chico que espera a que su puerta sea abierta para salir de su lugar y dejarse rodear la cadera con esas gruesas manos que le han regalado ya millones de suspiros.—Te veré después.. —su gruesa voz le dice, mientras sus dedos le acarician la mejilla derecha.

—Okay.. —apenas puede murmurar, asintiendo con suavidad. —¿Me das un beso?.—le pide abochornado, mirándole suplicante, haciendolo sonreír.

—Te doy lo que quieras. Lo mereces-le concede, estrechandole con su otra mano por la cintura. —Me has dado una noche maravillosa.

—Tú también a mí..

Yoongi miente si dice que eso no le llena el pecho.

—De acuerdo, ve a descansar—apenas puede dejarlo marchar, quiere tenerlo solo para él, pero así deben ser las cosas.

Jimin asiente, satisfecho con su mirada suavizada, y le sorprende al ponerse de puntillas para despedirse con un suave beso en sus labios.

—Buenas noches señor.

—Buenas noches, Jimin.

Se despiden con un beso más, esta vez un tanto más ardiente que promete revivir o intensificar el placer de la noche en otra ocasión.

🍷🍷🍷

El chico de piel pálida y traslúcida no recuerda la última vez que se encontró esperando con ansias el fin de semana, y puede notar que es debido a que su ahora amante le ha dicho que pueden verse por tercera vez en la semana-sin contar el día que se conocieron- el viernes por la noche, y no va mentir: se siente ansioso, demasiado en realidad. De hecho Yoongi hace mucho no se arreglaba con tanto esmero solo por verse bién ante una cita... pero Dios, vale la pena cuando ve que Jimin pierde el aliento tras que lo reconoce mientras se adentra al restaurante en que se han citado.

Se ilusiona también como un adolescente estúpido.

Su pecho se agita, y se revuelve, porque joder, sabe que está actuando mal, sabe que si puso límites desde inicio a su relación fue por él mismo, y no por Jimin, ya que sabe lo absorbente que es, lo agobiante que salir con él puede resultar, y lo frustrante que termina siendo para su acompañante no saber dulisar todo esto, y las verdaderas intenciones que tiene, pero por ahora Yoongi solo quiere olvidar y vivir el maldito momento que este chico le puede regalar.

No lo molesten por la rápido que va, porque él solo quiere disfrutar.

—Estás radiante—le susurra, dándole un beso que sabe a gloria, tras que se han saludado.

Y no miente pues el pelirrosado va igual de bonito que las últimas citas, usando en esta ocasión un buzo grueso de color azul, y pantalones jeans negros que hacen sus gruesas piernas resaltar.

—¿Verdad que si? —lo escucha retar, combinando su apariencia con esa extrovertida personalidad que le hace delirar.

Por supuesto la cena es agradable, y dos horas después están de nuevo en el apartamento, oh sorpresa: de nuevo follando ya que no pudieron aguantar tanta tensión sexual a su alrededor, y más aún a gusto por saber que es lo esperado, que hicieron ese extraño acuerdo para no tener que reprimirse al momento de querer acostarse, y la química que entre ambos existe ayuda a que ningún momento dentro de esa cálida cama resulte incómodo.

Yoongi reconoce que tenerlo a gatas, mientras le penetra por detrás es una imágen demasiado erótica, y preciosa de recordar, imágen que se trascribe cuándo lo recuesta y se lo folla de lado, y que unas horas después tras haberle dejado marchar; no puede sacar de su mente, no sólo por el intenso placer que le ha propiciado, sino porque maldita sea, estas pocas citas con el chico de pequeños dedos han superado sus expectativas, dando como resultado que por lo maravilloso que Jimin es, quiera verle más.

Mucho más.

🍷🍷🍷

 
Algunos días después cuando aún no se regaña por sentir más de lo esperado con su amante; Jimin recibe un golpe de realidad que le recuerda que nada entre ellos es lo común o si quiera un noviazgo, qué, están juntos por un acuerdo y que aunque el señor Min lo trata muy bien: se le está pagando por estar con él.

No sabe tampoco si eso es bueno o malo ya que recibir beneficios y además buen sexo es algo increíble, pero Dios, antes de subir al apartamento Min le ha llevado a otro lugar en el estacionamiento del edificio donde los espera un Audi color negro que maldita sea, le seduce como el infierno, y además espera que lo acepte como regalo sin una explicación más lógica que no sea usarlo para uso personal como cualquier otra cosa.

 —¡Pero señor es un auto!.

YoonGi se acerca a rodear su cintura mientras le da una juguetona nalgada, no queriendo discutir el asunto.

—Acéptalo, y así te trasportas por tu cuenta cuando no pueda ir por ti.

El más chico se hubiera conformado con seguir usando el chofer o el dinero que le da para pagar los taxis que lo llevan hacia su apartamento pero maldita sea, Min YoonGi no escatima en gastos y siempre le ofrece más de lo que cree merecer.

—Te lo agradezco. —sonríe, porque después de todo es un maldito auto y madre mía, miente si niega lo feliz que eso lo pone aunque muy dentro de él; se le forme un nudo en la garganta por la manera en que lo ha obtenido.—Claro que lo usaré, aunque no sé que le explicaré a mis padres.

—Puedes dejarlo aquí en tanto decides como se lo dirás.

Asiente, porque por ahora ni siquiera piensa usarlo, y agradece una vez más tan costoso regalo, haciéndolo sonreír complacido.

—Muy bien, ahora entra. Pedí algo para cenar.

Olvidando que es un pago a sus servicios Jimin sonríe de nuevo, ahora genuinamente pues estar a solas con él en el apartamento; alejados de las tiendas, y autos nuevos se siente más a salvo.

***

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