Just Dance. 🌞 |JH Y TN|🌞 ✔

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— ¿Podemos parar a comer? — le pregunté al agente, no me dijo nada, pero si asintió mirándome por el retrovisor, no sé cuántas fotos llevo ya, le envié un mensaje a mi mamá, pero tal vez ya en casa es de noche. Estaba muy cansada, aunque el hambre era más fuerte.

Nos detuvimos en un restaurante, solo entre yo, pedí Jjajangmyeon, solo espero no ser alérgica algo de acá, las comidas coreanas usualmente son muy picantes, traté de disfrutarlo todo, en serio que le estaba tomando foto a todo lo que veía. Mi espalda tronó al pararme, si ya con ___ (tu edad) estoy vieja, saqué mi monedero, pero no tenía ni una papeleta de won, todo era peso, aún no había hecho el cambio de moneda, joder, ¿Qué iba hacer ahora? Saqué mi celular para marcarle al agente...

—El de ambos. — un chico me pasó por delante, pero iba solo me le quedé viendo y si, había pagado mi cuenta.

—No tenías que hacerlo, te pagaré de vuelta.

—No tenía, pero quise. — se acercó mucho a mí, pero no fue con mala intensión sino para aceptar su cambio, inconscientemente me encogí en mi lugar. — y no, no tienes que devolverme nada.

Le seguí afuera.

—Señor Shin, ¿Qué hace aquí? — se dirigió al agente.

—¿Lo conoce? — pregunté.

—Escolto a la señorita TN, ¿desea que lo lleve también?

—No, gracias, diviértanse, adiós. — y se fue calle abajo, contraria a dónde nos dirigíamos.

—¿Lo conoce? — volví a preguntar, pero el agente ahora llamado señor Shin, simplemente asintió y abrió la puerta por mí. Continuamos el recorrido, me llevó a una casa de huéspedes.

—La señora Lee saldrá en un momento, ella te dirá todo lo que necesites. — la puerta se abrió y la que supuse que era la señora Lee salió.

El señor Shin asintió hacia la señora Lee y se dirigió al carro.

—Nunca cambiará, por más que lo invite a algo o hacerle hablar, nunca dice más de lo necesario— suspiró— bueno niña, ven te mostraré la casa. — Al entrar había un gran patio y una pequeña fuente en la esquina derecha, un camino de piedras hacia un sendero hasta la puerta principal, tenía dos niveles. En la sala había un grupo de personas nos saludamos y continuamos el recorrido, la cocina era bastante inmensa, quizás mi casa habría cabido allí, La señora Lee me informó que la despensa siempre estaba llena y podía servirme lo que quisiera, el gasto lo pagaría al final del mes, cada inquilino pagaba lo mismo así que la mensualidad no era alta.

Al subir al segundo nivel había dos grandes pasillos cada uno con una puerta de cristal, la señora Lee me hizo ir por el pasillo de la derecha, pero se detuvo suspirando con pesar al mismo tiempo que escuche una puerta cerrarse.

—Ajhuma. — un chico corrió y la abrazó muy feliz de verla.

—¿Cuántas veces tengo que decirte que no puedes venir al dormitorio de las chicas Tae? Incluso la otra vez me robaste la llave de la habitación.

—Pero es que...

—Pero nada, te lo he advertido así que está vez te tocará castigo, ésta noche no tendrás cena y ninguno de los demás traficará comida a tu habitación. — sentenció.

—Ajhuma, no puedes hacerme esto, lo que pasa es qué...

—Vete Tae, antes de que tú castigo empeore. — el chico se fue haciendo un berrinche de niño pequeño. — nunca entiende, siempre tengo que controlarlo.

—¿A caso es un acosador? — dije sorprendida.

—Creo que lo mejor no es tomar juicio sobre las personas, ¿sabes? Y no, no es un acosador, es la persona más dulce e infantil que he conocido, lo que sucede es que su novia se ha sentido un poco mal estos días y siempre se escabulle a su habitación.

—Lo siento.

—Esta es tu habitación TN. Y espero que te agrade tu estancia aquí. — era el número 4, ella abrió la puerta y entró. — veo que te sientes mejor Channel.

—Gracias por cuidar de mí. —había una chica frente a la ventana.

—Yo no he hecho nada, Tae es quién lo ha hecho todo, nadie puede detenerlo cuándo se trata de ti. Por cierto, ya tienes compañera de cuarto así que ya Tae no puede escabullirse aquí cuando quiera, las dejo para que se conozcan.

La señora Lee se fue dejándonos sola.

—Hola, soy Channel, ¿De dónde eres? — Me preguntó. — Puedes tomar la cama de arriba.

—Soy TN, y vengo de (tu país)— Dejé la mochila en la cama y arrastré la maleta hasta una esquina.

—Eres latina, que cool. — dijo emocionada— ¿Por qué has venido?

—Tengo una beca de estudio, así que técnicamente seré una esclava— Me reí.

—Pareces buena como abogada, ¿serás abogada?

—No, no es mi especialidad. Yo bailo. — dije preparada para refutar cualquier argumento en contra de mi sueño, siempre encuentro personas que quieren destruir eso, mas no se lo permitiría a nadie.

— ¿Academia de Arte Jung? — preguntó cautelosa.

—Si. — le dije también cautelosa, y ella medio gritó. — también voy allí podemos irnos juntas.

—Me encantaría, después de todo no conozco nada.

—Seré tu guía. — Y estrechamos la mano. — Deberías descansar, supongo que ha sido un viaje largo, por cierto, todos los que estamos aquí es porque vamos a la Academia Jung. — sonrió.

—Gracias. — estaba muy cansada como para desempacar, así que solamente me acosté y llamé a mami.

—¿Sabes qué hora es? — Me sonrió.

—Lo siento, pero te extraño.

—Y yo a ti mi pequeña, ¿Cómo estuvo el vuelo?

—Estoy cansada, pero fue divertido. — le dije recordando a Nam. — Mañana veré si doy unas vueltas por ahí, ya tengo quien me acompañe.

—mmm, ¿algún chico? — Preguntó seria.

—jajajajaja, no ma, es mi compañera de habitación, es muy amable conmigo.

—De acuerdo, ya déjame dormir, que no se te olvide la diferencia de horarios.

—Lo sé, cuídate y no dejes a firulais por ahí, sabes que se lleve mal con el perro del señor Gómez.

—Lo amarrare.

—No, no lo amarres, solo cuida que no peleen.

—¿Te importa más un perro que yo? — preguntó ceñuda.

—Los amo a ambos y adiós, ya mis párpados no dan para más, bendición má.

—Dios te bendiga y te libre de lo mío— bromeo— adiós.

Solté el celular al terminar la vídeo llamada y me salió un largo suspiro, mañana a explorar y el lunes oficialmente estaría estudiando para volverme una bailarina profesional, y con ese pensamiento más una sonrisa me quedé dormida al fin.