Just Dance. 🌞 |JH Y TN|🌞 ✔

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Estábamos acostadas boca arriba sin pronunciar una palabra, nos dolía hasta el alma. Habíamos terminado absolutamente todas nuestras tareas y el complicado informe que nos dejó el profesor de historia, nos tomamos el fin de semana para estar al día, ya podía respirar con alivio. Una semana había pasado desde el incidente con la policía y ahora solo teníamos tres destinos Academia, Casa y RJ, para evitar malos entendidos.

—Quiero un helado. — Dijo ella.

—Se me antoja también. — Le contesté, la señora Lee recogió los vasos que estaban en la mesita, nos había dejado aperitivos ya que ninguna quisimos levantarnos hasta terminar.

—¿Qué pasó contigo y con J-Hope? — Fue directa.

—Si te digo que sé, te miento. No recuerdo nada.

—¿Te gusta? — Otra pregunta bastante directa, pero no sabía la respuesta, era un chico genial, no sabía si me gustaba, no lo conocía tanto. Aunque cada vez que mi mente rememoraba aquella tarde de café, mi corazón quería salirse de mi pecho. No, no estaba enamorada, aun es un desconocido para mí.

—No, no me gusta. — Dije, sabiendo que ella me miraba de perfil.

—¿Estas segura TN? — me di cuenta que más que saciar su curiosidad quería que yo misma analizara que estaba sintiendo.

—En realidad, no lo sé. — Me sincere. — Lo conozco muy poco y las cosas que me hace sentir son tan raras, me siento confundida.

—Solo te cuidado TN, no mezcles tus estudios con el amor y siempre se sincera contigo misma...

—No encuentro sentido a eso viniendo específicamente de ti.

— Tu situación es muy diferente a la mía, no puedo explicártelo, pero solo que... no quiero que salgas lastimada, por eso ten mucho cuidado.

—Nos vamos. — Tae interrumpió nuestra charla, pero lo que pude percibir como advertencia de parte de mi amiga, se había instalado en mi cerebro. Cuidado, no mezcles, se sincera... Éramos jóvenes ¿acaso podía preocuparme por aquello? aunque era cierto, por eso mismo de ser jóvenes somos descuidados.

—TN, te esperamos. — Volví a la realidad y Channel ya había guardado todo lo suyo, así que la imité.

Jimin iba escuchando música, absorto en las melodías, vivía en la casa de huéspedes con V, Channel y yo, también estaba Yoongi pero no salía ni a comer, eran pocas las veces que lo había visto en los pasillos de la casa, siempre distante y ajeno a todo lo demás, ellos dos compartían habitación y tengo la creencia que si quiera se han dirigido un hola.

—¿Kwenchana? — Le pregunté después de tocarle el hombro, el me miró, suspiró hondo y luego se quitó los auriculares, se detuvo de repente...

—Hagamos una parada antes. — V entonces se detuvo, los tres lo miramos sin entender, se rió de una forma extraña, como pícara y atrevida la vez. Entró al establecimiento que estaba justo a su izquierda.

Mi boca se abrió sorprendida, ¿De verdad iba hacerlo? Tae sonrió encaminándose hacia el local, les seguí.

—¿Ustedes también? — Dijo Jimin feliz, me negué en rotundo, mi mamá me mataría.

—¿Quieres uno? — V le preguntó a Channel pero ella también negó.

—¿Qué te harás? — Me dirigí a Jimin.

—Lo verás luego. — Se fue tras el encargado, yo me pasee por la estancia viendo los diferentes dibujos. Tal vez si me atreva, algún día. Tae se comunicó con Jungkook diciéndole que nos retrasamos. Me había acostumbrado a decirle el tatuado, pero entonces ahora Jimin estaba ahí adentro haciéndose uno también, ya debía llamarlo por su nombre.

—¿Y al final a dónde es que vamos? — Sabía que si era con los chicos cualquier lugar sería divertido, pero no quería acostumbrarme simplemente a seguirlos.

—Vamos al Club del Señor Ahn. — respondió a Channel.

—No habrá alcohol, ¿cierto? — dije temerosa.

—No, no después de lo que pasó. — V parecía avergonzado. Jimin no nos quiso mostrar su tatuaje, y mi curiosidad quería incluso desnudarlo para saber que era, pero me contuve, no podía hacerlo.

Los que ellos llamaban el Club del señor Ahn, en realidad era un inmenso gimnasio, nos guiaron a una sala de prácticas, había un gigantesco espejo al final, había un bebedero en una esquina y lo que parecía una consola del otro lado. Me emocioné, era sencillo pero magnífico.

—Bienvenidos. — Anunció J-Hope. Crayón de G-Dragon, comenzó a sonar y el empezó a bailar, su cara mostraba satisfacción y placer, amaba lo que estaba haciendo y todos nos unimos, empezamos a bailar a nuestro antojo, la música fluía armando una ambiente diversión. Mi celular sonó.

—Annyon— saludé.

—Creí que vendrías. — Namjoon parecía algo molesto. Miré a Channel algo alarmada, teníamos por costumbre ir RJ aunque fuera fin de semana. Ella se me acercó.

—Es Nam...— Dije alejando el celular.

—Dile que nos acompañe. — Y se fue, volví a la llamada.

—Estamos en el Club del señor Ahn.

—Araso— Cortó la llamada, y la canción cambió a otra, continuamos bailando, Jimin tenía mucha flexibilidad y empezamos a despatillarnos echando competencias.

Casi una hora después Namjoon entró con varias fundas.

—Traje helados. — Anunció emocionado. Channel y yo nos acercamos corriendo, nos servimos y nos sentamos en una esquina.

—No hay de chocomenta— se quejó Jungkook.

— ¿Por qué? — J-Hope tenia cara de decepción.

— Ese sabor nunca debió existir. — Dijo indiferente el recién llegado, ignore la pequeña discusión de los tres.

—Me encanta esto. — Dije deleitándome con el chocolate.

—Está muy rico. — Correspondió a mi halago.

—¿Cómo tú y V, terminaron juntos? — Le pregunté.

—Nos conocemos desde niños, mis padres se mudaron cuando tenía ocho años, y con el paso del tiempo perdimos comunicación, creo que fue en ese tiempo donde se juntaron los siete.

—¿Los siete? — Miré a los chicos uno por uno, J-Hope y Nam pusieron cara de asco al ver la extraña mezcla de helados que hizo jungkook, a mi también me pareció exagerada, su enojo supongo que se fue.

—Taehyung, Jungkook, Jimin, J-hope, Namjoon, Jin era muy cercano a ellos antes de ir a la secundaria y de paso a la universidad, por último, Yoongi, no sé qué pasó entre ellos, pero él se alejó completamente. Me pareció extraño, porque son ellos contra el mundo, literalmente. Te metes con uno, te estás metiendo con todos, son una familia.

—Increíble — Así que el señor del hielo era parte de este círculo de amigos, bueno, lo fue.

—Volví hace dos años, para ir a la Academia, pero no pasé el examen, así que perdí el año, los chicos volvieron a unirme a su grupo, entre una cosa y otra, Tae me pidió salir.

—Hacen una linda pareja. — Era cierto, me gustaba verlos juntos.

Pero su declaración me dio muchas dudas, como, por ejemplo: que había pasado entre ellos y Yoongi. Qué tan lejos llegaba su lealtad. Y también, que tan malo eran los padres de Jimin que lo corrieron de la casa por un pequeño error.

—Chicos, les propongo hacer una coreografía en conjunto. — declaró Hobi, estuve de acuerdo. Claro, no sabía a qué me enfrentaba, el era muy estricto.

Cuando decidimos terminar, tomé mi cartera y el celular, este marcaba la notificación de llamada perdida. Lo desbloqueé, tenía 13 llamadas perdidas de mamá y al devolverle no contestaba.

Esto me da mala espina.