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La cabeza me daba vueltas, y aún tenía los párpados pesados, mi cuerpo vibraba, parecía que iba en un carro, algunas voces lejanas mantenían una conversación algo desesperada. ¿De verdad me habían secuestrado? No me sentía atada, respiré hondo, me mantuve quieta hasta espabilar.

—¿Qué vamos hacer con ella? — dijo quién iba de copiloto. — ¿Por qué no despierta? ¿Está muerta? ¿Tendremos que enterrarla sin que nadie sepa?

ESPEREN

UN

MOMENTO

¡¿Que Carajos?!

—Obvio que no, ¿Estás loco? hay que llevarla a la casa.

—Llevarla a tu casa es peor idea que enterrarla, hyung.

—Oye, no la mate, ¿sí? O eso espero.

Creo que ya he escuchado bastante de esta conversación, las puertas no tenían seguro y prefiero mil veces morir intentando ser salvada a qué estos locos me hagan quien sabe que, así que no lo pensé dos veces me enderecé en el asiento, abrí la puerta y me lancé, sentí que los segundos que pasaron antes del impacto eran eternos. Rodee bastante, los golpes y los rasguños ardían en mí piel. Escuché el carro deslizarse por haber frenado de repente, uno de ellos gritó que estaba loca.

Dios no podía moverme, pero mi instinto de supervivencia me impulsó a pararme, miré a todos lados y no sabía hacia donde correr, pero debía moverme. Empecé a cojear hacia el otro lado de la calle, uno de ellos ya había salido.

Algunos carros pasaban a toda velocidad, parecía que estábamos en una avenida, si me metía entre los carros podría desarme de ellos, así que ejecute maniobras evasivas, pero no conté con que mi tobillo ya antes lastimado reclamará atención justo ahora haciéndome casi perder por completo el equilibrio. Los tantos movimientos y el miedo se apoderaban de mi haciéndome perder el sentido de la orientación.

El claxon de un carro sonó muy fuerte, el sonido me aturdió, estaba desorientada, pero fui impactada, no por el auto, sino que alguien me arrastró hasta el otro lado. ¿A caso había venido a Corea a morir? ¿O estaba en un show de supervivencia y no lo sabía?

Ni siquiera intenté moverme, mi cabeza no había dado en suelo sino encima de algo un poco duro, tal vez el brazo de quién me empujó, aun así, el dolor era muy fuerte, la persona estaba encima de mí quejándose, mi cuerpo se sentía cansado, quiero dormir y despertar en casa, con mami, no quiero estar aquí donde a cada segundo han intentado matarme.

—Hey, reacciona. — alguien me estaba dando golpecitos en la cara. — Oye, no te vayas, abre los ojos. — lo sentí acercarse a mí para comprobar si estaba respirando, mis ojos no identificaban nada en concreto, alguien más decía que llamaran una ambulancia, miré a mi alrededor unos cabellos color café y unos brazos con tatuajes fue lo que más o menos vi.

Cerré los ojos, no quería imaginarme en medio de la calle rodeada de un montón de gente mientras me grababan, no quería sufrir esa vergüenza.

—Tenemos que llevarla al hospital, muévanse. — fui levantada sintiéndome extrañamente cómoda, a la primera oportunidad correría otra vez, solo le pedía a mi cuerpo que aguantara un poco más, quiero morir de vieja junto a mi querido esposo, como en la película del diario de Noha, ¿acaso era mucho pedir?

—¿La dejarás sola atrás? ¿Y si vuelve a lanzarse del vehículo? He tenido suficiente con ella el día de hoy.

—Yo me quedaré con ella, manejas tú, con responsabilidad, no queremos llegar muertos. — Mi plan había sido frustrado, sería más difícil vencer a un hombre y escapar, debía esperar la oportunidad perfecta. Aún tenía un poco de lucidez para comenzar a idear un plan o eso quería intentar.

Sin embargo, el aroma que desprendía me hacía sentir en paz, me estaba relajando, incluso me sentía segura, pero no, mi mente me estaba pasando una mala jugada. Me acomodé un poco más y me salió un bostezo, ¿en serio? ¿En serio TN? Te vas a quedar dormida.

Me reprendí a mí misma, pero sí, me quedé dormida en los brazos de un peligroso extraño.

(****)

Volví a despertar, el techo era blanco, había algún pitido por ahí, olía alguna fragancia y analgésicos, así que estaba en el hospital.

—TN, ¿estás bien? ¿Puedes verme? ¿Me reconoces? — claro que podía reconocerla, Channel casi me aplastó al abrazarme. — ¿Qué fue lo que pasó? Desapareciste del parque y lo siguiente que sabemos de ti es que estás en el hospital.

—¿Qué me pasó? Intenté llamarte.

—En la casa de los sustos no había señal. — dijo avergonzada y se había sonrojado hasta las orejas, claro, había pasado algo más allí aparte de asustarse por personas disfrazadas.

—Con que no había señal, ¿eh? — la pique un poco y la vergüenza aumentaba volviéndola un tomate haciéndome reí, pero me detuve me dolía el costado derecho.

Una enfermera entró, y ahí me percaté de que V también estaba, supongo que él fue por la encargada. Me chequeó y dijo que solo tenía algunos rasguños y moretones, pero mi tobillo izquierdo no se encontraba bien, así que debía permanecer en reposo un tiempo mientras este era tratado.

Channel me miró con compasión e intentó alegrarme diciéndome que en el primer cuatrimestre solo veríamos teorías e historia de la música y el baile, que no practicaremos nada. Pero de verdad no me esperaba que estas cosas sucedieran, más sin embargo sonreí para no preocuparla.

—¿Cómo te sientes? - preguntó V.

—Creo que caí desde un avión sin paracaídas, pero mejoraré.

—Te prepararé una buena sopa de arroz, para que tengas fuerza.

—¿Sabes cocinar? — le pregunté divertida.

—Me defiendo— dijo seguro, entonces recordé algo.

—¿Quién me trajo? — pregunté a mi amiga y a Tae, sin embargo, ambos se quedaron callados. — ¿Me están ocultando algo?

—Por suerte alguien que conocemos te encontró y te trajo, no tienes nada que temer. — dijo Channel con voz dulce. De igual manera me sentía intranquila, debería encontrar a esa persona antes de que pase algo peor. 

Just Dance. 🌞 |JH Y TN|🌞 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora