Just Dance. 🌞 |JH Y TN|🌞 ✔

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Me estaba sintiendo incómoda en la posición qué me encontraba, por más que me moviera me estaba doliendo la espalda así que me giré, pero lo que pasó fue muy rápido estuve al borde de la cama incluso antes de reaccionar y caí, fue un golpe seco, no podía moverme y no sabía si reírme o llorar, lo cierto es que Channel entró corriendo a la habitación y no le tomó mucho tiempo deducir lo que ocurría.

—Tendremos que cambiar de cama. — dijo con una sonrisa y ayudándome a pararme, rayos, sentí que me desarmé. Cojee un poco, pero me dispuse en mover el pie antes de que pasara a peor.

—No es necesario, estoy bien— el reloj que estaba en la mesita marcaba las 11 a.m., sí que había dormido.

—V y yo saldremos un rato, ¿Quieres ir?

—¿Quién es V? — le pregunté.

—Mi novio— sonrió— ese es su apodo.

—Entiendo, pero no quiero ser violinista.

—¿Cómo así? — preguntó desconcertada, claro, quizás ellos lo entendían de otra manera.

—No quiero ser mal tercio es su cita. O sea, cuando hay dos personas en una cita todo romántica, así como en las películas, siempre hay un violinista haciendo el ambiente.

—No es una cita, y pensamos desde el principio invitarte, hay muchas cosas que ver, debes familiarizarte con el lugar, aunque sea poco a poco.

—En casa solía ir a cualquier sitio sin saber los nombres de los lugares, solo sabía llegar y punto.

—Eso es tener buena memoria, bueno arréglate y salimos cuando termines. — me tomé una ducha y me vestí Sport, no tenía ropas, así como medio formal, la moda que vestían las coreanas. Al bajar Channel se quedó viéndome e hizo un gesto de desaprobación, me miré de arriba abajo más no entendía porque le disgustaba mi pantalón gastado y la camiseta que llevaba. Se acercó a mí.

—Si vas a pasear por Seúl debes hacerlo luciendo estupenda, eres extranjera debes verte genial— me tomó del brazo haciéndome subir sobre mis pasos.

Casi una hora más tarde me encontraba sentada mientras mi compañera de habitación me maquillaba, me prestó una chaqueta blanca y unos tacos del mismo color, el reto era si yo aguantaría todo el día allí arriba.

Salimos de la casa y V nos llevó a un parque de diversiones, no sin antes hacer mi cambio de monedas. Los juegos eran un poco extremos, pero fue muy divertido, por lo menos aquí si había protección, pero de dónde vengo estabas a tu suerte, comimos algodón de azúcar y algunas chucherías. El chico había conseguido algunos peluches para su novia y también me había regalado uno en uno de esos juegos de pegarle al blanco con una pistola.

—¿Taehyung, también vas a la academia?

—Sí, pero voy al área de canto, me gusta cantar. —continuamos caminando. — Podemos ir a un karaoke en la noche, llamamos algunos chicos para que nos acompañen.

—Tae Tae, mira, una casa del susto— Y era cierto, parecía muy siniestra— Vamos.

—¿De verdad quieres ir allí? — le preguntó a su novia no muy convencido. La mayor cantidad de personas eran parejas que entraban, nosotros éramos tres.

—Vayan, yo me quedaré después de todo estoy algo cansada. — regateamos un poco, pero logré convencerlos que fuera a divertirse sin necesidad de preocuparse por mí, la verdad es que me sentía sola en ese inmenso parque sin nadie a quien conocía al rededor.

Fui por una bebida, me di cuenta que había un sendero muy tranquilo y algunos asientos, podía quedarme allí, cuando iba caminando alguien tiró de mi con bastante fuerza para evitar que una motocicleta de reparto me atropellara, el movimiento fue tan brusco que me torcí el tobillo y el dolor de extendió por todo mi pie ya que está mañana también me había dado un golpe ahí al caer, mis ojos se llenaron de lágrimas inmediatamente, pero no cayó ninguna.

—¡Personas que van por la calle sin fijarse, pudiste tropellar a alguien! — Grito. — ¿Kuenchana? — esa voz la reconocía de algún lado, pero en la posición que estábamos no podía verle la cara y mi tobillo dolía como los mil demonios.

—Si— dije en un hilo de voz, la persona me soltó y mis pies temblaron, ¿De verdad me había fracturado un pie un día antes de entrar a la Academia? Esto es imposible. Me sostuvo de nuevo, pasó su mano por encima de mi cintura y me llevo hasta el banco más cercano, se inclinó frente a mí, quitó el zapato y revisó mi pie. Su cabello era color café claro, contextura delgada.

—Parece que te lastimaste. — Era el, ese chico que había pagado la cuenta por mí en el restaurante. — No te muevas ya vuelvo.

Y sin más, se fue, intenté llamar a Channel, pero su número no estaba disponible, aún no tenía el contacto de V así que no tenía a nadie más a quién acudir. Unos minutos más tarde el chico volvió con una funda. Había un ungüento más algunas benditas, me curó con mucha delicadeza, al final me dio unas pastillas para el dolor.

—Estarás bien en unos días, no tienes fractura, solo un esguince que puedes curar con algunos ejercicios. — Informó poniéndose de pie.

—¿Eres doctor? — pregunté.

—No, pero he pasado por esto muchas veces. Así que más o menos se lo que tengo que hacer.

—Gracias. — le dije sincera.

—¿Es el principito? — estaba emocionado. Y era que el pequeño libro sobresalía un poco de mi cartera, no lo había terminado en el avión porque me había quedado dormida.

—¿Te gusta? No, digo, ¿te gusta leer?

— Lo hago a veces.

—Dios, eres un espécimen— me le quedé viendo— un chico que le gusta leer, eres uno en un millón, debería secuestrarte justo ahora. — se sonrojó, lo dije en broma, sin embargo, se sonrojó.

—¿Puedo leerlo? —mi cara le dijo todo— No, no que me lo prestes, sino leerlo justo ahora no importa por dónde vayas. Quiero ver si ya has leído mi frase favorita.

Parecía un buen chico, pero el número de emergencia era el primero en mi lista rápida por si acaso, le dejé el libro, benditos mis impulsos en estar hablando con un extraño, aunque la conversación estuvo entretenida, comencé a sentirme demasiada relajada, con mucho sueño.

Muy inteligente de tu parte TN aceptar cosas de alguien que no conoces, ya te drogaron y ahora van a secuestrarte, quién sabe lo que harán contigo. Mamá si no salgo de está, por favor, perdona todos mis berrinches y recuerda que siempre te he amado sin importar nuestras innumerables peleas, que alguien le diga a Eric Nam que siempre lo he amado. Y con esos locos pensamientos de alguien que iba a morir, la oscuridad se apoderó de mí.