Just Dance. 🌞 |JH Y TN|🌞 ✔

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Caminé como fantasma hasta al lado de Jin, me senté y aún escuchaba la voz de Hobi gritarme por algo tan absurdo.

—¿Problemas en el paraíso? — preguntó de repente.

—¿Qué?

—No lo niegues, solo hay que ver cómo se miran. — Entonces abrió los ojos, yo aún me sentía confundida como para agregar esos pensamientos a mi lío.

—¿Pasa algo? J-Hope me pasó por el lado muy molesto. — Jimin se acercó a nosotros mientras se quitaba la franelilla, entonces lo ví, las letras negras sobre su piel en el lado derecho de su costilla. Aquel tatuaje que se hizo de camino al gimnasio.

Nevermind

—No lo sé, TN tampoco tiene buena cara así que algo debió de pasar. — Jin me delató.

—¿Han visto a Hobi? Quedamos en jugar una partida de voleibol. — V se acercó con el resto. ¿A caso todos necesitaban la presencia del castaño justo ahora?

—Lo vi irse al hotel muy molesto. — declaró Jimin.

—¿Paso algo? — preguntó Jonnie.

—Tuvo una discusión con TN. — le aclaró Jin.

—¿Por qué? Usualmente no se enfada. — comentó Channel.

— ¡Basta! — grité. — Ni siquiera tuvimos una discusión, el se ha enfadado porque ha querido, fue una estupidez, no creí que fuera tan infantil como para molestarse por llamarlo por su nombre...

—¿Qué hiciste qué? — me gritaron todos y me encogí ante el reproche.

—¿Qué les pasa a ustedes? No me griten. — les grité.

—¡Ya basta! — intervino Joonie. — Ella no lo sabe así que no le griten.

—¿Qué no lo sabe? Nadie lo ha llamado así, ¿De dónde escuchaste ese nombre? — me dijo Yoongi muy serio, no quería responderle, ¿y si ellos también se enfadaban? — Dime TN.

—Su padre. — Yoongi soltó una grosería.

—No hay cosa que J-hope odié más tanto su nombre como su apellido, que a su padre.

—¿Y como iba yo a saberlo? — dije desesperada ante la mirada de reproche de ellos.

—¿Sabes el significado de nevermind? — Jimin se tocó el tatuaje.

—No importa. — le dije en un susurro.

—Exacto, aunque no lo creas, la mayoría de nosotros estamos luchando contra nuestros padres, nos quieren controlar la vida. Hobi siempre fue fiel a las peticiones de su papá, no importa lo que fuera, obedecía, hasta que decidió bailar. Contra la voluntad de su padre, cambió su nombre, dándose esperanza a sí mismo de que podía alcanzar su sueño. Desde hace mucho tiempo ninguno lo llamamos por su verdadero nombre, por eso debió haberle afectado que exactamente tú se lo mencionara.

—No lo sabía. — dije en un murmullo. — Además, sin tanto detesta a su padre ¿por qué estudia en su academia? No, esa no es la pregunta, si el tanto detesta que su hijo baile entonces ¿por qué tiene una Academia?

—La Academia no solo se trata de bailar TN, y no es lo mismo tener tu propia marca en el país, que simplemente bailar por diversión. Él quiere que Hobi continúe con lo que el inició.

—¿Cómo sabes qué la academia es de su familia? — kookie parecía sorprendido.

— ¿Se suponía que era un secreto? No soy tan tonta, el padre de Ryujin lo llamó por su apellido una vez, el mismo que lleva la academia, todo lo confirmé cuando lo llevé a su casa.

—¿Estuviste en su casa? — preguntó Jin atónito.

—¡Por el amor de Dios! — bufé. — ¿Es que acaso he hecho todo mal?

—En termino de contexto sí, hiciste todo mal. — Ni siquiera me atreví a mirar a Yoongi por lo que acababa de decir, a pesar de ello siguió hablando. — Él no quiere escapar de su padre, quiere que su padre lo reconozca, por eso se empeña tanto en el baile y en no demostrar falla alguna, lo que para nosotros es diversión, para el es su vida.

—Tranquila, ve y habla con el, lo entenderá. — mi amiga me animó.

—Habitación 105. — me informó V. Suspiré.

—Gracias chicos. — me puse de pie y me encaminé hacia el hotel.

Nunca había encontrado la distancia tan larga entre la playa y el hotel justo ahora que necesitaba volver de inmediato, estaba nerviosa, mi mente trabajaba rápido pensando en lo que diría, me subí al ascensor, mientras buscaba una y mil maneras para disculparme. Cuando llegó hasta arriba que me disponía a salir me quedé petrificada, porque el estaba allí contrariado mientras le daba al botón del aparato incesantemente.

Nos miramos a los ojos, claramente ninguno esperaba ver al otro al otro lado de las puertas metálicas.

—Lo siento. — dijimos al mismo tiempo y luego unos segundos sonreímos, la puerta iba a cerrarse así que volvió a presionar el botón y cuando se abrió, me sacó de inmediato alejándome unos pasos del aparato.

—Lamento lo que dije, debes tener tus razones y...

—No. — me interrumpió. — No lo sabías, así que fui un tonto por hablarte de esa manera.

—Si fuiste un tonto. — le di una patada en la pantorrilla del pie, no se esperaba esa acción y cayo hincado del dolor. — No vuelvas hablarme así o te ira peor.

—Lo siento, de verdad, lo merezco. — aun entre quejas se puso nuevamente de pie.

—Está bien. — le sonreí. — ¿Puedo preguntar por qué no te gusta tu nombre?

—Mi apellido me liga a mi padre y mi nombre lo escogió el. — su voz sonaba severa.

—Significa, algo así como que dejarás huellas en el mundo. Opino que debería gustarte, no me mal entiendas, sino que, dejes huellas en el mundo a tu manera, con tu baile y tú energética personalidad, no porque tú padre quiera agrandar sus riquezas.

—No lo había pensado así. — dijo meditabundo.

—Es una buena opción, ¿no? — le sonreí, entonces me abrazó, de manera tierna y reconfortante, le devolví el gesto, nos quedamos así un buen rato.

—TN. — me separó de el haciendo que le vea directamente a los ojos, llevó su mano hasta mi mejilla y la dejó allí, el corazón se me iba a salir, cuando lo vi sonreír, cuándo lo sentí acercarse a mí me puse muy nerviosa, su aliento lo podía sentir casi mezclarse con el mío, el olor a vainilla que siempre desprendía me embriagó, cerré los ojos esperando a que llegara ese momento con el que tanto había fantaseado en mis sueños.

No podía negarlo, aquel chico me gustaba desde el primer día que lo vi en el restaurante, sus labios se fueron acercando muy lentamente.

Escuchamos algo caerse, Jimin estaba en el suelo, los demás trataban de esconderse en el ascensor buscando que se cerrará la puerta. Hobi y yo nos separamos avergonzando.

—Lo sentimos. — se disculpó Jimin, habíamos estado tan concentrados uno en el otro que ni siquiera habíamos escuchado el ascensor llegar.

Me las pagarían por interrumpir aquello.