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—¿TN, has visto a Jungkook? — La voz de Namjoon me hizo dejar de ver hacia afuera.

—No lo he visto, ¿por qué?

—Tenemos que resolver algo, si lo ves dile que me llame por favor.

—Está bien. — Asentí, pero lo detuve antes de que se vaya. — Espera, ¿sabes hacia donde se fue J-hope?

Me miró algo dubitativo, sopesando si me decía o no. No aparté mi mirada, quería que supiera que estaba decidida a obtener una respuesta.

—Chicos... — Jimin nos interrumpió.

—¿Recibiste el mensaje de J-hope? — le preguntó directamente Joonie.

Está vez lo miré, ya no podía negar que algo estaba pasando y que era de mucha importancia, está bien, soy nueva en el grupo, pero las cosas que habían pasado entre todos ¿acaso no cuentan? ¿O es que no confiaban en mí?

No me miró, sino que le dirigió una mirada a Jimin que se la regresaba enojado indicándole que había metido la pata, este se puso más nervioso.

—Escucha TN, mientras menos sepas mejor, cuando todo esté en orden quizás en algún momento te enteres, ¿si? Confía en mí. — Apretó mi hombro y se llevó a Jimin.

Dejé que las horas pasaran, en cada clase que continuo decidí quedarme atrás en silencio, me crucé varias veces con Channel pero no quise preguntar aunque me moría de curiosidad, su novio tampoco había aparecido en todo el día restante, así que de una manera extraña nos hicimos compañía una a la otra como si estuviésemos tristes.

Desde que salí de la academia me dirigí al hospital, como hacia todos los días, hoy era un día sombrío, habían pasado algunas cosas que pusieron mi humor de cabeza, así que en mi playlist solo sonaba Day6.

Llegué al hospital y subí directamente a su habitación, una enfermera iba saliendo.

—¿Paso algo malo? — Me apresuré a decir.

—No, solo era un chequeo de rutina. — Hizo una reverencia y se dirigió a otra habitación. Yo entré.

Vi los globos que los chicos habían traído más algunas flores, sentí como mi pecho se encogió, vinieron a verla justo al otro día en que llegamos y desde entonces hacen algunas visitas conmigo, si esto hubiera pasado en mi país, no tendría el apoyo de nadie. ¿Pero que era lo que estaba pasando justo ahora?

Me senté a su lado sosteniendo sus manos, podemos estar listo para todo, enfrentar los problemas con la cabeza en alto, pero ¿quién se enfrenta o espera la pérdida de su mamá? Nadie podría.

—¿Cómo estás? — Dije suave. — Yo estoy bien, la academia va marchando bien, dejan muchas tareas como siempre pero mi lado inteligente lo saqué de ti así que entrego todo a tiempo. — Acaricie su cabello, la máquina seguía en movimiento teniendo un control de los latidos de su corazón.

>> Aun no despiertas y tengo miedo, miedo de que me dejes sola, no tengo a más nadie, solo a ti, no quiero que te vayas, despierta- ya sentía las lágrimas caer por mi cara, y lloré en silencio, lloré porque mi beca estaba en peligro, lloré por el desprecio que recibía en la academia, lloré porque mamá está en ese estado, lloré porque si papá nunca se hubiese ido podría pasar todo este dolor con él, lloré porque presentía que algo peligroso se aproximaba, lloré porque sentí que los chicos no confiaban en mí como si fuera una extraña, lloré porque ya no aguantaba más, lloré porque era débil, lloré hasta dormirme.

(*******)

—No quiero que esto vuelva a ocurrir, así que necesito que me informe todo lo que está pasando.

—De acuerdo señor, ¿Dejará que la señorita siga visitando?

—Sí, es la única que puede entrar, más nadie o quien venga con ella. — Unas voces me despertaron.

—Entendido.

—Y algo más, mi padre no se debe enterar, bajo ninguna circunstancia. No es una orden, es un favor. — No se escuchó que volvieran hablar, en cambio sus pasos se alejaron. Me incorporé y una sábana cayó al suelo, no recuerdo haberme dormido con eso.

¿Alguien había entrado y ni siquiera cuenta me había dado? Mamá seguía en la misma posición, nada había cambiado.

Salí a investigar, pero la recepcionista me dijo que solo mi nombre estaba en la hoja de visita a ese número de habitación, le di las gracias, me despedí de mamá y volví a la casa de huéspedes, pero antes hice una parada.

—Identificación. — Pidió la chica, saqué mi monedero y se lo mostré, pagué mi pedido, salí de allí continuando mi camino, aunque está vez, iba bebiendo alcohol. No era una botella ni mucho menos una lata, el embace parecía un jugo de cartón. Los coreanos sí que se las ingenian para hacer parecer todo tierno e inocente.

Ya habían pasado algunas horas desde que me encontraba acostada, llegué a la casa aún sobria, esa bebida no me hizo nada, necesitaba algo fuerte. Así que bajé a la cocina y me asusté cuando justamente cruzaba la puerta alguien dio un golpe fuerte a la mesa.

—Lo siento. — Yoongi estaba molesto, algo había salido mal, pues parecía trabajar en su portátil.

—¿Está todo bien? — me atreví a preguntarle.

—Sí, solo son unos errores del programa. — Me sorprendí que me respondiera, pero entonces no supe cómo seguir la conversación, no me esperaba que me dirigiera la palabra. Así que solo me dediqué a buscar algo de alcohol, uno que no encontré.

—¿Qué buscas? — Sabía que llevaba ratos viéndome.

—Alcohol. — Respondí con simpleza.

—Una casa que alberga estudiantes no permite el alcohol, sobre todo si es patrocinada por la misma institución, deberías saberlo.

—Bueno, supongo que no lo sabía.

—Allí puedes encontrar algo fuerte. — Señaló la cafetera.

—Si bebo café no puedo dormir, tu tampoco deberías hacerlo, amanecerás en vela. — Dirigí una mirada a la taza humeante que había a su lado, ahora que me fijo, parece no haber derramado ni una gota cuando dio aquel golpe o solamente le quedaba muy poco de su bebida.

—Esa es la idea. — Dijo con simpleza. Estaba charlando así que aproveché la oportunidad. Serví mi café y me volví hacia el aún recostada de la encimera.

—¿Entonces, conoces a los chicos?

—Conozco a muchas personas.

—Dicen que el año pasado estuviste involucrado en una pelea. — Lo solté de manera sutil y sonrió de lado divertido, una sonrisa sexy se podría decir, me atragante con el café porque vi en su cara que aquel gesto lo había hecho intencional.

—Las personas dicen muchas cosas, y me vale que digan lo que quieran, no les hago caso.

—¿Entonces es cierto? Lo de la pelea y que eras amigo del grupo. — No pude evitar mi emoción cuando vi una pequeña brecha que podía revelarme algo con respecto a él o a los demás, una brecha que quizás me imagine, porque volvió a ser cortante.

—Esas son tus conclusiones, cree lo que quieras, y no molestes, estoy trabajando. — Se puso unos auriculares que no había visto antes, volvió a concentrarse en la pantalla. Bufé algo molesta, me fui de allí insatisfecha y sin una gota de sueño.

Just Dance. 🌞 |JH Y TN|🌞 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora