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—No esperes que me disculpe. — le comenté, sabía que debía estar preocupado y confundido. — pero gracias por lo del chico.

Ni siquiera respondió, pero notaba que me miraba de vez en cuando, debatiéndose si era correcto preguntar o no.

—Sí, eran mis amigos, y tampoco sé cómo llegaron hasta aquí. — desvíe mi mirada a la ventana esperando que se sintiera satisfecho.

—Nos siguen.

—¿Que? — le miré.

—Nos están siguiendo. — giré en el asiento y vi por el cristal trasero, a pesar de las muchas luces y autos, reconocí el convertible de Jin, como no hacerlo si siempre estaba parado fuera del restaurante.

—¡Acelera! — insistí dándole golpecitos en el brazo.

—¡Vas hacer que choquemos! — me regaño.

—¡Lo siento, pero acelera! — constantemente miraba hacia atrás

Tomamos caminos diferentes, Paul aceleraba y trataba de perderse en el poco tráfico que había a esa hora, aunque fue difícil en un cruce lo perdimos.

Sonrió sin despegar la vista del volante, corrimos un tramo más y entramos a nuestra calle, el último atajo hizo que nos quedará cerca.

—TN, no soy quien, para controlarte, pero lo que hiciste esta noche fue muy arriesgado. — el apagó el motor y se quedó ahí, esperando que le dijera algo.

— Todo me está saliendo al revés, solo porque salí hoy no quiere decir que...

—Lo que te estoy diciendo es que pudiste haberte metido en problemas.

—¿Yo? ¡Hubiese sido mejor que fuera yo y no tú! Quién sabe si mañana sale en los periódicos que tú atacaste a alguien en una discoteca, eso sí es un problema. — le medio grité y se echó a reír.

—A pesar de la situación te preocupas por mí. — me despeinó un poco.

—Eres un idiota. — bufé mirando a otro lado.

—Pero me alegra que estés bien. — escuché como se quitó el cinturón y seguido hizo lo mismo con el mío, me lo quité sin embargo alargó la mano y quitó el seguro de mi puerta, pero no se movió, en cambio se quedó viéndome.

—Que vas...

¡Me besó, Paul estaba besándome! Sus labios estaban fríos y sabia a cerveza, mi ritmo cardíaco se aceleró, y como un clip lo que pasó anoche llegó a mi mente, yo media dormida pidiéndole que se acueste conmigo y desde que lo hizo le besé, yo lo había besado, yo lo había llamado por otro nombre, un nombre que no me iba a dejar vivir en paz.

Me alejé de él, salí del carro camino al edificio, también salió y me detuvo.

—TN... — unas luces nos cegaron, el auto se detuvo y apagó el motor y las luces. La vi salir del vehículo casi corriendo, pero retrocedí.

—Váyanse de aquí.

—¿Cómo puedes decir eso? — me gritó Jin, Channel seguía de pie observando me a mí y Paúl que todavía seguía agarrándome, me solté de su agarre.

—Tienes que volver con nosotros. — mi amiga caminaba hacia mí, y yo quería lanzarme a sus brazos, cuánto la había extrañado. — Las cosas no están bien.

—No, ustedes no lo entienden.

—Claro que te entiendo. — llegó hasta mí, creí que ya no tenía lágrimas, creí que mis ojos se habían secado, pero solo me bastó que ella me abrazara. — Arreglaremos esto.

—No aguanto más. — seguí llorando. Sentí como Jin nos rodeó a ambas en un abrazo.

—No olvides que eres de las muestras, Ridícula. — me reí entre lágrimas.

—No puedo regresar. — les miré.

—Debes regresar, Hoseok está a punto de cometer una locura y eres la única que lo puede detener.

—Ya no le intereso, es mejor que esté con alguien a quién su padre acepte.

—¿Qué no le interesas? ¿Sabes todo lo que sufrió cuando desapareciste? Te buscó por todos lados, no comía ni dormía, ni siquiera lo hemos visto volver a bailar. — el tono de Jin era claramente de molestia.

—TN, J-Hope ni siquiera asistió a la competencia, me rogó que volviera porque creía que yo podría saber dónde estabas. — intervino Channel.

—Su padre me mataría si vuelvo. — les dije con miedo.

—Desde que te fuiste muchas cosas han cambiado, pequeña. — Jin me tocó el pelo, tenía ese aire de hermano mayor para todos, incluso para mí.

—No lo sé chicos. — aun así, estaba dudando, pero entonces recordé. —Momo, ¿Cómo está Momo?

Ellos se miraron, y temí lo peor, algo había pasado, por eso no nos habíamos vuelto a comunicar desde aquel día. Ante su silencio mis manos comenzaron a temblar y retrocedí unos pasos, entonces Paúl me tomó del codo, su contacto me hizo permanecer un poco en la realidad, había olvidado que el seguía ahí.

—¿Qué pasó? — mi corazón estaba desenfrenado.

—Tuvo un accidente, al día siguiente en que te fuiste, no había cámaras de seguridad cerca y cuando rastrearon el auto, estaba en un lugar abandonado, tenía reporte de haber Sido robado.

—¿Qué? — dije horrorizada.

—Está en coma.

—¡No, no puede ser! — ¿y sí moría igual que Massiel? No me lo perdonaría nunca. Sabía que debió haber sido Jean Carlos, ese asesino me las pagaría.

—TN es mejor que volvamos. — mi vecino estaba mirándome, sabía que algo pasaba por mi cabeza. — Es mejor que se vayan, creo que no está en condiciones para seguir esta charla.

—No voy a ir a ningún lado. — zanjó Channel.

—Ven. — llamé a Channel y nos encaminamos al apartamento, nadie dijo nada cuando mi vecino también se quedó, busqué algunas frisas y sábanas para ellos dos, no sé si seríamos capaz de dormir algunas horas.

Channel se acostó a mi lado y me abrazó.

—Te extrañe. — me dijo.

—¡Yo igual!

—TN...

—Dime.

—¿Qué estás ocultándome? Sabía que algo andaba mal desde aquel día en que te llamé y no pude comunicarme contigo, Jimin habló con V, le comentó que había parecido un chico que parecía ser un completo peligro. Y en la manera en que te fuiste, todos lo confirmamos.

Just Dance. 🌞 |JH Y TN|🌞 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora