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Channel y yo íbamos camino al baño, me pegue a ella como sanguijuela, después de todo era el primer día para mí, aunque no para los demás, pero otra chica la llamó así que me dejó ir sola y me alcanzaría en un momento.

Los baños son súper limpios, hasta me atrevería a comer aquí, tenían un inmenso espejo que ocupaba casi una pared entera de lado a lado, pero mi vejiga no me dejaría apreciarlo ahora corrí a un cubículo, sentí alivio. Algunas chicas entraron al baño, pude escucharlas hablar:

—No sé qué ella se cree, dando tumbos de aquí para allá con nuestro "Alíen"— dijo una.

—No tiene ninguna vergüenza de haberle quitado el novio a Ryujin. — Mencionó otra, era cierto que en los baños se conseguían los mejores chismes.

—Voy a vengarme, nadie me quita lo que es mío.— supuse que esa era Yuhan, iba a salir pero lo siguiente me paró— Y esa extranjera, no sé lo que busca aquí, debería irse por dónde vino, quién se cree al venir a una escuela Élite, le daremos la bienvenida.— Se echó a reír y no quise pensar que se referían a mí, habíamos varios extranjeros pero era cierto que le había agradado al primer profesor, ya que entré una semana después pero estaba al día con todos los deberes, me tomaba muy en serio mis estudios, además no podía perder mi beca, alejé esos pensamientos de mi cabeza, no quiero asociar que su conversación me incluía.

Al salir las chicas ya se habían ido, lavé mis manos, comencé a buscar a Channel, ella seguía hablando con la misma chica, me lanzó una mirada de socorro así que me encaminé en dirección para salvarla del parloteo. A continuación, todo el mundo se pegó a los casilleros entre susurro, yo me quedé plantada allí sin saber que estaba pasando, un chico venía desde el pasillo más lejano, llevaba un gorro negro, lentes como accesorios, un jean rasgados con una sudadera negra arremangada.

Llegó hasta mí y se quedó viéndome, acaso nos enamoraríamos a primera vista, parecía muy serio y eso le daba un aire de atracción a lo misterioso.

—Muévete, estás a mitad del pasillo. — Pestañee dos veces ante sus frías palabras. Mi amiga me tomó del brazo halándome hacia ella, el continúo por su camino, yo no salía de mi asombro y casi todo el mundo no disimulaba la risa por mi vergüenza.

—¿Quién se cree para hablarme así? — reaccioné al final.

—No le des importancia, lo mejor es mantenernos lejos de él.

—¿Quién es? — porque su argumento solo aumentó mi vena chismosa.

—Min Yoongi, es el mejor estudiante en el estilo libre de rap, su estilo llama mucho a la atención, así que algunos se metían con el porque creían que presumía, el año pasado estuvo involucrado en una pelea y fue suspendido por un mes, el chico al que golpeó fue transferido, nadie sabe con certeza que pasó, pero desde entonces casi nadie se le acerca, aún con su historial es popular en la Academia por respeto o por miedo. Muchas chicas se le han declarado, pero ninguna Ha logrado siquiera verlo sonreír. — me dijo todo esto aun viendo la espalda del chico alejándose.

—wow, impresionante. — le dije atónita. —¿Cómo lo sabes?

—Esta Academia es Élite en toda la región y aunque el director trata de mantener su reputación impecable, hay cosas que se filtran gracias a los mismos estudiantes. Ven vamos...— dijo cambiando de tema. — Iremos a RJ, después de todo nos falta dos horas para la próxima clase.

—Sí, primero debo dejar esto en mi casillero. — No dimos ni dos pasos cuando un trío se interpuso en nuestro camino.

—Primero, te la quieres dar en sabelotodo con el profesor Park y ahora te atreves a dirigirle la palabra a nuestro oppa. — Miré a mi compañera con cara de: ¿es en serio?

—Además, andas con esta cualquiera. — Se dirigió a Channel y de una vez me di cuenta que eran las chicas que hablaban en el baño, con que sí se referían a nosotras.

—Continua, necesito entenderte, quizás en algún momento digas algo inteligente y coherente. — La chica se sorprendió con mi comentario y sinceramente yo también.

TN, esto no es lo correcto, mejor ignóralas.

—Mientras no se metan conmigo ni contigo podemos llevar la fiesta en paz, es más, mira cómo se enojó y ni le tope.

—Vayámonos, ella no vale la pena— La del medio se giró para irse, pero antes...— Espero que disfrutes tu bienvenida, extrajera.

Su voz sonó bastante despectiva, pero no me importaba, no aguantaría humillación de nadie.

—Debes tener cuidado TN, ellas no tienen nada que perder, pero tú sí. — Sabía que se refería a la beca. — Aunque eso fue muy creativo. — y nos encaminamos a nuestros casilleros. Al llegar, olía extraño, venía un hedor raro, pero no logré identificar exactamente de dónde, por la cantidad de personas que merodeaban por ahí con sus perfumes caro.

—Necesito un café bien cargado, este día no podría ponerse peor. — Y como aquella que no podría cerrar la estúpida boca, al abrir mi casillero una horrorosa pintura roja me ensució toda, olía muy feo. Las personas que estaban en el pasillo lanzaron fuertes carcajadas.

Aún con toda y la vergüenza, busqué la tarjeta que había encontrado en la mañana y estaba igual que yo, no había rastro de un cálido y misterioso mensaje, sino todo rojo. Sacudí mis manos, cerré el casillero con tantas fuerzas que las personas volvieron hacer lo que estaban haciendo.

—Ven, vamos a las duchas. — Seguí a mi amiga con todo el recelo y coraje que tenía, dejando un rastro de vergüenza bajo mis pies.

—Es que no entiendo, ¿Qué les hice? ¿Cómo abrieron mi casillero? — Estaba quejándome con Channel, no la dejaba hablar, porque todo el pique que tenía lo estaba descargando en un fuerte monólogo. Al terminar ella seguía de pie sosteniendo un cambio de ropa, no sé de dónde la había sacado y tampoco me importaba.

—¿Aun quieres ir al café?

—No, no quiero ir a ningún lado, quiero estar en un lugar donde no me molesten. — Los ojos de Channel reflejaron tristeza e inmediatamente me di cuenta de mis palabras y me arrepentí. — No, no hablo de ti, perdón es que...

—Lo sé, lo entiendo. — Medio sonrió, pero una sonrisa que no llegó a sus ojos. — Tienes razón, necesitas estar sola para que te calmes, la azotea usualmente está vacía, así que puedes estar allí.— Y sin más se fue.

Al salir tomé su consejo, no había nadie a mi vista, así que me senté en una esquina, puse mis auriculares reproduciendo las dulces melodías de las canciones de mi esposo Eric Nam.

Pero algo rodó a mis pies, era la reina blanca de algún juego de ajedrez, vi sus pies acercarse, era alto, el sol resaltaba su cabello café, pero no me dejaba figurar su rostro, era como si brillará.

Pero de algo estaba segura... Era él.

Just Dance. 🌞 |JH Y TN|🌞 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora