Capítulo 264. Un Viaje a Bordo de un Carruaje Con Cuernos

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El carruaje con cuernos en el cual viajamos tiembla mientras avanza por la carretera a un ritmo que un vehículo tirado por caballos nunca podría igualar. Su destino es, por supuesto, Argentlapn, la ciudad más cercana a la subsección más transitable del Bosque León Escorpión. Aunque estamos trabajando como guardias, nos encontramos actuando básicamente de la misma manera que lo haría cualquier otro pasajero. No tenemos que hacer nada a menos que seamos expuestos a un ataque.

Un ambiente calmado llena el interior del carruaje. Es una mezcla extraña, una que de alguna manera es relajante y festiva al mismo tiempo.

[¿Quieres un bocadillo, milady?]

Uno de los pasajeros le dio a Fran un regalo.

[Gracias]

Fran aceptó lo agradecida asintiendo con su cabeza.

Un segundo y tercer pasajero pronto imitaron al primero y le ofrecieron a Fran un par de golosinas, que nuevamente aceptó. Su reconocimiento de sus ofrendas hizo que los otros pasajeros a bordo del carruaje reaccionaran con alegría. Hablando de los otros pasajeros, la mayoría de ellos son personas mayores y no evolucionadas quienes habían superado su apogeo. Es precisamente aquel estado de ellos lo que les hizo verla como un ídolo a adorar y entregarle una cantidad casi superflua de respeto. El hecho de que Fran fuese una gata negra, un miembro de una tribu que se sabe que no evoluciona, solo amplificó la admiración que ellos tenían hacia ella.

En otras palabras, el ambiente festivo había surgido por la presencia de Fran. Ella estaba siendo consentida por permitir que los hombres-bestia mayores respiraran el mismo aire que ella. Dicho esto, le habían entregado demasiadas ofrendas para que Fran pudiera sostenerlas; La gran cantidad de bocadillos que le fueron presentados terminaron siendo puestos delante de ella.

Los individuos mayores no son los únicos a bordo del carruaje. Algunos de sus nietos también se encuentran en el interior. Normalmente, uno esperaría que los niños vieran el montón de bocadillos con avidez o envidia, pero no lo estaban. Como sus abuelos, ellos también estaban demasiado ocupados adorando a Fran. En lo que a ellos respecta, ella es una heroína. La combinación entre las actitudes de sus abuelos y sus instintos como hombres-bestia la habían considerado como tal.

Los gritos jóvenes e inocentes de “¡Ebolucionar es tan genial!”, “¡Quiero ser como Fuwan!”, Y “¡Asombroso!” Llenaron nuestro carruaje cuando estos niños pequeños se apresuraron para admirarla.

Una vez más, el ambiente era tranquilo y relajante. Pero, por desgracia, no iba a durar.

[¡M-Monstruos avistados!]

El cochero gritó de pánico cuando vio a un grupo de enemigos en el frente. El contenido de su mensaje hizo que los pasajeros se acurrucaran de miedo y dirigieran sus miradas hacia Fran, como si le rogaran que les trajera la salvación resolviendo la situación.

[¡Milady, por favor! ¡Elimine a las bestias!]

El conductor levantó su voz otra vez mientras recuperaba un poco de su compostura.

[Nn. Entiendo.]

Fran asintió mientras se subía a la plataforma del cochero para mirar hacia adelante.

[M-¡Muchas gracias!]

Diez extraños monstruos con un tamaño y apariencia similares a perros pastor alemán parecían estar esperando por nosotros un poco por el camino.

[¿No puede simplemente pasar? Sólo hay 10.]

[Lo siento, milady, pero ¡estoy a’terrado no será posible!]

Tensei Shitara Ken Deshita Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora