Te emocionaba mucho la llegada de las Cazadoras. Admirabas mucho la fuerza, dedicación, valentía y sabiduría de Artemisa y tu sueño siempre fue formar parte de su equipo.
También para estar cerca de cierta pelinegra.
Eras hija de Afrodita y eso era algo que te restaba puntos, no dejaste que tu sangre divina fuera un inconveniente, entrenaste duro para que la diosa de la luna te diera una oportunidad.
Ves a Zoë a lo lejos y no te puedes controlar, corres a ella y la tienes entre tus brazos, de verdad la habías extrañado.
Algunos sátiros se acercan al grupo pese a las malas miradas de las cazadoras, Artemisa pasa a retirarse junto a Quirón.
- ¿Avanzaste mucho en tu entrenamiento? - Zoë pregunta, las cazadoras se fueron a su cabaña dejándolas solas, poniéndose al día de lo que vivieron lejos de la otra.
Asientes - Me falta ajustar unos detalles en mis métodos de combate pero te prometo que muy pronto me voy a convertir en cazadora para estar contigo en la eternidad.
Y lo cumpliste, el próximo verano Artemisa te ofreció ser cazadora al demostrarle tu determinación.
Con Zoë fueron bastantes años donde estuvieron juntas. Nuevos sentimientos formandose entre ustedes, dando el siguiente paso.
Hasta cierta misión donde debían recuperar a Artemisa.
