-44-

881 49 5
                                    

Aquella camilla que me acompaño el primer día en este lugar se encontraba del otro lado de la habitación,por fin me habían sacado de ella y  hoy Marina me llevaría a la base de H.Y.D.R.A., y a golpes y a arañazos me había sacado de la camilla para colocarme las cadenas ocultando las dentro un gran abrigo. Mi rostro lo cubrieron con un a tela negra y me llevaron a un auto, si quitarme la tela comenzaron a conducir un poco, supongo que para que no viera donde me tenían encerrada.

Al pasar un par de minutos, me quitaron la tela, cerré mis ojos y poco a poco los abrí acostumbrando me a la luz —¿A donde vamos?— me preguntó Marina apuntandome con un arma a un lado de mi cabeza.

—Si quieres dispara, no lo evitaré — le dije sin verla poniendo atención al frente.

—Puedo lastimar a alguien más, si es lo que quieres — dijo con burla, sabía que hablaba de Peter por lo cual la miré de manera más que molesta.

—Piérdete.

Ella solo me sonrió para después darme un golpe en la mejilla, no me sobé y solo me acomodé el pelo —soy capaz de enviar a alguien para que lo mate, toma eso en cuenta— me advirtió.

—Finger Lakes— le dije antes de que el conductor iniciara a conducir.

—Me sorprende que H.Y.D.R.A. haya construido una base en un parque nacional — dijo ella a lo que solo la ignoro, miré a mi otro lado, ahí estaba Sebas, me habían dejado en medio para que no escapara. No podía confiar en lo que el me había dicho,  anoche se comportaba como alguien más pero por el momento lo veía ser el ser más frío que he conocido,  en el auto el afilaba sus cuchillos en el camino mientras que Mariana mantenía su mano en su arma sin soltarla esperando que en cualquier momento yo me intentara liberar para poder dispararme.

Lo único que hacía era tocar mis brazos, sentía las vendas y pasaba mis dedos sobre ellas intentando distraerme un poco, antes de venir me habían dejado curarme para evitar sangrar en la calle y así llamáramos la atención. Lo único en lo cual pensaba era como estaba Peter, conociendo lo el estaría sumamente preocupado y no hablar de MJ y Ned.

—Déjate de tocarte, te harás sangrar de nuevo —me advirtió Mariana mientras revisaba su teléfono —no quiero tu sangre en mi auto—.

—No te preocupes, la única sangre será la tuya — le sonreí.

fue un momento oportuno,ya que el auto se detuvo en lo que parecía ser el estacionamiento, lograba reconocer algunas cosas del lugar y otras parecían ser nuevas. Nos bajamos de auto, pero antes noté que de otros autos bajaron más hombres —comienza a caminar— me dijo Marina mientras que en la parte de abajo de mi espalda sentía su arma.

—¿Tienes miedo, o por qué traes a todo un escuadrón?.

—No es para ti, necesitaré ayuda si me quiero llevar algunas cosas de H.Y.D.R.A. — dijo mientras caminábamos, la gente no nos ponía atención y los que lo hacían solo se alejaban.

Iniciamos el camino hacia en bosque, había mucha luz de día así que no tuvimos problema alguno, solo caminaba recto recordando el camino a la base. Aunque no fueran lindos los recuerdos y me hubiera gustado olvidarme de ellos, no podía. Seguí caminando hasta que me tiraron de un brazo,  no dude en gruñir por el pequeño dolor que me produjo, al mirar de quien se trataba vi a Sebas mirándome con una amplia sonrisa antes de apuntarme a donde estaba Marina, ella movió un par de piedras para sacar lo que parecía una lamina oxidada con claras marcas del símbolo de H.Y.D.R.A.

—Estamos cerca — les dije antes de retomar el camino.

Seguí caminando hasta que pude ver el lugar ahora cubierto de plantas, los pedazos de cementos y las grandes varillas adornaban el lugar que ahora parecía un gran agujero, los arboles rodeaban el lugar. 

Alas || Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora