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Ambos vestidos y con nuestros trajes de pelea subimos a la nave, listos para ir a pelear a Nueva York, una vez que emprendimos el vuelo encendí mi teléfono y marqué en número de Peter.

—¿Hola? —lo escuché al otro lado de la línea.

—Peter, Karli esta en Nueva York —dije con un poco de preocupación.

—¿Necesitan ayuda con eso?

—No, solo te pido que no te involucres en esto —dije escuchando como se quejaba —no se si también te esté vijilando y prefiero que te quedes en casa cuidando de May.

—No puedo no involucrarme.

—Solo quedate con May por esta vez, confia en mi —dije en un tono de suplica.

—Alex.

—¿Puedes? —supliqué.

—No.

—Por favor.

—Será la única vez —dijo dandose por vencido.

—Te lo agradezco mucho.

—Llama si me necesitas, pero lo digo de verdad, llámame.

—Lo haré.

—Cuidate, te amo.

—Tambien te amo, los visitaré cuando todo haya pasado.

—Si, nos vemos.

Colgué la llamada y suspiré, una cosa menos de la lista —¿enserio djiste la palabra con A? —preguntó Bucky con un poco de sorpresa.

—Si, la iniciamos a decir antes de que nos mudaramos —dije con un poco de nervio, no se cuál sería su reacción.

—Más le vale que sea cierto o no me importará aplastar una araña —dijo con un poco de molestia.

Traté de no prestarle atención a lo que dijo —solo conduce.

—¿Ya te pidió tu mano?

—¿Qué? ...No.

—Tiene que pedirme tu mano, estas avisada —dijo el serio, supongo que quería hacerse el gracioso —nada de casarse a escondidas o algo así.

—Que anticuado eres —reí.

—Lo se, pero así me aseguraré de que vas a estar con la persona correcta —dijo logrando sacarme una sonrisa —esta vez me llevaras a verlo, quiero interrogarlo.

—No.

—Si, necesito afirmar que aún estás a mi cargo.

Me cubrí la cara con las manos —no, que verguenza —dije y el soltó una gran carcajada.

El resto del viaje dejó el tema de lado para hablar acerca de los posibles riesgos de la misión y de todo lo que conlleva hacer este trabajo de superhéroe, bla, bla bla.

—¿Alex, me estas escuchando? —dijo por lo que lo miro confundida —creo que no.

—Lo siento, estoy en la luna —dije observando la ciudad, ya estabamos llegando a Nueva York.

—Esperemos que todo salga bien.

Extendió un auricular el cual tomo y me lo coloco en mi oido, dejamos la nave en uno de los techos de la ciudad y bajamos en un callejón para integrarnos en la calle, supongo que la fiesta ya había comenzado cuando iniciamos a ver militares y policías en el area del edificio donde se llevaría acabo la fila.

—Sam, ya estamos aquí —dije cuando estabamos a unos metros del edificio y colocandome mi mascara.

—Karli debe estar cerca, cuidense —contestó Sam —solicite refuerzos.

Alas || Peter ParkerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora