Betty, una chica de 17 años se translada a Stonwell Prep debido a su gran inteligencia. Por culpa de varios sucesos del pasado, Betty deberá superar su trauma mientras intenta hacer amigos o ¿quien sabe si algo más?
Jughead, un chico de 17 años estu...
Take me back to the feeling when everything was left to find. (Llévame de vuelta a la sensación, cuando todo quedaba por descubrir). "Waves"-Dean Lewis.
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𝐒𝐀𝐁𝐀𝐃𝐎 𝟏𝟎:𝟐𝟖 𝐩.𝐦
El miércoles había pasado y consigo se había llevado al jueves y al viernes.
Ya se había hecho costumbre que la pelirroja y la pelirrosa pasaran la noche viendo películas de suspense.
—Pero me sigue pareciendo una absoluta mierda que me pase una película entera esperando a que todo se solucione y al final todo acabe con un final abierto.—Cheryl se abanicaba con la mano repetidas veces y Toni reía observándola.
—¡Escuchad todos!—Gritó la pelirrosa llamando la atención de Cheryl. Tampoco es que pudiera llamar la atención de alguien más, ya que solo estaban ellas solas.—¡Cheryl se está volviendo igual de dramática que Verónica!—Toni rió y Cheryl solo la imitó molesta.
—Vale, vale, está bien.—La pelirroja obligó a Toni a bajar de la cama mientras la amenazaba con un enorme cojín.
—¿Por qué eres tan buena conmigo?—Cheryl frunce el ceño y la mira perpleja. Realmente esa confesión la había dejado perpleja.
Hace unos minutos ambas se peleaban con cojines y comían golosinas y ahora la conversación tornaría a ser algo más seria y sincera.
—Bueno, me caes bien.—Cheryl cruzo sus dedos, esperando que la pelirrosa lo dejara todo ahí, que no continuara con aquella conversación, pero el destino no estaba de su parte.
No al menos hoy.
—También le caigo bien a Betty y a las chicas, sin embargo no me tratan tan bien como tu...quiero decir. Me tratan muy bien, pero tu eres la que más se preocupa por mi.—Cheryl desvió su mirada hacia la cama donde se encontraba sentada y suspiró.—¿Es que ves algo especial en mi?
La situación se hacía más difícil para la pelirroja, quien escuchaba todas las preguntas que se le pasaban por la mente a su amiga.
—¿Por qué eres así conmigo?
—Porque me caes muy bien, no hay otra razón.—Cheryl soltó un suspiro de indiferencia y se mostró como si la conversación que estaban teniendo no tuviera ninguna importancia. Pero si la tenía. Para ella tenía mucha importancia.
No estaba lista para hablarle de sus sentimientos sobre ella. Si ni si quiera era capaz de decirle a su madre sobre su orientación sexual ¿como le iba a decir a alguien que le gustaba?
