Betty, una chica de 17 años se translada a Stonwell Prep debido a su gran inteligencia. Por culpa de varios sucesos del pasado, Betty deberá superar su trauma mientras intenta hacer amigos o ¿quien sabe si algo más?
Jughead, un chico de 17 años estu...
Necesito que leáis lo que pongo abajo porque es importante y aveces siento que nadie lee lo que pongo, así que, quiero que sepáis que todo lo que pongo suele ser importante y noticias.
Can't help myself got secrets I can't tell. (No puedo evitar tener secretos que no puedo contar). "Play with fire"-Sam Tinnesz.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦
Os molesto otra vez para deciros que no os olvidéis de leerlo y en especial el de hoy, ya esta, era eso, podeis leed tranquilos.
𝐕𝐈𝐄𝐑𝐍𝐄𝐒 𝟏:𝟒𝟖 𝐚.𝐦
Ya eran altas noches de la madrugada y, aunque algunos ya estaban cansados, la mayoría seguían bailando y tomando.
Betty sonreía mientras Jughead le acariciaba la pierna. Ambos hablaban con Toni y Alicia. La pelirrosa se había alejado de Cheryl, pero seguía siendo amiga de los demás.
Cheryl y Verónica llevaban un rato besándose en el baño. Ambas habían hablado sobre la relación que tenían en ese momento y, las dos coincidían con el echo de que, aunque sus sentimientos no estaban del todo claro, sabían que se gustaban.
Las dos chicas salieron del baño y se intentaron separar, pero el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose las hizo mantenerse quietas.
Mia caminó dentro del lugar y Cheryl no dudó en acercarse, mientras Verónica caminaba tras ella y los demás la seguían con la mirada.
—Mia—dijo cruzándose de brazos—no recuerdo haberte invitado a mi fiesta.
La castaña se acercó y alzó la vista, pues Cheryl era más alta—Pues deberías empezar a revisarte la memoria.—Mia dió un paso al frente paso retomar su camino, pero las finas manos de Cheryl la pararon.
—Escúchame arpía. Por si no te ha quedado claro, no te quiero aquí.—dijo asegurándose de dejar un gran espacio en cada palabra.
—Vaya—juntó sus manos—es que lo que tu quieras no me importa una absoluta mierda.—repitió la acción de la pelirroja, separando palabra por palabra por un gran espacio de tiempo.
—Que valor tienes al desafiarme así.—advirtió.—Ahora vete de mi fiesta, ya estas tardando.—la pelirroja dió media vuelta, alejándose de la chica, pero Mia no podía quedarse así, no iba a dejarse humillar.
La castaña caminó hasta encontrar un banco o mesa donde subirse, y una vez encima de una de estas comenzó a gritar para que la gente le echara cuenta.
