Capítulo 48: Paz

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—Nirelle. ¿Cómo estás?

Elrick preguntó al verla con aquella expresión que podría decirse es la primera vez que la joven muestra, y los demás con ella también lo creían, pues aunque siempre mostraba una sonrisa, sentían que había tristeza escondida bajo una máscara.

—Uhm, me siento muy bien —responde con una enorme sonrisa que maravilló a los presentes ante el sentimiento de calidez que se percibía—. Ellos quieren que entres. Al parecer hay algo que quieren hablar contigo.

—¿Conmigo?

—Sí, anda, te esperaré aquí.

El joven volvió a entrar a la enorme sala, y en el medio de esta los nueve jefes se encontraban parados esperando al chico.

—¿Qué desean tratar conmigo? —Elrick trata de ser lo más formal que podía.

—Tranquilo —menciona Esteban—. Sólo queremos pedirte que comprendas lo que acabamos de hacer.

—Le va a ser difícil tener que recoger el alma de tu familia —dice Jean—. Después de todo, ustedes también lo son.

—No la convenceré —responde el joven—. Pero no comprendo, si saben que le va a doler y que puede cambiar el destino de nosotros por nuestros lazos ¿por qué se lo impusieron?

—Digamos que queremos saber el porqué Dios la procura —habla Esteban.

—¿A qué se refieren?

—Tu familia puede pasar al paraíso, pero jamás se han convertido en algún ser al mandato de Dios, como ángeles ni mucho menos Muertes. Y a ella se le permitió conservar este puesto.

—Hablando de eso. ¿Por qué ella tiene prohibido entrar al cielo?

—No podemos decírtelo —el muchacho alzó una ceja confuso—. Si ella está dispuesta a dejar que lo sepas, dependerá de ella el contártelo.

Elrick miró por un momento al suelo, quería conocer más detalles sobre la vida de Nirelle, pero sentía que ella no le contaría nada.

—Chico, ¿te gustaría ver como es el paraíso? —menciona Esteban con una sonrisa amable.

—¿Ver el paraíso? —el joven estaba sorprendido, ¿cómo era posible que le hicieran esa proposición? A él, un humano vivo— ¿Por qué?

—No hay un motivo en especial. Puedes ver a tu hermana.

El humano se sintió feliz, poder volver a ver a su ser querido, ¿habría forma de que alguien pudiera rechazar esa oportunidad? Mantenía una sonrisa que denotaba su agradecimiento ante tal gesto.

El humano se sintió feliz, poder volver a ver a su ser querido, ¿habría forma de que alguien pudiera rechazar esa oportunidad? Mantenía una sonrisa que denotaba su agradecimiento ante tal gesto

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—Es un chico extraño —mencionó la Muerte Dorada después de que el chico saliera de la sala—. Mira que perder esta oportunidad.

Elrick declinó la oferta. Resulta que poder ver el cielo antes de que su amiga lo recoja le parece una trampa. Por supuesto que volver a ver a su hermana le encantaría, pero siente que aún no es el momento.

Soy la Muerte [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora