Peeta

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Ahora que los papeles se habían invertido y Katniss era la única evitándome, dándome miradas de reojo y corriendo para otro lado cuando me acercaba a ella, vi cuán molesto y frustrante debió haber sido cuando yo era el que se lo hacía a ella. 

Tomé cada oportunidad que se presentaba para tocarla, para estar cerca de ella, para acercarme y presionarme sobre ella. Yo era el único tratándola como a una presa y ella me devolvía la mirada como un ciervo encandilado por los faros con esos profundos ojos. Sabía que algo iba a tener que suceder de una manera u otra entre los dos. O ella iba a superar todas esas tonterías en su cabeza sobre Poppy y dejarme llevarla a la cama, o iba a decidir que todo era demasiado y no podía ser y cortar y huir como aparentemente había estado haciendo toda su vida.

No estaba seguro de qué resultado estaba deseando, ya que ambos tenían sus pros y sus contras. Por un lado quería desnudarme con ella, enredarme a mí mismo con ella de todas las maneras más obscenas y sucias que se me ocurrieran, pero no quería tener sexo con ella y luego tenerla llevándose todo y dejándome colgando. Tenía la sensación de que si alguna vez terminaba en la cama con Katniss, significaría el fin de mis hábitos de dormitorio de follar y dejar. No había dejar con ella, no teniendo en cuenta lo fuerte que seguía reaccionando a ella después de una década sin ningún contacto entre nosotros dos. 

Como resultado de ello creo que inconscientemente la estaba presionando, tratando de hacerla huir porque sabía desde el principio que era lo que más probablemente iba a hacer. Era su patrón. Yo solo estaba tratando de acelerar el proceso antes de que pudiera invertir más tiempo en ella y el hecho de que la quería tan mal que podía saborearlo. La cosa era, no importa lo mucho que la empujaba, lo cerca que llegaba a estar físicamente, nunca me dijo que retrocediera. Simplemente me dio una mirada de complicidad, como si supiera todas las jugadas antes de que fueran gritadas y ya tenía una estrategia defensiva en mente para contrarrestarlas.

Era viernes por la tarde y yo había estado en Marked, pero mi última cita se había cancelado debido a una emergencia, así que tenía un par de horas libres. Era el día de Finnyck de estar abajo en Saint of Denver, así que sabía que me iba a dar un montón de mierda por estar acechando en torno a la nueva tienda cuando debería estar trabajando, pero no me importaba. Cuando abrí la puerta, me sorprendí al ver su puntiaguda cabeza detrás del mostrador y no la de Katniss. Estaba en el teléfono y solo me puso los ojos en blanco cuando me apoyé en el lado opuesto.

—Te llamaré de vuelta, Rome. Peeta acaba de llegar. —Hizo una pausa y luego sonrió—. Sí, gracias... Estoy muerto de miedo pero voy a superarlo.

Levanté una ceja y él hizo lo mismo hacía mí, solo que con su metal en ella.—¿Qué pasa?—Nada. Solo pensaba que podría pasar por aquí. ¿Qué pasa contigo?¿Por qué estás tan muerto de miedo? Finnyck se encogió de hombros.

—Las cosas están cambiando. Es difícil mantenerse al día a veces. Rome me estaba diciendo que todo es una venganza por ser un imbécil por tanto tiempo.

—¿De qué está hablando? Sigues siendo un imbécil la mayor parte del tiempo. Se rio y se recostó en la silla con los brazos detrás de la cabeza.

—Es cierto. ¿Quieres ser sincero conmigo y decirme la verdadera razón por la que estás aquí en vez de estar donde se supone que deberías estar?Porque estoy jodidamente seguro de que tiene algo que ver con nuestra guapa nueva gerente de la tienda.

—No quiero contarte mierda. Soltó un bufido y me dijo:—Ella tenía una reunión con el serígrafista. Debería estar de vuelta en una hora o algo así. Esos diseños que dibujaste fueron brutales, amigo. Me encogí de hombros con indiferencia.

—Sigo esperando a que tú y Nash me den algo que pueda darle a ella. Dejó caer los brazos y se puso de pie cuando la puerta principal se abrió.

—Mi mente ha estado en otras cosas últimamente. Te los voy a traer en breve. Prometido.Saludó a un cliente y me volví para subir las escaleras. Él me detuvo diciendo mi nombre.

Peeta Mellark (EVERLARK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora