Peeta

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Guau  amigo, este lugar... es épico.

 Finnyck emitió un silbido mientras atravesábamos el lugar vacío que iba a ser el hogar de la nueva tienda. El tiempo siguió pasando, y antes de que lo supiera, los meses habían pasado y todavía no había visitado el lugar. Ahora me sentía como un perdedor porque era épico y estaba metido entre dos de los restaurantes más concurridos de BaJa, frente a un popular bar de deportes, justo a la vuelta de la esquina de todas las cafeterías y las tiendas que atraían a la gente a BaJa en primer lugar. Estaba justo en el corazón de la próspera ciudad y tenía mucho más estilo y era más moderno que Marked. Me sentía seriamente fuera de lugar aquí. Me froté la nuca y miré a Finnyck por el rabillo del ojo. No encajábamos exactamente aquí, y no tenía idea de cómo él y yo, dos tipos del estilo de cerveza y alitas de pollo, se suponía que hiciéramos de un lugar que lucíacomo mimosas y caviar un negocio que generara dinero. Sentía que asustábamos a los locales solo estando aquí, y había tanto trabajo qué hacer. Todo era abrumador. Antes de que Phil nos atara a este lugar, había sido un tipo de exótica cafetería y tienda de té. De ninguna manera estaba puesto para ser una tienda de tatuajes, razón por la cual Finnyck y yo nos habíamos tomado la tarde libre para analizar el lugar y reunirnos con el amigo de Gale para que él pudiera ver el lugar y decirnos qué creía. Pensé que parecía una apuesta arriesgada, pero Finnyck estaba intrigado por ello y estaba completamente a bordo con la idea de Gale de expandir lo que hacíamos y convertir la parte de arriba en una tienda. Además, le debía a Phil al menos hacer realidad su sueño.

—Vamos a convertir esto en una tienda tan genial. —Finnyck sonaba tanseguro de ello. Deseaba tener su entusiasmo, y en verdad algo de mi vacilación venía del hecho de que la salud de Phil declinaba en forma constante. Yo veía la enfermedad marchitarlo, y no había nada que pudiera hacer al respecto. Así que invertir en la tienda, entusiasmarme tanto como Finnyck lo estaba, me parecía que ni siquiera esperaba a que Phil se hubiera ido para cumplir sus deseos. Además, él todavía me presionaba para que le pidiera a mi madre las respuestas a todas las preguntas que tenía, y yo no quería perder algo del tiempo que nos quedaba discutiendo sobre eso con él.

—Siento como si fuéramos a ofrecerles a nuestros clientes agua con vitaminas y toallas calientes, tan lujosas como la zona. Finnyck rio y caminó hacia la puerta de vidrio al frente para dejar entrar al tipo que golpeaba. Se estrecharon las manos, y ahora que podía ponerle un nombre al rostro, sabía que lo había visto en la silla de Gale más de una vez. Zeb Fuller era un tipo grande con cabello oscuro y un rostro serio y sin sonrisa. Éste no era un tipo que parecía haber vivido una vida fácil y sin preocupaciones. Tenía el estilo de tatuajes de la vieja escuela que era característico de Gale en ambos lados del cuello y asomándose por las mangas de su camisa de manga larga. Se acercó y estrechó mi mano también y permitió que su mirada analizara el espacio mayormente vacío. Lucía como el tipo de hombre que podía destrozar el lugar con las manos desnudas y luego volver a construirlo. Podía ver por qué Gale lo había recomendado.

—Lujoso lugar. Reí entre dientes al oír mis pensamientos dichos en voz alta. —Sí. ―¿Así que quieren que lo destruya y lo haga lucir como la otra tienda?¿Cuál es la idea, exactamente? Finnyck y yo compartimos una mirada perdida y luego yo me encogí de hombros.

―No tengo idea. Necesita ser una tienda funcional. Tiene que tener espacio para que trabajen al menos seis artistas y una habitación de piercings que esté separada del resto del espacio. Necesitamos un escritorio frontal y una zona de espera y arriba hay oficinas, pero estábamos pensando envolverlo más una tienda. Él no dijo nada, solo mantuvo los ojos moviéndose alrededor del lugar. Miré a Finnyck, quien me devolvió la mirada y sacudió la cabeza. Yo resoplé una risa.—¿Es obvio que no tenemos idea de qué hacemos? ―Sentí que tenía que preguntar. Zeb sonrió, lo cual lo hizo lucir menos intimidante.

Peeta Mellark (EVERLARK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora