Katniss

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—Tú y mi hermano, ¿eh? 

—Había estado preparándome para esta conversación toda la noche. Hasta ahora había tenido suerte, la mayor parte de la noche fue acaparada por charla de bebes y Ayden poniéndose al día con el resto de las chicas, pero sabía que no había forma de evitar este tema toda la noche. Anne y Cora se habían perdido en asuntos de mamás, Salem estaba en una profunda conversación con Sayer, quien era la hermana de su novio, Gale. Estaba interrogando a la mujer rubia de aspecto elegante sobre la condición actual de su propia hermana, la que dejo tirada la noche de chicas, lo cual aparentemente no era raro, ya que Poppy rara vez dejaba la casa para cualquier otra cosa además de trabajar, según Salem. Saint me había enviado un mensaje hace una hora de que intentaría llegar, pero había habido una emergencia en el hospital, un niñito irrumpió en la sala de emergencias con graves quemaduras sobre la mayor parte de su cuerpo. Por lo que incluso si llegaba a salir del trabajo ahora para un trago, probablemente no iba a querer pasar el rato en el Bar con el resto de nosotras. 

Todo eso condujo a Ayden viendo la oportunidad de preguntarme qué estaba sucediendo entre Peeta y yo, y moviéndose para matar. Sus ojos eran del mismo color ámbar encendido que los de Peeta, lo que era un poco desconcertante cuando me miraba fijamente. No podía distinguir si hizo la pregunta esperando una respuesta sencilla o una explicación, o si solo estaba declarando el hecho de que estaba, de hecho, durmiendo con su hermano de una manera extremadamente frecuente. Me aclaré lagarganta un poco nerviosa e hice rodar la botella de cerveza que estaba sosteniendo entre mis palmas.

—Me gusta. —Hice una mueca cuando sus cejas negras danzaron hacia arriba, y le di un encogimiento incomodo—. Me preocupo por él. 

—Por cómo iban las cosas, estaba en camino a estar locamente enamorada de él, a pesar de que el viaje me estaba provocando un traumatismo cervical. Nunca sabía cuál Peeta iba a conseguir cuando fuera a su casa después de que el Bar cerrara o cuando él apareciera en mi puerta durante la noche. A veces era el divertido y encantador coqueto que estaba solo para el placer y los buenos momentos. A veces era el chico tranquilo y melancólico atrapado en el pasado obviamente ahogándose en remordimientos, pero incapaz de seguir adelante. A veces era el hombre rudo y demandante que quería más de lo que estaba dispuesta a darle, el hombre que todavía le gustaba presionar y practicar juegos. A veces era el hombre ingenioso que obviamente estaba destinado a otra cosa que servir en un bar de mala muerte. Toleraba todas esas versiones de él, porque más a menudo que no, obtenía al chico con el que quería estar por siempre. La ingeniosa versión, demasiado-inteligente-para-su-propio-bien, diabólica y fácilmente entrañable de Peeta, que solo hacía su aparición cuando olvidaba preocuparse por todas las cosas que había hecho e ignoraba todas las formas en las que esta significativa cosa innegable entre nosotros podía salir mal. Ese hombre hacía que tolerar y navegar en torno a todos los demás valiera la pena y esfuerzo si solo aparecía de vez en cuando. 

—Preocuparse por Peeta puede ser una tarea agotadora. 

—La voz de Ayden era ronca, incluso aún más por el tequila que había estado bebiendo a un ritmo constante por la mayor parte de la noche. Si hubiera bebido tanto como ella, estaría en el piso en posición fetal bajo la mesa. Ayden ni siquiera parecía borracha mientras sus ojos estaban fijos en los míos. Podía sentir su peso y dimensionar como se sentía acerca de mi relación con su hermano mayor. 

—Puede ser. —Pero cuando el Peeta que yo quería amar se encontraba cerca, valía la pena el cansancio. Ambas nos dimos la vuelta para mirar hacia la barra, en donde Peeta observaba nuestro intercambio con ojos entrecerrados. El Bar se hallaba bastante lleno, por lo que Dixie y la chica nueva, Becca, nos habían estado atendiendo la mayor parte de la noche. 

Él se detuvo para abrazar a su hermana y plantar un fuerte beso en mi boca con una mirada de advertencia para Ayden antes de que se dirigiera de regreso a la barra. Era una declaración que no podía dejar pasar. Sabía que ella iba a querer intervenir en la situación, pero hasta ahora no había ido realmente como esperaba. En vez del interrogatorio u obvia desaprobación, parecía extrañamente curiosa mientras me observaba mirarlo. 

Peeta Mellark (EVERLARK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora