━━━━ 𝑬𝑿𝑪𝑯𝑨𝑵𝑮𝑬
❝ Lo logré, me dieron el intercambio❞.
Donde Emma logra después
de mucho esfuerzo y
pesadillas un intercambio
a la UCLA en Estados Unidos.
O
Donde Emma gracias a un
intercambio conoce a amigos
increíbles, f...
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Mi vista se encuentra oscura y mi boca seca, paso mi lengua por mis labios y me remuevo en donde estoy acostada, una suave caricia de siente sobre mi espalda completamente desnuda, sonrió levemente y se quien esta pasando la yema de sus dedos por mi pequeña espalda.
Las caricias me abandonan por un segundo para empezar nuevamente en el hemisferio derecho de mi rostro. Siento el colchón temblar cuando se aproxima coloca su mano fija sobre mi mejilla y su dedo pulgar acaricia la comisura de mis labios, la respiración tranquila se acerca a mi con lentitud y finalmente siento un leve dolor en la punta de mi nariz, me había dado un mordisco suave en la nariz.
— Canibal — rió sorprendida abriendo los ojos observando cómo me miraba fijamente, sonrío de lado — ¿ahora eres Edward Collen? — pregunto adormecida frotando mis ojos al sentir un fuerte rayo de sol sobre ellos.
— Se puede decir que si — suelto una pequeña risita para cercarme más a él y pasar mi brazo por su abdomen.
— Te falta lo pálido y lo guapo.
— Soy guapo — se queja Josh apretándome contra su cuerpo.
— Si, lo que digas — sonrió contra su pecho al escuchar un jadeo de molestia — oye, mmmmm ¿cómo llegamos a tu cama? — pregunto acariciando su abdomen marcado que sorprendentemente no tenía ningún bello.
— Nos teletransportamos, Emma, es un nuevo poder que tengo ¿sabias? — habló con un notable sarcasmo, separó mi cabeza de su pecho y hago un puchero molesto contra él.
— Te odio por ser malo conmigo — ladeo la cabeza y veo cómo sonríe mirándome fijamente.
— Me amas, como yo a ti — sin poder evitarlo sonrío también y me acercó a sus labios dejando un pequeño beso sobre sus labios — iugh, no nos hemos lavado los dientes — dice con un fingido tono de asco separándose de mi rostro con una mueca en la boca.
— Pues no te beso nunca más — hago el intento de levantarme de la cama, pero Josh toma de mi cintura tirándome abajo colocándose sobre mi aplastando mis pechos con su fuerte torso.
— Era broma, bebé.
Sonrío observando a Josh siendo iluminado por los rayos de sol que entraban levemente por la ventana. Me quedo un largo tiempo observándolo hipnotizada por la pureza que transmitía en ese momento con el cabello revuelto, sin camisa dejando al aire un par de marcas color violeta en su clavícula y un puchero en su rostro junto a sus tiernas mejillas infladas.
Josh era realmente la persona más hermosa que había pisado este puto mundo.
Nadie merecía tremenda obra de arte, bueno, solo yo.
