Capítulo 37

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La cálida y húmeda lengua de Josh entro en mi cavidad bucal formando un morboso y lujurioso beso entre ambos

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La cálida y húmeda lengua de Josh entro en mi cavidad bucal formando un morboso y lujurioso beso entre ambos.

Mis manos se dirigieron curiosas por toda su espalda intentando memorizar cada parte de ella, hasta llegar al inicio de su camiseta metiendo mis manos bajo ella sintiendo bajo mis suave tacto como su espalda se contraía colocándose tensa, sonrío contra el beso y tomo la orilla de la camiseta color negro para tirarla hacia arriba con ayuda de mi novio.

De un rápido movimiento me encuentro nuevamente en las piernas de Josh, sus manos en mi trasero entregando suaves toqueteos sin llegar a ser demasiado, mis manos agarran con fuerza su cabello al sentir como dejaba mis labios y bajaba poco a poco a mi cuello con un rastro de besos húmedos dejando una huella de estancia sobre mi piel, se separa un segundo de mi y mira mis ojos como si pidiera permiso al tocar, coloca sus cálidas manos debajo de su camisa haciendo que me estremeciera por el cambio de temperatura.

Sonrió y llevo con lentitud mis manos a los botones de la camisa de pijama azul con rayas que me había entregado hace solo minutos el chico y desabrocho con todo el tiempo del mundo botón por botón con la atenta mirada de Josh sobre mis pechos, que ahora por la ida de la cálida camisa se encontraban descubiertos en su totalidad por mi falta de brasier.

Observó con una sonrisa de lado al castaño que vuelve a su tarea anterior de besar mi cuello con ahora acceso a mi clavícula, bajando con lentitud al valle de mis senos, haciendo que soltara un leve jadeo de sorpresa al sentir sus labios sobre mi sensible pezon.

Muerdo mi labio para acallar mis gemidos y tiro mi cabeza para atrás mirando el techó blanco sobre nosotros, las manos del castaños permanentes en mi trasero apretaron levemente este haciendo que un gemido saliera sin poder controlarlo. Bajo mi mirada hacia las avellanas de Josh que me miraban fijamente mi rostro probablemente enrojecido.

El chico con cuidado toma mi espalda desnuda y me apoya en el sofá mirándome por largos segundos interminables.

— Eres una obra de arte — susurra y yo sonrió cohibida, sin saber que decir tomo a Josh de la nuca y lo atraigo a mis labios para atacarlos con fuerza.

Las curiosas manos del castaño recorren todo mi cuerpo hasta llegar a la cinturilla de mis bragas, levanta la mirada pidiendo permiso con una leve sonrisa, asiento mordiendo mi labio y las retira con lentitud.

Josh se levanta del sofá dejándome allí acostada con la extraña sensación de extrañar su cuerpo caliente sobre el mío, me medio siento apoyándome en mi brazo y veo cómo baja sus pantalones bajo mi atenta mirada, sus bóxer color negros aparecen en mi vista y seguido de eso se vuelve a colocar sobre mi apoyando sus manos a los dos lados de mi cabeza para no aplastarme.

Josh vuelve a besar mis labios con tranquilidad y dulzura, sonrío en medio del beso y acaricio su nuca concentrándome en el beso lo más que podía, sintiendo un calor intenso en todo mi cuerpo, pero era mucho más fuerte en mi corazón.

Corazón que ya pertenecía a Joshua Bassett.

— Te amo... — susurro al separarme levemente del castaño quien me mira fijamente abriendo un poco su boca, con susto miro hacia otro lado, pero mi cabeza volvió a su lugar por una suave mano sobre mi mejilla.

— También te amo, Emma... — sonríe al igual que yo y nos fundimos en un beso.

El beso sube de tonos drásticamente al sentir cómo el bulto bajo la ropa interior del chico rosaba con mi intimidad descubierta, gimo sobre los labios del chico y Josh jadea al sentir mis dedos enterrarse en su espalda.

Cierro mis ojos con fuerza la sentir como Josh se elevaba brevemente para después volver a la posición anterior ahora sintiendo su miembro descubierto rozar con el mío.

El chico jadea contra mi cuello y toma mi pierna enrollándola en su cintura. Abro mis ojos y jadeo al ver al chico mordiendo su labio mirándome, sus mejillas estaban más rojas que el mismo infierno y se veía extremadamente sexy con un rulo cayendo de su frente cubierta por una leve capa de sudor.

— ¿Segura? — pregunta con la poca cordura que le queda en este momento mirándome tiernamente a los ojos.

— Ya lo dije, Josh, siempre estoy segura si es contigo.

Joshua sonríe en grande para entrar con lentitud dentro mío, su mano se encuentra rápidamente con la mia para entrelazarlas, la sujeto con fuerza al sentir como mis paredes se expanden por el miembro que entraban dentro de ellas.

Gimo fuertemente de dolor, pero se fue acallado por un beso de mi amado, sintiendo la calma y pasión llegar al sentir como movía sus caderas. Muerdo su hombro para no gemir como loca, la pelvis de Josh se movía en un suave vaivén que poco a poco fue subiendo la intensidad.

— Más rápido, no me romperé, cariño.

Coloco ambas manos en la amplia espalda del chico enterrando mis cortas uñas en ella. Josh tiene sus manos fielmente aferradas a mi cintura que apretaba constantemente por el momento.

Largos minutos después de silencios gemidos, besos calientes entre ambos y un sin fin de embestidas el clímax nos inundó, primero a Josh dejando su fluido dentro de mi cuerpo y después yo soltando un fuerte gritito.

Respiro profundamente intentando regular mi respiración en todo momento, el castaño aplasta su rostro contra mi cuello sintiendo su respiración ella provocándome unas cosquillas, sonrío y acarició su cabello húmedo por el sudor, sus manos pasan por abajo de mi espalda sacando con dificultad la cobija que utilizaríamos para ver películas, suelto una risita y nos tapa con ella.

Ahora mi cabeza apoyada sobre su pecho, nuestra respiración iban al mismo ritmo y nuestras piernas estaban entrelazadas, escucho el ya tranquilo latido del corazón de mi novio haciendo cerrar los ojos al sentir la relajación y el cansancio del momento.

Las suaves caricias de Josh sobre mi espalda baja ayudan más a mi sueño y sin pensarlo dos veces me dejo llevar por los brazos de morfeo con el corazón pleno y feliz. Con la tranquilidad de saber que había tomado mi anticonceptivo diario hace una hora.

Sin protección no hay fiesta.

Sin protección no hay fiesta

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Sofiadaaholland

EXCHANGE, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora