Capítulo 17

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La ruidosa alarma se escucho por toda la habitación provocando un bufido mio de resignación para despues levantarme rapidamente y apagarla, camine descalzo a el baño de la habitacion notando por la ventana que en cielo seguio oscuro, claramente to...

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La ruidosa alarma se escucho por toda la habitación provocando un bufido mio de resignación para despues levantarme rapidamente y apagarla, camine descalzo a el baño de la habitacion notando por la ventana que en cielo seguio oscuro, claramente tomando en cuenta que son las seis de la mañana.

Me lave la cara y cepille mis dientes con cuidado para después hacer una coleta desprolija, corrí a cambiarme por una ropa deportiva y bajar a la planta baja junto a mi bolso, ya abajo rápidamente saqué una manzana y un yougurt de marca Soprole, directa de Chile a una tienda internacional al otro lado de la ciudad, no podía comer otro que no sea proveniente de mi país.

Salí trotando de la vivienda con mi mente sumergida en la letra de la canción que sonaba en mis audífonos directos en mi oídos "Grenade" de Bruno Mars, un clásico y con un ritmo realmente alentador para levantarse un viernes en la mañana, tarareaba mientras trotaba y consumía mi yogurt sabor banana mirando a mi alrededor que se encontraba en completa tranquilidad.

Unos minutos después llegue al gimnasio que tenía todas sus luces encendidas y por lo que pude visualizar, estaba solamente el dueño del lugar quien me saludó energéticamente al verme entrar comiendo mi manzana.

— Hey Emma — me acerqué al calvo hombre musculoso.

— Hola señor Roberts — terminé mi manzana y la tire en el basurero más cercano, para acercarme y dejar mi bolso en un casillero sacando mis guantes de box de ellos.

— ¿Cómo va la universidad? — preguntó mientras arreglaba unos informes desordenados sobre su escritorio.

— Todo bien — mire cómo el señor frente a mi estaba con la mirada angustiada sobre los papeles — ¿porque está haciendo esto usted? ¿no debería hacerlo Sarah? — me recargue en el mueble viendo cómo perdía la cabeza intentando organizar todo.

— Renunció y me dejo — lo mire con pena y deje mis guantes sobre la mesa para ayudar al hombre.

— ¿Porque terminaron?

— Me engaño con el de yoga — sorprendida salió un "oh" silencioso de mi.

— Lo siento, pero con todo respeto — terminé de organizar los papeles con facilidad — era una perra — les entregué los informes y tome mis cosas para caminar a las bicicletas para calentar.

— Si que lo era — reí y alce mis hombros viendo al hombre con una sonrisa.

— Pensé que Patrick era gay — empecé a mover mis piernas en la bicicleta mientras que el señor Roberts soltó una risita arreglando una pesa frente a mi.

— También lo pensé, tú sabes — el señor Robert y yo éramos cercanos, era como un padre que me apoyaba siempre, lo cual siempre me faltó — era medio femenino.

— Y tenía una flexibilidad increíble — el señor Roberts levanto las pesas con 150 kilogramos mientras que yo lo miraba maravillada por su fuerza — era como una gata — tras mis palabras me reí y vi cómo el calvo soltó las pesas para reír con su grave voz.

EXCHANGE, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora