EXCHANGE, Joshua Bassett

Capítulo 76

Sosteniendo fuertemente la gran y cálida mano de Joshua abrí la puerta frente a nosotros.

Nos encontrábamos bien, un grupo de rescate había ido por nosotros hace unas horas atrás, nos llevaron a una enfermería y al fin nos habían dejado otra vez en la cabaña que estábamos utilizando para nuestras pequeñas vacaciones.

Apenas colocar un pie dentro de la vivienda una cabellera castaña completamente desordenada se acercó a mi corriendo, solté con cuidado la mano de Joshua sintiendo el vacío al instante que se vió rellenado por el cálido abrazo que me otorgó Liv que se escondió temblando levemente entre mis brazos.

— Estaba muy preocupada — murmuró en un hilo de voz.

— Estoy bien, Liv.

— Estas aquí. Nunca había tenido tanto miedo  — suspiró la chica contra mi cuello, sonreí cortamente.

— Pensé que los payasos te daban más miedo — bromeé y la separé. Pasé mi mano por su rostro y le sonreí mostrando mis dientes dejándole más claro que estaba bien.

— Emma ¿Te sientes bien? — preguntó Dara con una mueca en su boca.

Asentí con la cabeza y me quite el abrigo con mucha dificultad al sentir el cuerpo pesado.

— Necesito un baño caliente — dije con gracia tirando mi abrigo dentro del guardarropas sin importarme qué cayera al piso.

— Te llevo — se adelantó rápidamente Liv, pero negué con la cabeza dándole una sonrisa agradecida.

— Puedo ir sola.

Y tal como lo dije me fui a paso lento del pasillo de entrada dirigiéndome ciegamente a "mi" habitación donde apenas llegué cerré la puerta detrás de mi. Suspiré y me quité toda la ropa que tenía sobre mi en el camino al baño dejando todo en el piso, entré descalza al baño sintiendo la fría cerámica en mis pies y encendí el agua caliente de la bañera, no esperé y solo entre esperando que se llenara poco a poco.

Sonreí aliviada sintiendo como el agua caía poco a poco sobre mi. Estuve aproximadamente una hora entre las aguas tibias y aromática a fresas gracias al jabón que llevaba conmigo al viaje.

A tan solo unas horas estuve al filo de la muerte y ahora estuviera muerta, completamente congelada en medio de la nevada si no fuera por Joshua, mi primer amor, la persona que más amaba en el mundo y que más daño me había hecho.

Joshua había sido mi héroe y estaba muy agradecida con él, realmente lo estaba.

Ahora puedo jurar que fue el mejor baño que eh tomado hasta ahora. Fue tan liberador y cálido que nunca me había sentido tan relajada.

Al salir de la bañera me cubrí con una toalla blanca del mueble. Sacudí mi cabello mientras caminaba hacia afuera, pero mi mano quedó estática en mi cabeza al ver a ese lindo castaño de rulos rebeldes sentado en la orilla de la cama mientras miraba fijamente sus manos.

— Joshua — llamé su atención.

El chico subió su mirada la cual colocó fijamente en mis ojos con las mejillas sonrojadas al verme en toalla.

¿Porque se avergonzaba ahora? Me había visto inclusive desnuda.

— Emma... Yo...

— ¿Que haces aquí? — pregunté confundida afirmando la toalla que cubría mi cuerpo.

Joshua elevó un costado de sus labios en una sonrisa corta y empezó a jugar con sus dedos mirándome un tanto perdido.

— Yo.. Ehh... — tragó gruesamente saliva y relamió sus labios — A hablar.

— ¿Vienes a hablar? ¿Justo ahora? — arqueé una ceja dando un par de pasos al frente aun afirmando la toalla con fuerza.

— Oh, si... Lo siento — se disculpó avergonzado levantándose un tanto nervioso de la cama.

Fruncí mi ceño y lo observé curiosa por sus acciones.

— ¿De que quieres hablar?

— Yo... Yo sentí el puro y verdadero terror hoy, Emma. Nunca había tenido tanto miedo hasta hoy, hasta verte tirada inconsciente en el piso. Y...

— ¿Y? — pregunté impaciente dando un paso en su dirección.

— Y te amo. No sabes cuanto duele estar sin ti, Emma — el silencio me inundó, no sabía que decir. Él divagó un poco — ¿Te acuerda cuando vimos El Stand de los besos y dijiste que te gustaba la idea del perdón con el helado? — cambió de tema caminando hacia mi.

— Si.

Claro que recordaba, yo nunca olvidaba nada.

Recordaba perfectamente ese lindo y tranquilo día donde ambos estábamos recostados despreocupados del mundo en su cama, yo solo llevaba un de sus camisas y él iba en bóxers por todos lados, tampoco olvidaba lo feliz que había estado ese día, a su lado con ese amor eterno que sentíamos.

— Pues sé que no es lo mismo — murmuró por lo bajo acercándose más a mi, llevó su mano a su bolsillo delantero — Pero no te traería helado después de casi morir de frío y te traje esto — sacó a tientas un anillo de dulce de un color rojo. Apreté mis labios intentando contener la sonrisa al recordar el significado de eso para mi — Sé que fui un cobarde, lo reconozco, me cegué y me rendí fácilmente, seguí el sueño que tenía desde pequeño, pero ahora tengo un nuevo sueño, estar contigo, para siempre. Te amo, Emma — dió los últimos pasos llegando frente a mi, tomó mi mano que colgaba libre, mientras que la otra estaba afirmando la toalla y colocó ese colorido dulce en mi dedo anular — Y ahora no me rendiré contigo, lucharé hasta conseguir todo tu perdón, se que estás palabras no son suficientes, pero espero que logre aunque sea un 5% de tu perdón.

— Te doy un 15%, solo por el dulce — dije en un suspiro.

Josh sonrío feliz con esos brillantes ojos mirándome con una gran esperanza. Sonreí de igual manera. Y no me pude contener más, el sentimiento era real y si era real, me iba a arriesgar.

Suspiré feliz y tomé el rostro del chico entre mis manos atrayéndolo a mi lo más rápido que pude plantando mis labios sobre los suyos en un beso desesperado. Y cuando al fin solté los labios de Joshua después de un largo y anhelado beso, no me arrepentí, nunca podría arrepentirme de él.

— También te amo — murmuré contra sus labios.

Y allí.

Con mis ojos aún cerrados y nuestras narices rozándose sutilmente, sus manos en mi cintura y las mías en su nuca.

Pude sentir otra ves como mi corazón corría sin parar.

¿Esto significaba que volvíamos, no?

Sofiadaaholland