EXCHANGE, Joshua Bassett

Capítulo 54

— Lo siento por lo de antes — le entrego cuidadosamente la toalla a Jessie que se encontraba sentado en mi cama completamente mojado.

— No te preocupes, fue un accidente, además me divertí, fue inesperado — sonrío tranquilo mientras pasaba la toalla por su corto cabello rubio con mi mirada sobre él mientras apretaba mi toalla que me envolvía, fuertemente.

— Pero no tienes ropa, yo no tengo ropa para prestarte tampoco, te irás mojado — le digo con un tono bajo — te dará hipotermia, deberías secarte más rápido, si te expones demasiado tiempo al frío te dará una caída importante en la temperatura corporal. Debes quitar ya la ropa húmeda, envolver tu cuerpo en muchas frazadas, te traeré algo caliente para beber mientras te vas a bañar...

— Hey, hey — interrumpió el chico levantándose rápidamente caminando hacia mi — esta bien, estoy bien, estudio medicina, se que hacer y estaré bien, Matt me traerá ropa que tiene en el auto.

— ¿Estudias medicina? — pregunto ida observando sus grandes ojos azules.

Jessie sonrío sacándose la toalla del cabello y pasarlo por su cuello colgándola — Si, cuarto año.

— Yo también, estoy haciendo mi primer año de cardiología — sonreí levemente mientras sacaba la toalla de mi cuerpo para llevarlo a mi cabello y frotarlo.

— Wow, impresionante ¿Síndrome de Savant? — preguntó tanto como sorprendido y interesado por mi avanzado nivel.

— No Hipertimesia, estudio aquí en UCLA — le comento caminando hacia atrás en busca de ropa en el mueble, sacando con rapidez cualquier prenda en busca de cámbiarme de ropa lo más rápido que pudiera.

— A mi me transfirieron allí, soy de San José.

— Bueno, yo podría enseñarte la facultad — me giré hacia él poco a poco con la ropa en mi mano.

Jessie sonrío de lado acercándose a mi a paso largo y lento quedando solo a unos cuantos centímetros de mi rostro — me encantaría que una chica tan especial y llamativa me enseñara la universidad — levanto una ceja curiosa provocando que soltara una pequeña risa corta mirando hacia bajo en mi dirección — eres especial y eso me gusta.

— ¿Así que llamó tu atención, rubio? — sonrío de lado dejando la ropa a un lado sobre el escritorio que tenía a solo un metro sin quitar la mirada de los orbes azules frente a mi.

— Yo diría que bastante — confesó en un suspiro caminando unos pasos por la habitación en dirección de la puerta.

— Bueno, si es así deberías invitarme a salir, el martes después de enseñarte la universidad — incentivo al chico apoyándome en el el escritorio mientras lo veía entretenida por la sonrisa que colocó.

— Lo haré, pero tendrás que pagar la comida, ya sabes por tirarme a la piscina — me sacó en cara con un toque de sarcasmo, ruedo mis ojos y suelto una risa por lo bajo.