Capítulo 64

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Bufé del estrés al ver cómo el nudo de mis zapatillas se había desatado justamente cuando salía del camerino

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Bufé del estrés al ver cómo el nudo de mis zapatillas se había desatado justamente cuando salía del camerino. Tire de un manotazo el bolso repleto de ropa al piso en un golpee sordo en la cerámica y me agaché apoyándome en mi rodilla desnuda amarrando con molestia y una furia desconocida en mi interior. Estaba molesta e irritable desde que coloque un pie a un lado de mi cama al despertar, no sabía la razón de mi mal genio, pero era terriblemente intenso haciendo que me comunicara con solo miradas y gruñidos a las gente que intentaba entablar conversaciones conmigo.

Ya con el nudo hecho me reincorporé con desdén tomando del bolso en un movimiento flojo empezando a caminar hacia donde ya estaban todas mis compañeras de equipos acomodando sus cosas en la banca mientras hablaban serias. Todos el mundo estaba serio hoy, al fin eran las estatales y todo estaba tenso desde hace ya un par de días al recibir una broma de mal gusto del otro equipo el cual devolvimos el triple de fuerte haciendo llorar a más de ellas al ser cubierta de lodo, siempre sonrío al recordar esa imagen, pero ahora no, por mi mal humor que no se podía quebrar con nada.

Bueno, quizás mi mal humor se podría asociar con que Jessie, mi lindo y amable novio al cual rechacé cuando intento intimidar conmigo más de una vez, se había colocado un poco tenso yendo de viaje a su ciudad natal, San José, dejándome con una duda de cómo se sentía antes de irse. Jessie se había despidos con una media sonrisa y un suave beso en mi frente sin decir nada más que un "adiós, te quiero".

— Hey — saludó casualmente Kelly pasando por mi lado rodeando mis hombros con su largo brazo.

— Hey... — salude en un tono más bajo haciendo el mayor intento de no tratarla mal.

— ¿Nerviosa? — preguntó en un susurro tirando de su bolso a la banca con su brazo libre, hice lo mismo después de ella quitando su brazo suavemente.

— Segura — corregí con fuerza mirándola a los ojos sintiendo la adrenalina crecer en mi pequeño cuerpo que estaba entusiasmado por la próxima lucha entre bandos, el bien, que éramos nosotras y el mal que era ellas — sé que ganaremos.

— Me gusta esa confianza, Díaz, no podía esperar más de mi capitana — habló de la nada la fuerte y demandante voz de la entrenadora Taylor sumándose a nuestra pequeña charla que comenzaba de surgir.

Hice una pobre intento de sonrisa en dirección de la rubia más alta cruzándome de brazos — Entrenadora... — salude con un movimiento de cabeza deshaciendo mi cruzada de brazos para empezar a quitar mi sudadera al ver a mi equipo detrás de mi rubia amiga empezando a calentar.

— Backer, dirige el calentamiento. Díaz, charlemos — demanda la alta mujer dándole una última mirada a la otra rubia que dio un asentimiento con la cabeza retirándose trotando de nuestro lado yendo hacia el equipo.

— ¿Necesita hablar conmigo, entrenadora?

— Si, me gustaría planificar la estrategia contigo — respondió con simpleza la mujer sentándose en la banca sacando debajo de esta una pizarra de tamaño pequeño con un marcador colgando de este en un hilo.

EXCHANGE, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora