Capítulo 32

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El sol pegaba fuertemente en mi rostro sin dañarme los ojos gracias a las gafas de sol que portaba en este caluroso día

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El sol pegaba fuertemente en mi rostro sin dañarme los ojos gracias a las gafas de sol que portaba en este caluroso día.

Mi mano inquieta golpean mi muslo al ritmo de la canción desconocida que reproducía la radio la cual era muy buena, la buscaría después. Giro mi rostro observando al iluminado castaño que conducía concentrado en las calles, sonrió acomodándome al ver que llegábamos a la amada playa de malibu.

El auto fue estacionado con cuidado en la acera, bajo rápido del auto sintiendo la deliciosa brisa marina, camino un poco por la arena quitándome rápidamente las zapatillas.

Camino solo unos metros hasta que una mano detiene mi paso, mi cuerpo da un giró de 180 grados mirando a mi lindo novio sonriendo con nuestras cosas en la mano derecha. Josh entrelaza nuestros dedos para empezar a caminar a mi lado por la cálida arena durante largos minutos alejándonos lo más que podíamos de la gente entrando en una pequeña zona rodeada de rocas donde nos encontrábamos solos sin gente a nuestro alrededor.

— Acomodare las cosas — asiento para caminar a la orilla del mar, colocando poco a poco mis pies en la fría agua.

Siento un escalofrío recorrerme completamente y con rapidez me quito la camiseta de talla grande tirándolo en un lugar al azar de la arena junto a los pequeños shorts que llevaba puesto y sin importarme si me bronceaba más por no aplicarme bloqueador solar, me lance al mar corriendo casi tropezando en el camino.

— ¡Ten cuidado! — escuchó un grito a mis espaldas.

— ¡Está bien! — grite de vuelta.

Sonrío para hundirme en la pacífica agua que no provocaba ninguna ola en este caluroso día sintiendo como el agua hacía entumecerme por completo, mi cuerpo se volvió más ligero, salí a la superficie para girarme al castaño parado sobre la arena mirándome fijamente bajo sus gafas negras con una sonrisa en la cara.

— ¡Ven! — grito alegre.

— Emma sal del agua, acabamos de comer, te dará un calambre — suelto una risita burlona para nadar de vuelta.

— Pareces una abuelita preocupada por sus polluelos — habló burlona saliendo del agua a paso lento.

— Es que si te da un calambre la marea te puede llevar ¿y que haré yo si te lleva?

Me acercó a él negando con la cabeza, coloco mis brazos sobre sus hombros — eres exagerado, Joshy.

— Tengo miedo ¿si? — suspiro apoyando su frente con la mía — miedo de que te pase algo y últimamente eh estado asustado todo.

— No pasará nada ¿si? tranquilo — tome su cabello con suavidad acariciandolo — todo esta bien.

— Oh, esto me recuerda a algo — levantó una ceja viendo cómo Josh se separaba rápidamente caminando a su teléfono tecleando unas cosas.

EXCHANGE, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora