Capítulo 9

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Mis ojos se abrieron lentamente por la luz que pegaba fuertemente en mi cara, mis ojos pesaban demasiado, respiré profundamente y me levante de un salto, provocando que me mareara un poco, pero no me importo

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Mis ojos se abrieron lentamente por la luz que pegaba fuertemente en mi cara, mis ojos pesaban demasiado, respiré profundamente y me levante de un salto, provocando que me mareara un poco, pero no me importo. Me acerqué a la cómoda para ver la hora en mi teléfono, había despertado 5 minutos antes de que sonara fuertemente la alarma, reí bajito y camine hacia el baño, en el camino me tope con mi espejo de cuerpo completo, dándome cuenta que aún seguía con el vestido de la noche anterior, reí y sonreí con mis mejillas coloradas recordando la noche anterior, donde conocí a un lindo chico al cual bese sin saber más que su nombre y su profesión, pero no lo sé, mi cuerpo se guió con el latido de mi corazón y ocurrió, lo bese y no me arrepiento para nada, ese beso fue con un sentimiento profundo que nunca haba sentido tan fuerte.

Joshua era especial, lo sentía en mi corazón, pero a la vez era un chico que pronto sería famoso, es decir, peligroso. Peligroso por su vida pública y los fans que tendrá en multitud al hacerse conocer cómo actor, enamorar a cada chica que lo vea, el chico era simplemente perfecto físicamente y nadie lo podía negar, pero ellas nunca conocerían la grandiosa persona que era detrás de su físico.

Camine al baño descalza sacándome el vestido en el camino, metiéndome en la ducha para bañarme con agua helada para despertar de sueño terrible que tenia.

Camine al baño descalza sacándome el vestido en el camino, metiéndome en la ducha para bañarme con agua helada para despertar de sueño terrible que tenia

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Metí las últimas cosas en mi mochila y sonreí con mi teléfono en mano, no sabía cuándo vería otra vez al lindo castaño, pero esperaba que fuera pronto. Colgué la mochila en mi hombro y baje rápidamente topándome con la señora Rodrigo en el camino.

— Buenos días cariño.

— Buenos días — sonreí amablemente para seguir hacia la entrada.

— ¿No desayunaras? — preguntó la amable adulta a mis espaldas.

— Lo siento, iré al gimnasio, comeré alguna fruta y una barra nutritiva en el camino.

— Está bien cariño ¿a cual gimnasio irás?

— A una acá cerca señora, lo vi cuando llegue a Los Angeles, se ve muy limpio y no muy concurrido — el lugar perfecto para hacer ejercicio sin que alguien te moleste.

EXCHANGE, Joshua BassettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora