La Novia De Mi Tío - Juliantina (Terminada)

Capitulo 22

Juliana pov:

No pude evitar sentirme furiosa al ver a Valentina con esa estúpida, sentía que iba a morir de celos, Hanna me decía que debía calmarme que no debía armar un alboroto.

Miento si no dijera que me sorprendí al ver a Valentina entrar en este boliche, habíamos venido con Hanna a despistarnos un poco, necesitaba dejar de pensar un poco en Valentina. Y Hanna tuvo la gran idea de venir aquí.

Pero todo entusiasmo se fue, cuando vi cruzar por las puertas a Valentina, junto a esa latina que la había visto en su casa, al parecer ellas tenían algo, pero nada arruinaría mi noche, menos Valentina.

La noche iba perfecta, hasta que un momento mire a un costado y vi a la mujer que había ingresado con Valentina, besarse con otra chica, entonces comprendí que ellas no tenían nada. Pero si su amiga estaba allí, donde estaba Valentina, mire a la pista y la vi bailando con una morena, que para mi entender era una desubicada porque intentaba con todas las formas toquetear a Valentina.

Mire a Hanna que veía lo mismo que yo, en el momento que quise ir a poner en su lugar a manitos sueltas, Hanna me tomo del brazo.

-Tranquila, al parecer ella también esta incomoda- dijo Hanna mostrándome que Valentina retiraba las manos de esa mujer del cuerpo de ella.

Sonreí, Valentina sabia como hacerse respetar.

Minutos pasaron en que no vi a Valentina con esa estúpida, le dije a Hanna que me acompañara a buscarla.

No la encontramos por ningún lado, me sentía mal. Pero cuando estábamos a punto de irnos la vi otra vez con esa morena.

Me acerque y vi que tenía agarrada a Valentina, pero ella intentaba soltarse y no podía.

-Está todo bien amor?- pregunte y sentí mi corazón latir muy fuerte por la palabra "amor" que salió de mi boca.

Vi como la mujer que agarraba a Valentina, la soltaba.

Escuche que Valentina me decía "no", pero antes de que empezara a hablar le tome en mis brazos y la bese, la extrañaba tanto.

-Te extrañe- le dije.

Sentí que se aferraba más a mí.

-Yo también te extrañe mucho- me dijo y pude jurar que mi corazón se saldría de mi pecho.

-Vámonos de aquí- le dije.

-Por favor- me dijo Valentina.

Le hice señas a Hanna que me iba, ella asintió con la cabeza y levanto la copa en señal de felicidad.

Valentina miro con el ceño fruncido nuestra interacción.

-Después te explico- le dije- ahora vámonos que me muero por estar contigo.

Valentina sonrió y tomo mi mano, salimos y encontramos justo un taxi a las afueras del boliche.

-Por dios no sabes cómo te extrañe- le dije mientras la besaba no me importaba que el chófer del taxi nos mirara con una cara de pervertido.

-Yo también, te extrañe tanto, pero no podemos hacer esto- me dijo Valentina y yo la mire confundida- tu, tu novia nos vio salir juntas, no piensas que se enojara, aparte no entendí sus señas.

-Es porque no es mi novia, es mi amiga- le dije tomando sus labios, había extrañado tanto sus labios.

-Qué?- dijo separándose para mirarme- si tú, ella, tu casa, la comida- me dijo algo confundida.

-Todo fue una farsa, lo hice para hacerte sentir mal- dije bajando mi cabeza- lo hice porque tú estabas muy cariñosa con mi tío, y creí que pagarte de la misma manera, haría que te sientas igual que yo- dije arrepentida.

-Ese mismo día, hable con Hanna, ella entendió y me dijo que luchara por ti, que te buscara y te dijera la verdad, pero cuando llegue a tu departamento estaba esta mujer, mejor dicho esta mujer salía de tu habitación, y yo pensé lo peor-dije tocando sus labios y dejando un beso- y me fui de ahí, sabiendo que te había perdido para siempre.

-Juls, ella es una amiga de toda la vida- me dijo Valentina, mientras entrelazaba su mano con la mía.

-Lo sé, lo confirme hoy cuando la vi en ese baile besándose con otra mujer, que no eras tú- dije apoyando mi cabeza en su hombro- pero aun estas con mi tío y te vas a casar con él, así que me conformare con estas escapadas, de vernos cuando puedas. Y soportar que mi tío te presuma por toda la casa cuando vaya a visitarnos.

-Juliana, con respeto a eso quería decirt......- pero no la deje terminar.

Volví a juntar nuestras bocas.

-Te quiero, y soportare eso y mas por tu, porque te quiero- le dije.

-Yo también te quiero Juls, pero....- no pudo terminar porque el chófer nos hizo notar que habíamos llegado.

-Gracias- le dije y pague el taxi.

Valentina bajo y me esperaba para entrar al edificio. Comenzamos a caminar tomadas de la mano, eran las tres de la madrugada así que no me preocupe nadie podía vernos.

Una vez dentro de su departamento, me senté en la sala.

-Quieres algo de tomar o comer?- me pregunto Valentina.

-No, estoy bien- dije levantándome y tomándola en un abrazo- te extrañe- bese su cuello.

-Oh, dios Juls, yo también- me dijo y paso sus manos por debajo de mi blusa, rascuñando mi espalda- llévame a la cama.

La obedecí, tome su mano y subimos corriendo a su habitación, apenas entramos la abrace por la cintura.

-Dios, Valentina, necesito tenerte, necesito tu piel contra la mía- bajando la cremallera de su vestido, y sacándolo sin problemas.

Sentí mi estómago arder cuando note que no llevaba sostén.

-Te gusta lo que ves?- me dijo al ver que no apartaba mi vista de sus pechos, dios quería comérmelos.

-Claro, que me gusta- dije llevándola a empujones mientras la besaba y la tiraba a la cama- dios estoy desesperada.

-Hazlo entonces, pero antes sácate esa ropa- me dijo Valentina.

Asentí y en dos segundos estaba desnuda frente a ella. Me subí a la cama y posicionándome sobre ella comencé a besar su cuello, y acariciar sus costados mientras ella soltaba hermosos gemidos para mi.

-Juls, amor, te necesito- me dijo y baje hacia sus pechos, con una mano apretaba el derecho, con la izquierda bajaba su braga. Y con mi boca me encargaba de su pecho derecho. Sentí sus manos apretar mi cabeza, haciendo que haga más presión en su pecho. Dios la había extrañado tanto, sentía que moriría en sus brazos.

-Dios, Valentina, no te cases, por favor, no lo hagas- le dije. No quería perderla, quería tenerla siempre para hacerla mía.

-No lo hare, no lo hare- decía mientras jadeaba.

Eso hizo mi corazón brincar como loca, y sonreí en su piel, mientras bajaba con mis besos, por su abdomen.