La Novia De Mi Tío - Juliantina (Terminada)

Capitulo 34

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5 meses después:

Juliana pov

-Ah Valentina, no aguanto más- le dije a mi novia.

-Vamos pequeña si puedes, solo uno más- me dijo

-No puedo Val, mis labios no pueden mas ya-le dije- mira están todo rojo ya- hice un puchero.

-Ay mi amor me encantas cuando haces esos pucheritos- me dijo- pero así no me vas a distraer, ahora hazlo, solo uno más.

-Está bien- dije poniendo otro en mí boca.

-Buena niña- me dijo en tono de burla.

Yo solo le saque la lengua y comencé a impulsar el aire dentro del globo, para que este mismo comience a crecer.

Si es mi cumpleaños número 19. Nunca creí que llegara tan rápido, pero aquí esta y lo mejor de todo es que Valentina está aquí conmigo en mi cumpleaños.

-Pasa algo amor?- me pregunto.

Al parecer me había quedado pensando sin darme cuenta de ello.

-No amor estoy bien, solo pensaba- dije- y sabes qué?- le dije acercándome y pasando mis brazos por su cuello.

-No, que pensabas- dijo abrazando mi cintura.

-Pensaba en lo hermoso, que es tenerte aquí conmigo en mi cumple- dije como una niña chiquita.

-Me encanta cuando me hablas así- me dijo Valentina presionándome a su cuerpo- pero yo estoy más feliz que tú al estar aquí contigo- me dijo y beso mis labios

El beso se estaba extendiendo más de lo que creí, cuando sentí que Valentina me levantaba por las piernas y me hacía rodar su cintura.

-Dios Valentina, hazme el amor- le susurré al oído.

Sabía que no podíamos hacerlo, a pesar de tener casi cinco meses de novia, mi papá aun no nos dejaba andar mostrándonos cariño en su casa como el suele decir.

-Juls, sabes que no podemos aquí, tu padre puede entrar a la cocina y nos matará ya sabes sus reglas, por favor no quiero volver a pasar lo de la última vez- me dijo bajándome de su cintura.

Era cierto sería una vergüenza volver a pasar lo de la última vez. Mi padre nos encontró a mí y a la Valentina medio desnudas en el sofá. Pero no era nuestra culpa, ellos habían salido a cenar pero volvieron antes ya que su reservación había sido cancelada sin previo aviso. Al parecer un millonario había tomado todo el restaurante para el solo y su mujerzuela.

-Está bien, esta vez te salvas, pero aún me debes mi regalo de cumpleaños- dije muy caprichosa.

-Lo se amor, lo sé, pero debes esperar, estoy segura te gustara- me dijo guiñando su ojo derecho- ahora termina con ese globo yo iré a adornar el patio, y tu- me señalo- me vas a ayudar también.

-Pero es mi cumpleaños- dije cruzando mis brazos y juntando mis cejas como una niña pequeña- no debería hacer nada, debería estar sentada recibiendo cariño, mimos y regalos por todos lados- dije y golpee el piso con mis pies.

-Eso es lo quieres- dijo acercándose a mí- pues lo siento, porque no cumples 5 años, cumples 19, así que o te apuras y me ayudas- dijo- o no te doy mi regalo.

Sonreí me moría de curiosidad por saber que era lo que tenía Valentina para regalarme. Pero también me entristecía, porque mi mejor regalo seria vivir con ella. Pero mi padre decía que tenía que cumplir 21 para poder hacer mi vida más independiente. Aunque ellos le apoyaron con lo de Valentina, aún tenía que seguir las reglas de mi padre. Solo podía quedarme a dormir en Valentina si ellos me dejaban, y Valentina solo podía quedarse cuando ellos salieran a cenar. Era injusto pero no me quejaba, ellos habían sido muy compresivos con mis sentimientos por Valentina.

-Está bien, vamos- dije tomando su mano y saliendo al patio.

La verdad que casi todo estaba listo, solo quedaba adornar un poco. Y listo, las mesas estaban puestas y la comida casi lista. No había invitado a muchas personas, solo unos amigos míos y de Valentina y mis abuelos.

Dos horas después estaba bajando las escaleras para salir al jardín, todos los invitados ya estaban y solo faltaba yo.

Camine saliendo al jardín. Todos se pararon y comenzaron a aplaudir. Sonreí porque estaba más que feliz. Mis poco amigos, mis padres, mis abuelos, y Valentina. Nada más podía faltar a esta fiesta.

Minutos después de saludar a todos. Tome asiento en mi mesa junto a Valentina y mis padres. La fiesta estaba en total calma, todos comíamos muy tranquilos. Hasta que uno de los mozos que papá contrato se acercó.

-Señor Valdez- dijo el jovencito mirando a mi padre- un hombre está afuera dice que quiere entrar pero no tiene invitación- dijo el mozo.

Mi padre me miro y solo levante mis hombros en señal de no saber quién podría ser.

-Le preguntaste quién era?- le dijo mi padre al mozo

-Lo siento, si se lo pregunté- dijo el joven y me miro, tome la mano de Valentina por debajo de la mesa- dice que es tío de la señorita Juliana.

Sentí mi respiración detenerse, sentí mi corazón detenerse y sin darme cuenta había presionado tanto la mano de Valentina que la escuche gritar de dolor.

-Auch- escuche a Valentina - tranquila- me dijo tomando mi rostro y haciendo que la mirara- estoy contigo.

Mire a mis padres que me daban su apoyo también. No sabía que hacer debía dejarlo pasar, no lo veía desde la última vez que se fue, eso es obvio. Pero nunca respondí la carta que me dejo. Y ahora me sentía la peor persona del mundo.

-Cariño, mírame- dijo mi madre- debes dejarlo entrar es tu tío.

Mire al mozo.

-Dile que pase- dije con la voz un poco apagada.

-Amor tranquila- dijo Valentina presionando su mano en mi pierna- todo estará bien.

No tenía miedo, solo tenía vergüenza. Aunque Valentina parecía seria, sé que también sentía vergüenza, al fin y a acabo ambas habíamos faltado el respeto a mi tío enamorándonos.

-Buenas noches familia- dijo mi tío una vez llegó a nuestra mesa.

Ni siquiera lo había visto llegar, estaba con mi cabeza abajo. Quería que la tierra me tragara. Sentí las manos de Valentina con las mías. Ella estaba ahí conmigo, nada podía salir mal.

Levante la cabeza mirando a mi tío, él tenía una hermosa sonrisa.

-Chicuela feliz cumpleaños- me dijo, me levante y lo abracé.

En un abrazo donde le pedía perdón, donde le mostraba cuanto lo había extrañado y un abrazo donde le decía que lo quería mucho.

-Tío perd.... - pero no pude terminar cuando escuche la voz de Valentina.

-Beltrán, como estas?- dijo Valentina - me alegra que hayas venido.

Y no entendía nada. Ellos se hablaban bien?

-Nunca podría faltar al cumple de mi chicuela- me dijo, yo no había soltado el abrazo aun- y no hay nada que perdonar chicuela, yo te quiero, nada cambiara, eres mi chicuela- dijo

Deje de abrazarlo y mire a Valentina. Con unas muecas me dio a entender que después me explicaría.+

-Bien, hermano querido- dijo mi tío abrazando a mi padre- cuñada- dijo besando la mano de mi madre. Miro a Valentina se acercó y la abrazo- Valentina - dijo y se fundieron en un abrazo.

Mentiría si dijera que no moría de celos. No entendía nada.