Con todas sus fuerzas y sin dejar de verme,
empujó a Pippa. Pippá empujó a Thomas.
Thomas soltó mi mano.Su mano se balanceó en el aire y su cuerpo chocó contra el barandal. Escuché un crujido y lo que pasó después no puedo olvidarlo.
Thomas cayendo al vacío.Se escucharon gritos, lamentos. Pippa se tiró al suelo desmayada, yo me quedé viendo a la oscuridad, sabía que entre esas rocas y el césped marchito estaba el cuerpo de Thomas, pero no lo podía ver. No lo quería ver.
Pippa recuperó la consciencia rápido.
-Vas a decirle a la policía que Thomas estaba ebrio, que quiso violarte y que tropezó.
-No voy a hacer eso-Mi voz sonaba como un susurro.
Me golpeó a la cara.-Si dices que yo lo empujé lo negaré. Eres tú
quien tiene su saliva en su boca, llevas su chaqueta y hay sangre en la chaqueta de Pippa que además es tuya. ¿Quieres ir a la cárcel?No negué ni tampoco asentí. Ella lo había
empujado.-¿Por qué simplemente no digo que fuiste tú? - Dije con lágrimas en mis ojos.
Ella dio un paso hacia atrás.
-Porque así como lo hice con él puedo hacerlo con tu padre... o con tu madre
Mis manos no dejaban de temblar. La chaqueta de Pippa.
Mi chaqueta, la quemé esa misma noche. No fue necesario decir que Thomas había intentado violarme, tampoco hubo testigos.
La policía dijo que había sido un accidente. Un trágico accidente, debido a que en la terraza no había energía o un medio de luz que nos avisara de que el barandal estaba defectuoso.
Yo todavía sentía su aroma, sentía su beso. Su único beso y el plan de estar juntos algún día como novios.
¿Podía el diablo tener más suerte?El pequeño respeto o lástima que le tenía a Pippa se convirtió en odio. El odio que sentía con Paris se convirtió en algo indescifrable. Ahora estaba en sus manos o era lo que pensaba.
Después de ir a la universidad y durante, Paris y Pippa fueron a una universidad importante fuera del país, yo no. Decidí ir a la estatal de diseño y tuve suerte en que me aceptaran.
Mis sueños de seguir adelante y regresar con mi madre crecieron y con el pasar de los años. Lo había logrado.
Pero no olvidaría esa noche. Y tampoco saldría de las garras de mis hermanastras.
-Donde sea que vayas te encontraré. Las
marginales como tú deben estar en el suelo. Y es lo que harás, limpiarás los suelos de la empresa en que nuestro padre trabajó. He escuchado que abrirán el caso de Thomas, y yo todavía puedo hablar y decirles que fuiste tú. Piénsalo, Cinder. Creo que ahora eres más lista. Tú jamás serás alguien. Y además, la chaqueta de Thomas, la tengo yo y tiene tus huellas. Tampoco te olvides de la cicatriz que tienes en tu muñeca donde te rasguñó con su reloj al querer sostenerse de ti. ¿Salvarte? Ya no lo recuerdo. Que esa cicatriz te recuerde que estás en mis manos, Cinder. Siempre lo estarás.Mi mundo se vino abajo y desde hace seis años estoy en las sombras de no ser reconocida. Fui la última que lo vio con vida y parte de mí se culpa.
Murió intentando salvarme.