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Yo: No me puedo creer que le hayas dicho a mi madre sobre Guideon.Mona: Ella tiene poderes lo ha averiguado sola.
Yo: Has sido tú. ¡Deja de hablar a mis espaldas con mi madre! Se supone que yo soy tu mejor amiga. Las mejores amigas no hacen eso. ¡Hay códigos!
Mona: Lo sé, lo sé pero me ha podido más su cara de emoción. ¡Y yo también estoy emocionada!
Yo: Vas a estar emocionada cuando te diga dónde éstoy
Mona me las pagará. Mi madre no debe hacerse ilusiones y mucho menos con Gideon.
Tecleo un mensaje para Mona
Mona: ¡Nooo! ¿Es lo que estoy pensando?
Yo: Depende. Pero si. Te lo cuento todo luego
Mona: ¡Usa condón! No queremos otro pequeño gruñón en la oficina
Yo: Vete a la mierda.
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Me delito echando un vistazo en su closet. Trajesa la medida ordenamos meticulosamente por color. Aunque todos son oscuros. Supongo que cada uno vale cien veces mi sueldo. Un hombre bastante seguro de sí mismo y conocedor del buen gusto. Empezando por sus zapatos perfectamente alineados. Corbatas, camisas y demás. Su pequeño paraíso de moda me asombra y me da envidia.Salgo de aquí antes de que se dé cuenta que no estoy y corra a buscarme al bar. La cara que debe haber puesto Paris cuando no lo encontró al salir del tocador de mujeres tuvo que hacer sido divertida
Maldita loca. No puedo creer que haya querido hacer algo como eso.
—Ella...
La voz de Gideon me asusta en la oscuridad.
Hay un profundo silencio y solo se escucha la respiración de él y la mía. Ni siquiera los autos de afuera se escuchan desde aquí.
Me acerco a su rostro. Tiene una mano sobre su cabeza y la otra en su estómago. Bajo su mano de su rostro y me detengo por un instante que hace más largo viendo su cara.
Su hermosa y larga barba. Su perfecta y respingona nariz y sus labios... Gruesos y suaves. Al menos en el auto se quitó su chaqueta. Y mis manos tiemblan demasiado para poder desabrochar su camisa de botones.
No sé si pueda irme si veo lo que hay debajo.—Por favor, no huyas...
De nuevo me habla. ¿A qué se refiere con que no huya?
—No huyas de mí, Cenicienta.
¿Cenicienta?
Ha unido mis dos nombres. Que en español significa. Cenicienta. Siempre he odiado mi nombre por eso.
Pero ahora, no puedo sentir el mismo odio viniendo de él. Porque sé que por un instante ha visto más allá de lo que cualquiera en años pudo ver.Incluso mi familia y las personas que ahora ya no están. Y no los culpo. Nunca he sido un libro abierto y no sé cómo Gideon puede ver eso, lo que no se ve.
—Gideon.
—Por favor, quédate… no me dejes tú también.
¿También?
Alguien ya lo abandonó. ¿Alguna ex novia?Desde luego, pero no entiendo cómo alguien podría dejarlo, romper su corazón. Porque sé que alguna vez tuvo uno y lo sigue teniendo pero está manchado de alcohol. Me dijo que yo puedo o más bien, soy más adictiva que cualquier cosa.
Ojalá pudiera considerar dejar de beber y si me acepta como soy, entonces me quedo. Me quedaría lo suficiente para salvarlo de la
oscuridad que lo atormenta.Me quedaría para darme una oportunidad de verdad. No espero que estemos juntos para siempre y desde luego no estoy enamorada.
Pero si me quedo lo suficiente eso podría pasar… y me temo que será doloroso. Porque ni en un millón de años podría estar con alguien como él.Pero al menos esta noche.
Me puedo quedar.Me meto junto con él a la cama. Busca mi calor y enreda sus dedos en mi cabello, abrazándome y respirando en mi cuello. No estoy acostumbrada a estar así de cerca de un hombre y mucho menos en su cama.
Esta locura tiene que acabar, mañana le diré quién soy y si aún quiere que me quede, me quedaré, peroaunque eso suceda, todavía existe un problema mayor.
Paris y su obsesión con él.