Capítulo 22

3K 171 1
                                    

Se aparta para verlo a la cara. Debo estar roja. El busca su bebida y la toma de un solo sorbo. Es cuando me doy cuenta de lo que quiero y no es salir corriendo, al menos no sola. Está equivocado si piensa que puede
tenerme.

Primero lo tendré yo a él y será él quien quiera más de mí. Lo bajaré de su nube y lo golpearé a la realidad.

—No me intimida, señor Graysson. Al contrario. Ha quedado expuesto, que ahora mismo solo pienso en una cosa

Me mira de soslayo.

—¿Qué cosa?

Esta vez soy yo la que se acerca a él y no susurro en su oído, más bien en su boca.

—Me ha enfadado, me ha faltado al respeto
hablándome de esa manera. Por lo que no tengo otro remedio que demostrarle que sí, en verdad no soy como esas mujeres. Yo seré quién lo deje deseando más y aterrizará tan duro que no volverá a creerse tal cosa que acaba de soltarme. Yo le demostraré que habemos mujeres fuertes, mujeres decididas que están dispuestas a tener una noche y evitarse la caminata de la vergüenza. A evitar llamarlo al móvil al siguiente día para quedar de nuevo o peor, necesitarlo. Yo le demostraré que usted puede ser una de esas noches cualquiera. Y mi satisfacción será que nunca volverá a verme ni yo a usted. Me ha enfadado tanto que no tengo otrareparación que ordenarle que me saque de aquí para que me haga todo eso que dijo antes. Si es que me dejo y me apetece. Ahora señor Graysson con todo respeto, ¿Cree que pueda soportarlo?

Lo dejo con la palabra en la boca cuando doy media vuelta y camino lejos de él. Me falta aire a pesar de estar aquí arriba.

Siento la cara caliente y me desconozco. Es lo que pasa cuando te comportas como un hijo de perra conmigo.

Gideon piensa que es irresistible y que si paso una sola noche con él no seré la misma. Será él quien no será el mismo al darse cuenta que no soy una de sus modelos.
Sino más bien la chica que limpia el suelo de su compañía y la que sirvió mal su café.

—Ella—Me llama pero lo ignoro.

Bajo corriendo las escaleras sin miedo a tropezarme y escucho el murmullo de la música. Es suficiente por una noche. Mis hermanastras están aquí y temo que puedan reconocerme. Los chicos la están pasando bien, por lo que no les molesto con ir a decirles que me retiro por esta noche.

Voy en busca de un taxi a la media noche. Hay muchas personas caminando entre ellas ebrios saliendo del club.

—Oye, guapa—Me habla uno y lo ignoro
mientras espero un taxi— ¿Quieres compañía está noche?

—Déjala en paz—Le dice su amigo. Adivino
torpemente en que están en sus veintes. No sé si trabajan para Graysson o son invitados. Da igual.

—Esta perra cree que puede ignorarme, no sabe quién soy yo.

Lo miro con mala cara al escuchar cómo me ha llamado.

—Vete al diablo, borracho de mierda. —Siseo y eso lo hace enfadar.

Se zafa del agarre de su amigo y se abalanza sobre mí, pero antes de que pueda hacerme daño un cuerpo fuerte y duro me protege empujándolo hacia un lado y propinándole un golpe en la cara, dejándolo noqueado en suelo.

—Camina—Me ordena. Yo sigo sorprendida de verlo aquí más que por lo que el borracho me pudo haber hecho. —Sube.

Gideon Graysson aparece en mi rescate y me
obliga a subir a su camioneta. Lo que él no sabe es que todo lo que pasó allá arriba se esfumó con el susto y más ahora que me mira con esos ojos llenos de fuego.

𝗧𝗢𝗗𝗢 𝗣𝗢𝗥 𝗧𝗜 ᯽𝐓𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚᯽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora