Después de que, Paris fuese encerrada en la cárcel por el asesinato de Thomas Graysson. Cinder limpiaba la recepción de Graysson Publicity. Su vida no era diferente y se rehusaba a renunciar a su empleo.Su orgullo era más grande que su estatura.
Gideon la miró a lo lejos, estaba decidido a hacer una cosa. La última vez le había gritado que era un cobarde. Y un Duque con arrogancia—Su majestad se puede ir a la mierda—Le gritó, abofeteándolo y cerrando la puerta de su casa en su cara.
Le dijo que la buscaría de cualquier forma.
Al siguiente día, al siguiente y siguiente, sin importar si lo rechazaba o no.
Gideon estaba hablando en serio.Cinder cuando lo miró que él se acercaba a ella frente a todos, dejó de limpiar el suelo.
Estaba de rodillas, con el overol sucio y perdida en sus pensamientos.
—Gideon—Siseó al mismo tiempo en que se
ponía de pie. Gideon le quitó los auriculares, ella no protestó.—Te dije que no había terminado contigo, mi dulce niña.
—Yo…
—Sh—Puso un dedo en sus labios para callarla— No tenemos que tener nada en común para que seas mía, ¿Recuerdas? Te dije que no iba a superar una noche contigo y aquí estoy frente a ti. No me importa mi traje, ni mi título de Galés.
Gideon sacó una caja pequeña de la bolsa de su chaqueta. En ella contenía el anillo más hermoso que Cinder había visto nunca.
Ahora quien estaba de rodillas era Gideon y
frente a todos ese día le dijo—¿Quieres casarte conmigo?
En un tono conmovedor, Cinder asintió con la cabeza.
—Habla—Le ordenó—Quiero escucharte decirlo alto.
—¡Sí! —Se lanzó hacia él y ambos cayeron al
suelo—Sí quiero ser tu esposa.Cinder aprendió que no debía mirar hacia atrás.
Recordó aquellas palabras que había escuchado en algún lugar.
"Nunca mires hacia atrás. Si cenicienta se hubiera regresado por su zapatilla. No se hubiese convertido en princesa"
En la vida real era que su mejor amiga decidió darle una noche libre y convertirse en su hada de los deseos. La mejor noche de su vida, donde no buscaba un príncipe azul, pero encontró un Duque de Galés y él se enamoró de ella desde la primera vez que la miró.
Bueno, no fue así precisamente, había sido mejor…