Capítulo 39

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𝐆𝐔𝐈𝐃𝐄𝐎𝐍

Desperté esta mañana y ella no estaba al lado mío. En su lugar una jodida nota escrita con puño y letra muy hermosa por cierto, descansaba sobre el escritorio de mi despacho.

— ¿Qué mierda?

Voy a malditamente enfadarme con ella si piensa que soy un hombre superficial y que me importa demasiado a lo que se dedica. Es una mujer que trabaja en un café.

Sabrá Dios por qué la contrataron, pero el café que prepara sabe una mierda. Pero no es lo único que sabe hacer. También logré ver sus dibujos.

No sé si sea una artista o le gusten mucho los
zapatos, pero esa combinación solamente significa una cosa: Tiene el don para diseñar.

A lo mejor no pudo terminar la escuela. O trabaja para pagársela. ¿Por qué mierda me importa?

La chica tiene talento y no debería estar
perdiendo su tiempo en un café que no la llevará a ningún lado.

Aunque mi reacción sea salir a buscarla y decirle que no me importa lo que haga y como tampoco lo que diga la gente de mí, parte de mí me dice que le dé su espacio.
¡Malditos espacios de mierda!
¡Es mía! ¡La hice mía!
Una noche.

Una sola noche bastó para que lo jodiera todo, y me refiero a la noche en aquella fiesta donde sin importar lo que usara, lo que vi en sus ojos bastó para que me jodiera lo suficiente para querer volver a verla y desear hacerla mía. Pero ella tenía que joderlo más.

Tenía que elegirme como su primer hombre que la hiciera mujer.

—¿Por qué, Ella?

Ahora tendré que conformarme con contar las horas para volverla a ver. Pero primero tengo que hacer una visita y averiguar lo que quiero.

—¿Gideon?

—No te sorprendas con verme aquí, Mona—
Digo, sentándome frente a su nuevo escritorio—Trabajas para mí después de todo. Felicitaciones por tu ascenso.

—Y soy tu mejor amiga—Termina—Una muy secreta por cierto, a la que no le enviaste flores por su nuevo ascenso, muchas gracias. ¿Qué se te ofrece? Si vienes a pedirme que te ayude a quitarte otra mujer de encima, lo puedes hacer tú solo, yo ya no me prestaré
para ello.

Pongo los ojos en blanco.
Mona es la única mujer que trabaja para mí y que nunca se interesó por llevarme a la cama.
O más bien, yo a ella. La veo como la hermana mayor que nunca tuve, aunque el más viejo sea yo.

—Listo—Guardo mi teléfono—He pedido dos docenas de rosas para ti hoy. ¿Contenta?

—Muy gracioso, Gideon—Ella no quita su
mirada del ordenador. Se le ve nerviosa y me imagino por qué. Se cree muy lista, pero la conozco lo suficiente para darme cuenta que algo esconde.

—Vas a decirme ahora mismo quién es Ella
Mattis.

Eso lama su atención.

—¿Ella qué?

—Cinder—Cuando digo su nombre ella
palidece—Cinder Ella Mattis. Sé que la conoces, puede que hasta también seas su mejor amiga secreta. La pregunta correcta es, ¿Quién es ella? ¿De dónde ha salido? ¿Y por qué estaba en la fiesta esa noche?

—Son demasiadas preguntas, Gideon.

—Tengo todo el tiempo del mundo.

Cruzo una pierna sobre la otra y espero a que comience a hablar. Si se trata de Ella, puedo estar aquí todo el tiempo que sea necesario. Necesito respuestas, necesito saber qué mujer ha venido a joderlo todo.

—Cinder es mi amiga. Estudiamos juntas en la universidad y la invité a esa fiesta por el día de su cumpleaños, se lo debía. O más bien, ella a mí. De cualquier manera, Gideon. Está fuera de tu alcance. Con Paris alrededor tuyo, es imposible que puedas tener algo serio con ella.

Allá vamos otra vez.
La obsesión o capricho que Paris tenga conmigo me tiene sin cuidado. Jamás la he tocado, ni lo haré. Por muy hermosa que sea, la mujer está loca y si no fuera tan buena en su trabajo y porque su madre es amiga de la mía, no tendría que soportarla demasiado, ni a ella ni a sus locuras.

—¿Qué tiene que ver Paris en esto?

Hay algo que no me está diciendo. Conozco a Mona lo suficiente para darme cuenta de que ha cometido un error en haber mencionado a esa mujer.

—Que Paris no me cae bien.

—El sentimiento es mutuo, pero no has
respondido a mis otras preguntas.

—¿Por qué no me dices mejor qué es lo que
quieres, Gideon? Entiendo que te guste Cinder, o Ella como le dices. Pero…

—¿Acaso tengo veinte años? —Digo ofendido— Ella no me gusta, ella me tiene completamente jodido.

Mona se ríe y no me causa gracia alguna. Tiene suerte de que es mi amiga y que pueda decirle un poco por no decir todo lo que me pase.

—Aparece y desaparece ¿Tienes idea de lo que eso significa para mí

—Lo jodiste la última vez.

—¿Y eso cómo lo sabes? —Se da cuenta que fue un error haber dicho eso. Lo sabía, son más cercanas de lo que pensé.

—Es mi amiga, no muda. Y además la corriste de tu casa descalza ¿Recuerdas? —Ahora me dedica una mirada que no me gusta—¿O no lo recuerdas? Sí, seguramente estabas demasiado jodido de la cabeza gracias a eso que llamas paz mental titulado como: Un problema de alcohol.

De nuevo, allá vamos otra vez.

—No creas que con decir eso vas a hacer que me vaya y te deje trabajar. Estoy acostumbrado a que te defiendas con mi problema según tú de alcohol. Puedo dejar de beber cuando quiera, no soy ningún alcohólico. Pero tu amiga, ella sí que puede ser un problema de adicción. Mona me tiene completamente jodido. Yo no soy así, sabes lo que significan las mujeres para mí. No he sido un mujeriego desde que...

—Gideon.

Recordar lo que pasó hace años marcó mi vida de una manera que solo la oscuridad y el alcohol se volvieron mis cómplices. He esperado la muerte sentado en mi trono. La he esperado con ansias y nunca llega por
mí.

—Solamente quiero saber qué es esto que Ella ha causado en mí. Nunca he sido un hombre caprichoso. Sé a ciencia cierta que hay muchas diferencias entre ella y yo y una de esas me tiene cabreado.

𝗧𝗢𝗗𝗢 𝗣𝗢𝗥 𝗧𝗜 ᯽𝐓𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚𝐝𝐚᯽Donde viven las historias. Descúbrelo ahora