La otra hija de Poseidón ©

El Héroe Perdido

N/A: Bien. Como se supone que todos ya leyeron en la nota anterior, a partir de ahora cambiaré los libros de Rick. Como creo que ya les había dicho, de los primeros tres libros NO VOY A CAMBIAR TODOS los capítulos. Solo algunos, donde pueda incluír mi historia. El que menos cambiará es "El hijo de Neptuno". Para compensar los caps. que no cambie, haré otra historia, con Jennifer y otro personaje que todos conocen. Y la mayoría ama. Como yo *fangirlea*.

Los caps. que no vaya a cambiar (de los primeros tres libros) NO los voy a publicar. Así que si quieren, pueden releer algunas partes.

A partir de ahora, y hasta que yo avise, serán caps. de "El Héroe Perdido".

Empezaré del cap 2, porque soy bien floja y no me dieron ganas de hacer el 1.
Pasaré las historias de Rick a primera persona, porque no me sale escribir en tercera.

Voten y comenten. Claru

PD: Muchos creyeron que iba a cancelar la historia... como me he reído con sus comentarios XD

PD2: Ya edité algunos de los caps. anteriores.

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Cap. II

Jason

  La tormenta arreció hasta convertirse en un huracán en miniatura. Las nubes con forma de embudo serpenteaban en dirección a la plataforma como los tentáculos de una medusa monstruosa.

  Los chicos empezaron a gritar y echaron a correr hacia el edificio. El viento les arrebataba las libretas, las chaquetas, los gorros y las mochilas. Me deslicé a través del suelo resbaladizo.

  Leo perdió el equilibrio y estuvo a punto de caerse por encima la barandilla, pero lo agarré por la chaqueta y tiré de él.

  - ¡Gracias, hombre! - gritó Leo.

  - ¡Vamos, vamos, vamos! - dijo el entrenador Hedge.

  Piper y Dylan mantenían las puertas abiertas, reuniendo a los otros chicos en el interior. El forro polar de Piper se agitaba violentamente, y tenía todo el pelo revuelto en la cara. Pensé que debía de estar helándose, pero parecía tranquila y segura, diciéndoles a los demás que todo iba a ir bien, y animándolos a que no se pararan.

  Yo, Leo y el entrenador Hedge corríamos hacia ellos, pero era como correr entre arenas movedizas. Parecía que el viento luchaba contra nosotros, haciéndonos retroceder.

  Dylan y Piper metieron a otro chico, pero se les escaparon las puertas, que se cerraron de golpe y dejaron aislada la plataforma.

  Piper se puso a tirar de los pomos. En el interior, los chicos aporreaban el cristal, pero parecía que las puertas estaban bloqueadas.

  Dylan permaneció inmóvil con una sonrisa estúpida en la cara y su camiseta de los Cowboys ondeando al viento, como si de repente estuviera disfrutando la tormenta.

  - Lo siento, Piper - dijo -. Ya he terminado de ayudar

  Dylan movió rápidamente la muñeca, y Piper salió volando hacia atrás, se estampó contra las puertas y se deslizó hacia la plataforma.

  - ¡Piper!  - grité.

  Intenté avanzar, pero el viento me soplaba en contra, y el entrenador Hedge me empujó hacia atrás.

  - ¡Suélteme, entrenador! - dije.

  - Jason, Leo, quédense detrás de mí - ordenó el entrenador -. Esta pelea es mía. Debí haber imaginado que él era el monstruo.