Pov. Emily
Me gustaría decir que no conocía Lansing, Míchigan, y que era mi primera vez allí y que encontraba todo muy bonito.
Pero no era así.
Pues, yo nací en Lansing, Míchigan. Me mudé a Nueva York cuando iba a comenzar la primaria y ahí conocí a Jennifer. Luego, cuando pasé a quinto grado de la primaria, a mi padre le surgió una oportunidad de trabajo en San Francisco y nos mudamos allí, pero sólo estuvimos cuatro meses, porque mi padre perdió su empleo. Volvimos a Lansing, donde viví más de un año, hasta que un sátiro llamado Gleeson Hedge vino a buscarme, hace unos cinco meses y medio.
Te preguntarás, ¿qué sucedió con tu padre? ¿Por qué no volviste a Lansing?
Pues, el mismo día que Hedge fue a buscarme, tuve una discusión con mi padre.
Flashback
- Papá - dije entrando en el living. Kenneth Adams se encontraba mirando televisión.
Mi padre era parecido a mi en bastantes aspectos, aunque distinto en muchos otros.
Ambos teníamos ojos azules eléctricos, grandes y con pestañas largas. Mi nariz era una copia de la de él, pequeña y respingada. Mis mejillas suelen estar coloradas sin necesitar maquillaje, y sus mejillas siempre estaban algo rosadas. Y bueno, ambos teníamos algunas pecas (aunque pocas) repartidas por nuestras mejillas y nariz.
- Brooke - me dijo. Otra historia.
Afrodita siempre (o al menos la mayor parte de las veces) elige el nombre de sus hijos. Pero a mi padre el nombre Emily no terminaba de convencerlo, así que decidió que Brooke sería mi segundo nombre.
Mi nombre completo es Emily Brooke Adams, pero ni siquiera Jennifer o Sam lo sabían. No me molestaba el nombre Brooke, pero era algo privado entre mi padre y yo.
Volviendo a mi discusión con Kenneth.
- Quiero hablar contigo.
- Claro, dime - me sonrió, mientras pausaba el televisor y daba unas palmadas en el lugar a su lado en el sofá, invitándome a sentarme.
- No quiero que nos mudemos otra vez - solté.
Mi padre hizo una mueca.
- Brooke, sabes que mi trabajo es así. Ser modelo no es fácil.
- Y ser la hija de un modelo es menos fácil que ser modelo.
- Brooke...
- Brooke nada, papá. Por una vez en la vida...
- Debes tratar de entender, hija.
- Y lo hago. De verdad que trato de adaptarme a cada cambio y a cada nueva ciudad. Pero llegué al punto en el que ya no puedo. Me acostumbré Lasing. Luego a Nueva York. Después a San Francisco. Luego a Lansing otra vez. Y ahora quieres ir a Minnesota. ¿Dónde será el próximo año? ¿Wisconsin? ¿Colorado? ¿Oklahoma?
- ¡Basta! - gritó, poniéndose de pie de repente.
- ¡No! ¡Debes escucharme! ¡Necesito que me escuches una sola vez en tu vida!
- ¡No me alces la voz, Emily Brooke Adams!
Sentí mis ojos llenarse de lágrimas lentamente.
- El próximo mes nos iremos a Minnesota, te guste o no.
- Mamá tal vez lo hubiera pensado - murmuré.
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La otra hija de Poseidón ©
FanfictionSer hijo de los dioses suena divertido, pero no lo es. Es peligroso. Monstruos te persiguen día y noche. Tienes enemigos desde el momento en el que naces, aunque ni siquiera los conozcas en persona. Jenn Collins lo sabe porque lo ha vivido en carne...