Cap. 57: Amigos

285 35 53
                                    

PDV Narrador

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PDV Narrador

Adrián se detuvo y bajó rápidamente de su motocicleta.

— ¡Rose, espera!

La chica se detuvo y lo confrontó.

— ¿Qué? ¿Que más quieres, Adrián? ¡¿Ahora con qué más vas a joderme?! —exclamó.

— Tranquila, Rose.

— ¿Cómo? ¡¿Cómo te atreves a decir eso después de mandar a uno de tus hombres y amenazarme?! —espetó.

— No... No entiendo a que te refieres —negó Adrián, confundido.

Rose sacó furiosa su celular de su bolso, y le mostró a Adrián el vídeo que había recibido esa mañana.

Adrián miró sorprendido.

— ¿Qué? ¿Vas a negar que lo hiciste? —exclamó Rose, molesta.

— Escucha, Rose. Yo nunca le ordené a Robert que hiciera eso. Nunca lastimaría a tu familia, mucho menos ahora que te estoy cortejando —aseguró—. Me gustas, Rose, y lo último que haría sería lastimarte.

— Oh, bueno, pues al parecer no sabes controlar a tu gente —bramó—. ¿Y sabes qué? No me interesa, por tu culpa me metí en este lío y ahora Dimitri no me quiere cerca —Rose exhaló—. No conseguí el libro negro y en cambio perdí a Dimitri, así que supongo que tú magnífico plan se fue al caño.

— No me importa. No me importa mientras tú estés bien —se acercó Adrián.

Rose negó molesta, y se dispuso a seguir caminando, pero Adrián la detuvo del brazo.

— ¿Qué quieres? ¡Suéltame!

— ¿Volverás caminando a la ciudad? ¿En serio? Porque son más de 100 kilómetros hasta tu casa y ya está por oscurecer —preguntó Adrián.

Rose refunfuño cuando supo que Adrián tenía razón, y se cruzó de brazos mientras se dirigió a la motocicleta de Adrián.

— ¿Que hacemos aquí, Adrián?

Rose se acercó a la valla del puente y observó el río que pasaba por debajo. Había coches pasando por detrás de ellos.

— Tienes los ojos inflamados. No creo que quieras que te vean así —habló Adrián, mientras mojaba un paño con agua.

— ¿Y a ti que te importa eso? —balbuceó Rose. Adrián se acercó y le extendió el paño—. Estoy bien, gracias.

Adrián meneó levemente la cabeza, y sujetó a Rose de la cintura y la apegó a su pecho, dejando su otra mano libre para poder limpiar el rostro de Rose.

— ¡Muy bien, muy bien! Yo lo hago —negó Rose, deteniendo a Adrián y arrebatándole el paño, para apartarse de él rápidamente y limpiarse el rostro.

Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora