Rosemarie -o como prefieren que le llamen-, Rose, tiene el corazón roto después de que su ex-novio le pide matrimonio a otra mujer. Su amiga, Lissa, se lleva a Rose a un viaje a Portland. Mientras estaba allí, a Rose la secuestran a punta de pistola...
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PDV Narrador
— ¿Por qué lo haces? El Dimitri de antes no era así. ¿Qué mierda quieres de...?
Pero fue callada por los labios de Dimitri sobre los suyos.
Dimitri se separó lentamente, y observó el rostro estupefacto de Rose. Acarició suavemente la barbilla de Rose.
— Yo te besé primero. Quiero que recuerdes ese beso hasta la muerte —habló.
Dimitri se separó lentamente, y observó el rostro estupefacto de Rose. Acarició suavemente la barbilla de Rose. y aunque deseaba con todas sus fuerzas hacer algo más, se separó de ella y se puso de pie, justo al tiempo en que Natalie entraba a la habitación.
— Dimitri —sonrió.
Rose agitó la cabeza levemente, y se puso de pie, mientras arreglaba su vestido y ponía una cara que intentaba decir que no había ocurrido nada, aunque sus ojos no mentían. Delataban que algo había ocurrido.
— Gracias por sus servicios, señorita Hathaway, pero me gustaría estar a solas con la doctora Dashkov —habló Dimitri, fríamente.
El tono de voz fue como un cubetazo de agua fría sobre ella, se tragó el nudo que tenía en su garganta y tomó rápidamente su libreta.
— Permiso —levantó la cabeza y pasó junto a ellos.
— Se ve encantadora, señorita Dashkov —alagó Dimitri, ignorando a Rose.
Una vez a fuera, Rose se tragó su orgullo destruido y caminó hasta el salón donde el evento se daría. El lugar tenía decoración por todos lados, y algunas mesas con aperitivos distribuidos por todo el lugar.
Con suerte, logró ocultar lo suficientemente bien sus sentimientos cuando Lissa se acercó y le pidió que subiera al escenario, como se tenía previsto, para presentarse como escritora de la revista.
No pudo olvidar a Dimitri mucho menos cuando se subió al escenario y leyó una parte de su historia. Se sentía usada. Como si fuera una zorra para Dimitri, y lo que más le dolió, es que por un momento pensó que eso era. Las palabras de Dimitri la habían golpeado en todo el orgullo, y se odiaba por no odiarlo. Se odiaba por seguir sintiendo cosas por él aún cuando hace unos segundos la humilló.
Cuando estaba por terminar, Dimitri junto a Natalie entraron al salón, y fue una fracción de segundo lo que se vieron a los ojos, lo que le bastó a Rose que, una vez terminará, bajara del escenario con la vista borrosa.
— Esa fue la nueva escritora columnista de la revista Dragmas, Rose Hathaway. Un aplauso, por favor —habló Lissa a través del micrófono.
Dimitri ni siquiera apartó su vista de Rose, con un gran conflicto sentimental dentro de él. En esos momentos, se arrepentía mucho de sus acciones.
