Rosemarie -o como prefieren que le llamen-, Rose, tiene el corazón roto después de que su ex-novio le pide matrimonio a otra mujer. Su amiga, Lissa, se lleva a Rose a un viaje a Portland. Mientras estaba allí, a Rose la secuestran a punta de pistola...
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PDV Rose
— ¿Aun no terminas de empacar? —preguntó Lissa, mientras se acercaba a su escritorio con una caja vacía.
Negué con la cabeza, mientras metía una caja de lapiceras en la caja de cartón grande que se encontraba sobre mi silla, a medio llenar.
Sí, empacaba para irme de aquí, al igual que todos. Después del evento y como terminó todo, todos llegamos a la conclusión de que Dragmas quebraría y nos iríamos. Quizás nos adelantemos a las cosas, pero dudo que un tiroteo a uno de los representantes de la revista en medio de un evento de la misma hable bien sobre Dragmas. Y más vale desalojar todo antes y ahorrarnos el tiempo perdido.
Inclusive la mayoría aquí está buscando otro lugar de trabajo. Lissa y yo no tenemos prisa. Lissa se está quedando con Christian en lo que mis padres están en casa, y yo tengo a mis padres en casa. Por consecuente, no tengo muchas responsabilidades como la mayoría aquí, siendo que la mayoría paga una renta y servicios, como Sidney. Ella es la más afectada de esto. Sin trabajo, no podrá costear su estadía aquí por mucho tiempo, y sin dinero, tendrá que volver con sus padres y trabajar con ellos, además de seguir sus reglas y soportar su forma de criticar cada cosa que ella haga.
— ¡Detengan todo!
Mia entró a la oficina, seguida por Camille. Rodé los ojos y me acerqué a Lissa, mientras me colocaba la mano en la cintura, esperando a que Mia dijera lo que sea que iba a decir.
— Olvídense de empacar todo, ¡porque tenemos mucho trabajo que hacer! —gritó.
Todos la observamos como si tuviera dos grandes cuernos saliendo de su cabeza. Quizás no tardaban en salir.
— ¿Si sabes que mentir con esto te llevara al infierno, Mia? —Bufé—. Cuidado, estoy viendo dos protuberancias crecer en tu frente.
Varios en la habitación rieron.
— No miento, Rose —exclamó, mientras se llevó ambas manos a la frente y las bajó rápidamente, una vez comprobó que lo que dije obviamente no era cierto. Me reí—. ¡Las ventas de la revista están subiendo por las nubes! ¡Acaban de llamar de distintas compañías que quieren crear un contrato con Dragmas de un año!
Cuando notaron la verdad en sus palabras, todos celebraron. Inclusive Lissa y Sidney, quienes soltaron un gritó y ambas me abrazaron. Yo sonreí y palmee levemente la espalda de ambas.
La noticia me alegraba al igual que todos. Significa no pasar todos los días en casa soportando a mis padres.
— Supongo que ya lo saben —habló Stan, entrando en la oficina mientras se sostiene la espalda. Entrecerré los ojos.
— Siempre creí que era un vampiro. Nunca lo había visto lucir más viejo que ahora —hablé bajo, pero aun así Stan me escucho y me fulminó con la mirada—. ¡Vaya! Aunque su audición es mejor que la mía. Bien por usted.
