Rosemarie -o como prefieren que le llamen-, Rose, tiene el corazón roto después de que su ex-novio le pide matrimonio a otra mujer. Su amiga, Lissa, se lleva a Rose a un viaje a Portland. Mientras estaba allí, a Rose la secuestran a punta de pistola...
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PDV Narrador
"Tiempo atrás..."
— Jefe, aquí está el libro negro.
Nathan recibió el libro negro.
— Gracias, Robert. Eres un gran hombre —sonrió.
— Todo se lo debo a usted. Me acogió cuando era joven y me enseñó todo lo que sé —habló Robert—. Disculpe, pero, ¿puedo preguntar por qué están importante el libro negro?
Nathan se puso de pie y tomó el libro entre sus manos.
— Este libro tiene toda la información sobre la gente que ha tenido alguna relación con la banda Moroi. Eso incluye a gente poderosa tanto en el mundo legal como el ilegal. También, en manos de cualquiera podría llevarnos a la ruina.
— ¿Y por qué no lo destruye? —consideró.
Nathan caminó hasta una puerta que se encontraba a su izquierda, dónde tenía archiveros y una caja fuerte.
— Porque aún es útil. Y mientras algo me sea útil, me gustaría mantenerlo junto a mí —aseguró, mientras ingresaba la clave y abría la caja fuerte, para después dejar el libro dentro y cerrarla.
Robert apartó la vista del espejo que le ofrecía una visión clara de la caja fuerte, y observó al frente.
— Le prometo que haré todo lo posible para que la banda Moroi siga su rumbo, como hasta ahora —juró Robert.
Nathan se acercó a Robert y colocó su mano sobre su hombro.
— Eres un subordinado leal, Robert.
[***]
— ¿A qué viene está reunión? —Danielle fue la primera en hablar, mientras sostenía una gran copa de vino entre sus manos y se revisaba las uñas.
— Hace unos días hubo una reunión —comenzó Nathan—. Y, bueno, como sabes, desde que Dimitri está al mando, las cosas han comenzado a cambiar.
— ¿Y a mí que me importa lo que un jovencito haga? —espetó Danielle.
Robert la observó de reojo, antes de volver su vista a Nathan, nuevamente.
— Bueno. Ese jovencito, como lo llamas, está planeando que todas las bandas dejen los negocios ilegales —repuso Nathan.
Danielle bufó.
— ¿Cómo?
— Cree que hay formas más legales de ganarse la vida —dijo Nathan—. Y como bien sabes, la banda Dhampir tiene la palabra. Con su fuerza, estamos atados de manos.
— ¿Está considerando hacerlo? —preguntó Robert, hablando por primera vez.
