Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire Academy

Cap. 83: La fina línea entre la Venganza y la Justicia

PDV Narrador

— Señora Belikova.

Olena se dio la vuelta y observó a Robert acercarse a ella.

— Escuche que visitó a Danielle Ivashkov recientemente —habló—. Lo siento por no haber estado ahí y recibirla como se merece.

La mujer sonrió levemente.

— No tienes que preocuparte. Me sorprende lo mucho que cuidas de la familia Ivashkov —repuso Olena, con un toque de ironía en su voz, disfrazada correctamente de agrado fingido.

— Claro... Me gustaría decirle que es mejor que se mantenga lejos de los Ivashkov. La señora Danielle es inestable y el joven amo repudia a la banda Dhampir y en cualquier momento podría tomar represalias en su contra.

— ¿Y eso lo incluye a usted? —cuestionó Danielle, arqueando sus cejas.

Robert se encogió de hombros con una sonrisa.

— Yo solo sé lo que es. Y creo que debería de comenzar a preocuparse por usted.

— Danielle y Adrián son de mi familia, y yo no le doy la espalda a mi familia. Mi preocupación por ellos es mayor que el miedo —contraatacó Olena, dando un paso hacia delante—. Y si alguien alguna vez piensa si quiera en hacerles daño, no dejaré que se vayan fácilmente.

Robert mantuvo su sonrisa, observando desafiante a Olena unos segundos más antes de darse la vuelta y salir de ahí. Olena lo observó irse, un poco inquieta ahora. Sabiendo que Adrián aun confiaba en ese hombre, esperó pacientemente hasta la llegada de Dimitri esa noche, y ambos se reunieron en el jardín.

— ¿Qué ocurre, madre?

— Dimitri —Olena se puso de pie y se acercó a su hijo—. Estoy preocupada por Adrián y Danielle.

Dimitri frunció el ceño.

— ¿Qué pasó?

Olena le dio un leve resumen de todo lo que había pasado esa tarde, y Dimitri terminó por prometerle que iba a hacer algo para protegerlos.

[***]

— El doctor O'Brien desapareció.

Adrián frunció el ceño. Hace unos días, había conseguido que un doctor de la zona fuera a revisar a su madre, ya que no veía progreso alguno en su estado. Habían quedado en que él llevaría a su madre a otra consulta con el hombre ese mismo día, pero la policía llegó a su casa horas antes de la consulta para informarle la desaparición del nuevo doctor de su madre.

— La familia reportó la desaparición hace dos día, y según lo que sabemos, la última vez que fue visto fue aquí en su casa para una consulta —continuó el oficial.

— Así es —asintió Adrián—. Él iba a comenzar a llevar el caso de mi madre. Si gustan, puedo darles acceso a las cámaras de ese día para que comprueben lo que quieran.

El oficial sonrió.

— Gracias por su cooperación, y con su permiso, nos retiramos.

Adrián asintió, despidiéndolo, y dándole la orden a uno de sus hombres que acompañe al oficial a revisar las cintas antes de irse.

Después de eso, fue a la habitación donde su madre se encontraba. Se sentó junto a ella, tomando uno de los cepillos de plata de la mujer, y comenzando a peinar su cabello, pensativo, mientras que la mujer, ajena al estado pensativo y conflictuado de su hija, jugaba con uno de los mechones de su pelo.

Danielle levantó la vista, observando a su hijo, y acariciándole la mejilla levemente, siendo consciente repentinamente del estado de su hijo.

— Estoy bien, madre —sonrió Adrián—. Solo que... Tengo la repentina sensación de que alguien no quiere que tú te recuperes.