Rosemarie -o como prefieren que le llamen-, Rose, tiene el corazón roto después de que su ex-novio le pide matrimonio a otra mujer. Su amiga, Lissa, se lleva a Rose a un viaje a Portland. Mientras estaba allí, a Rose la secuestran a punta de pistola...
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PDV Narrador
— ¿Por qué me dices esto?
Keith se encogió de hombros.
— Bueno, hemos llevado una investigación exhaustiva, y hemos descubierto cosas bastante importantes —Rose frunció los labios, evitando lanzar un comentario poco amigable y continuó escuchando—. Descubrimos que dos bandas se han trasladado recientemente a Montana; Damphir y Moroi. Sabemos que ambas son enemigas, y al parecer una de ellas se asoció con un enemigo de la otra, terminando en una pelea a punto de pistola.
Rose ya había escuchado esos nombres. Sabía que hablaba de los grupos de Dimitri y Adrian. Y conociendo a Dimitri, Rose rápidamente supo que él había sido la persona que se asoció con algún enemigo de Adrian.
Para cuándo Keith dijo que se iba a hablar con Christian de asuntos oficiales, Rose esperó a que desapareciera para volverse a Dimitri.
— Tú fuiste quien lo hizo —aseguró Rose—. ¿Por qué?
Dimitri se acomodó su traje.
— Thalid es una inversión potente, hablando en el mundo de negocios. Creí que era oportuno tratar negocios con él —explicó Dimitri.
— ¿Aun cuando eso signifique mantener de enemigo a Adrian? —desafió Rose.
— Eso no importa. No, cuando se trata de una inversión laboral como está —refutó Dimitri.
— ¿Cómo puedes decir algo así?
— Entre Adrian y yo, ya es muy tarde para solucionar diferencias —habló Dimitri.
Fue ahí cuando Rose lo comprendió. Ambos hombres, Adrian y Dimitri, eran lo suficiente tercos y orgullosos como para resolver sus diferencias. Rose comprendía el hecho de ser orgulloso y terco, ella misma se consideraba orgullosa y terca, pero Rose sabe cuándo dejar de lado esto, y es cuando afecta de forma negativa a quienes ella quiere. Ellos no. Su rivalidad va más allá de una simple pelea. Ellos quieren hacerse daño uno al otro, aun cuando terceros terminen sufriendo por sus problemas.
Rose comprendió el verdadero problema de lo que Adrian le había pedido hacer. Cuando Rose robará el libro, no solo perdería la confianza de Dimitri, sino que también se convertiría en su enemiga, metiéndose en medio de una pelea que lleva tiempo desarrollándose.
Rose, con todo esto en su cabeza, se dio media vuelta, dispuesta a marcharse.
— ¡Espera! —la detuvo Dimitri.
Rose se dio la vuelta, observando a Dimitri.
— ¿Qué era lo que ibas a pedirme? Antes de ser interrumpidos —preguntó.
Rose le dedicó una sonrisa torcida.
— Nada que importe —Rose se encogió de hombros—. Ahora sé que tienes razón. Ya es muy tarde para ti y Adrian.
