Cap. 50: Modelo

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PDV Rose

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PDV Rose

— ¿Que hacemos aquí? —pregunté apenas el auto se detuvo.

Nos encontrábamos en un parque un poco lejos de la ciudad. Era una especie de reserva protegida que abarcaba gran parte del bosque y montañas de Montana. Recuerdo venir a este lugar cuando era joven.

Dimitri bajó del coche y dio la vuelta, abriendo mi puerta e instandome a salir del auto. No respondió mi pregunta, en cambio, tomó mi mano y me llevó hasta una fuente que se encontraba cerca, y donde un puente pequeño pasaba por encima de un riachuelo.

— Dimitri, ¿que ocurre?

Dimitri se detuvo sobre el puente y soltó mi mano.

— ¿Que es lo que te dijo Adrián? —preguntó directamente.

Fruncí el ceño.

— ¿Él te dijo algo? —pregunté, queriendo ocultar mi preocupación.

Sí Adrián le dijo algo a Dimitri acerca de, bueno, nuestro pequeño trabajo sucio al que, cabe aclarar, soy obligada a realizar, lo juro por todo que lo mataré.

— Le gustas, Rose.

Ah. No esperaba eso realmente. Aunque tampoco me resulta algo tranquilizante saber que Adrián se siente... Atraído de cierta forma por mí.

— Debe de bromear —mencioné.

— Adrián nunca bromea sobre el amor —afirmó Dimitri—. Él nunca dijo sobre sus sentimientos hacía Aleksandra, pero está vez... Él admitió sus sentimientos.

Hice una leve mueca. No me gusta hablar de esto con él. No lo sé, es extraño. Es como si un par de novios hablaran sobre sus viejos amores. ¡Y antes que todo! Es una referencia, tampoco es como si Dimitri y yo... Bueno, nada.

— Bueno, sus sentimientos jamás serán correspondidos —aseguré.

Dimitri sonrió levemente.

— Así que... ¿Solo vinimos hasta acá para hablar de Adrián? —pregunté, cambiando de tema.

— No. Te tengo un regalo —admitió.

Me emocioné. Abrí los ojos y vi como Dimitri sacaba una pequeña bolsa aterciopelada de su bolsillo. Me encanta los regalos, ¿a quien no le gusta? Es recibir algo gratis, y Rose nunca se niega a algo gratis.

Abrió la bolsa frente a mí, y del interior sacó un collar. Era hermoso. Era un collar de plata, con una flor que, en su centro, tenía una diminuta piedra rosada.

Se acercó, y yo instintivamente me di la vuelta y aparté mi cabello, dejándole a la vista mi cuello.

— Este collar te protejerá cuando yo no esté cerca, así que nunca te lo quites. Siempre tráelo contigo —pidió.

Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora