Cap. 56: Traición

322 34 56
                                    

PDV Narrador

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

PDV Narrador

— El libro negro —susurró Rose.

Todo este tiempo, el libro negro estuvo ahí, al alcance de sus manos. Dimitri volvió a guardar el libro y a dejarlo dónde estaba. Rose ahogó una exclamación, y bajó nuevamente la colina, unos minutos antes de que Dimitri llegará hasta el coche.

Cuando llegaron a casa, Dimitri se disculpó y dijo que tenía unos asuntos que resolver en la ciudad.

— No te preocupes, camarada —sonrió Rose.

— Volveré en una hora, y podemos pasar la tarde juntos —recompensó Dimitri.

Rose asintió. Se sentía mal, su estómago dolía, y sabía que eran por los nervios y la culpabilidad que se arrinconaban ahí. Por suerte, uno de los hombres de Dimitri se iba con él, dejando a Rose solamente con un hombre, el cual estaría simplemente por ahí. Después de todo, no había peligro ahí, de esa casa pocas personas sabían de su existencia.

Dimitri sonrió y cerro la puerta del coche.

Rose se quedó parada en el mismo lugar, hasta que el coche de Dimitri se alejó.

Sacó su teléfono y llamó a Lissa. Necesitaba hablar con alguien. Rápidamente le contó a Lissa su situación.

— yo no tenía idea de nada, Rose, lo siento —mencionó Lissa, al escuchar acerca del video—. Y realmente no se que podría decirte, si lo haces, ten en cuenta que apoyaré tu decisión. Te diría que le contarás a Dimitri, pero ni siquiera puedo comprender lo que es estar en tu situación. No puedo decir que estoy de acuerdo, pero sé que haces lo correcto por todos.

Rose se mordió el labio.

— Gracias, Liss.

Terminó la llamada.

Lissa se volvió a la puerta al escuchar que era tocada. Janine había salido hace rato, y se le hizo raro que alguien llamara a la puerta.

Se sorprendió al ver a Eddie al otro lado de la puerta, quien pasó junto a Lissa y tomó asiento.

— ¿Que haces aquí? —cuestionó.

— Fui enviado a cuidar de ti —respondió, con la vista hacía enfrente.

Lissa frunció el ceño.

Rose se tragó todo aquello que sentía, y se dispuso a volver a la colina, pero un hombre la detuvo.

— Señorita, ¿a dónde va? —preguntó.

Rose intentó sonreír.

— Iré a dar una vuelta. Vuelvo pronto —aseguró.

El hombre asintió levemente, desconfiando.

Rose se dio la vuelta y comenzó su camino. La colina quedaba a 15 minutos caminando, y suponiendo que Dimitri tardaría al menos una hora, tendría el tiempo suficiente para ir y volver.

Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora