Cap. 18 Acosada

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PDV Rose

Caminaba al trabajo. Era realmente tarde, así que llevaba media hora de retraso, por suerte Lissa se adelantó y me cubrió en lo que me preparaba. Caminaba lo más rápido posible hacía la empresa, me faltaban unas cuantas cuadras, pero el presentimiento de ser observada me hizo detenerme y darme la vuelta.

Podría jurar que vi a alguien esconderse entre los coches. Tenía la intención de acercarme, pero mi teléfono sonó. Lo saque sin apartar la vista de los coches, esperando encontrar lo que buscaba.

— ¿Hola?

— Rose, ¿dónde estás? —la voz de Lissa al otro lado del teléfono se escuchaba alterada.

— Estoy a unas cuadras, ¿qué paso?

— La bodega se incendio

— ¡¿Qué?! —exclame.

— Tienes que venir, rápido.

— Llego en 15 —dije antes de colgar.

Corrí a como los tacones me lo permitieron, en estos momentos, me estoy recriminando por la mala selección de zapatos, pero creo que es entendible considerando que se suponía que iba vestida al trabajo, no a correr un maratón.

Cuando llegue a la empresa, todos los de mi piso no se encontraban, así que supuse que estarían en la bodega. Esta se encontraba en el sótano del lugar, al llegar ahí, el barullo de la gente que hablaban y la cantidad de personas aquí.

— Lissa —llame al verla junto a Sidney hablando.

— Rose, que bueno que llegas —suspiro.

— ¿Que...? ¿Cómo ocurrió esto? —pregunte.

— Aun no lo sabemos muy bien, los bomberos aun no llegan —dijo Sidney.

Examine el lugar. Las cajas llenas de documentos estaban quemadas, de un color negro carbón, al igual que la pared del fondo, también había un gran circulo de personas al otro extremo del lugar, de donde provenía casi todo el ruido de habladurías.

— Dicen que fue en aquella esquina en donde comenzó todo —señalo Lissa hacía donde todas las personas se amontonaban.

— ¿Qué hay de tus padres? —pregunte.

— Ellos ya lo saben, pero se encuentran fuera de la ciudad, fueron a resolver algunas cosas de Jill en la academia St. Vladimir —aclaro Lissa—, llegaran más tarde —añadió.

Los bomberos llegaron, haciendo que todos los curiosos se disipen del lugar mayormente afectado y comenzaron a hacer su trabajo. A nosotras se acercó Stan, o bueno, a Lissa y Sidney.

— Señorita Dragomir, ¿los señores Dragomir ya saben sobre esto? —pregunto nada más llegar.

— Sí, pero por asuntos personales no llegaran hasta más tarde —aclaro Lissa.

— Bueno, pero ya no sé qué vamos a hacer —dijo con cansancio.

— ¿A qué se refiere? —pregunto Sidney con el ceño fruncido.

— En las cajas estaban las ediciones de los próximos dos meses, y todo eso resulto afectado —dijo.

— ¡¿Qué?! —preguntamos las tres al unísono.

— Perdimos trabajos de semanas, todo lo que se encontraba en esas cajas eran las revistas ya listas para las próximas semanas, y ya no tenemos nada —aclaro.

— Pero... Se debió de haber salvado algo, ¿no? Aun podemos conseguir de nuevo la información, ¿qué no? —pregunte.

— Necesitamos de semanas para conseguir todo nuevamente, y no contamos con eso —el negó con la cabeza—. Este es el fin de la revista —exclamo con horror.

Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora