Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire Academy

Cap. 79: Ganándose su aceptación (pt. 2)

PDV Narrador

- Buenos días -saludó Dimitri.

Janine dejó lo que estaba haciendo y observó a Dimitri.

- Hola, Belikov -sonrió.

Era fin de semana, y tanto ella como Abe habían planeado preparar una gran comida en el jardín desde hace días, así que se habían levantado temprano y estaban preparando todo.

- Vaya, así que aun sigues aquí -espetó Abe, volcando la vista al cielo.

- Ibrahim -regañó Janine.

Dimitri se abstuvo de sonreír. Le parecía algo admirable la forma en que Abe lo rechazaba, porque eso demostraba lo importante que era Rose para él.

- Supongo que aún no es hora de asesinar gente, ¿no? -se mofó Abe.

Janine lo miró con reproche.

- ¿Hay algo en que pueda ayudar? -preguntó Dimitri.

Abe entrecerró los ojos.

- Claro que sí. Si crees ser capaz de hacer algo tan sencillo y de gente común como preparar la comida, puedes ayudar -Abe se acercó al refrigerador y sacó un tazón de camarones, y después los colocó sobre la mesa-. Veamos si así como eres de bueno para matar y golpear a la gente, lo serás para limpiar estos.

Dimitri esbozó una pequeña sonrisa y asintió. Se remangó la camisa y tomó asiento. Para sorpresa y desagrado de Abe, descubrió que Dimitri era bastante bueno limpiando camarones.

- Es bueno -sonrió Janine.

Abe se cruzó de brazos.

- Claro. Estoy seguro que carga un cuchillo a todos lados para cortar gente. Es claro que con el tiempo será hábil -excusó Abe.

Aún así, decidió ponerle una tarea más difícil en el momento en que Dimitri terminó impecablemente su labor. Abe tomó una hoja y escribió lo primero que se le ocurrió: huevos y espinacas.

- Muy bien. Ahora, tendrás que ir al mercado -sonrió Abe con malicia-. En bicicleta.

Abe, además, tomó una bolsa reusable de color rosa y se la dio a Dimitri.

- La bicicleta está en el pasillo del patio -añadió.

Dimitri no se quejó, y siguió la indicación de Abe, una vez que le dijeron dónde quedaba el mercado más cercano.

- Deja de torturarlo -habló Janine, una vez qué ambos estaban solos.

- Él va detrás de mi hija. No voy a permitir que alguien como él gane -se cruzó de brazos, enfurruñado.

- ¿Y tú quieres que te recuerde tu pasado? -contraatacó Janine-. Prometimos no hablar de esto cuando apareciste en mi puerta dispuesto a todo, principalmente por la seguridad de Rose, pero no me hagas recordarte que tú tampoco eres un pan de Dios y que te conocí cuando tú hacías cosas peores de las que acusas al hombre.

Janine dejó la taza de café entre sus manos sobre la mesa y se alejó, molesta.

Abe hizo una mueca. Había pasado años intentando dejar ese mundo atrás. Lo había hecho, pero aún mantenía sus conocimientos y los recuerdos de lo que había hecho. Cuando Janine lo perdonó, ambos se prometieron no sacar el tema y intentar nuevamente estar juntos. Sabía que estaba siendo injusto con Dimitri, pero él se convencía de que tenía que serlo. Abe conocía lo bajo que se podía llegar y los límites que se podían cruzar.

Rose apreció un rato después, preguntando por Dimitri.

- ¿Lo mandaste al mercado? -exclamó Rose, con reproche.