Cap. 49: Rusia

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PDV Narrador

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PDV Narrador

— Un café bastante delicioso, hay que decir.

— Por favor, evita formalidades y cuéntame, ¿qué te trae por acá? —acotó Dimitri.

Keith bebió otro sorbo de café.

— Mmm, supongo que usted sabe que esta noche, Rose, Lissa y Sidney fueron atacadas, ¿verdad? —comenzó Keith.

— Yo me encontraba con Rose cuando ella fue atacada —afirmó Dimitri.

— Me resulta bastante curioso. Las tres, mejores amigas, fueron atacadas la misma noche, y al mismo momento —mencionó.

Dimitri se mantuvo serio.

— Sí. Resulta improbable —concedió.

— ¿A caso la madre de Rose sabe que usted pertenece a la mafia? O bueno, ¿a caso sabe que fue su culpa que todo esto ocurriera? —expuso.

— ¿En qué hechos te basas para decirlo? —espetó Eddie, molesto.

— Calma, Eddie —ordenó Dimitri—. Hay cosas qué el oficial no entiende.

— Pues el oficial debería de saber que lo único que usted hace es proteger a Rose —repuso Eddie.

Keith sonrió y negó con la cabeza.

— ¿Protegerla? Si eso es lo que deseas, deberías salir de su vida —refirió.

Dimitri rápidamente negó. Lo había intentado. Después de Portland, se mantuvo lejos de Rose, pero esos días que pasó lejos de ella, no paraba de pensar en ella y  lo que ambos habían pasado. La extrañaba. Y ahora, le era imposible pensar en alejarse de ella.

— Lo siento. Pero jamás me alejaría de ella —aseguró Dimitri.

— Entonces no la quieres proteger tanto como tú dices —atacó Keith.

— Créeme. La protejeré con mi vida. No permitiré que ninguno de sus seres queridos termine herido —juró Dimitri—. Y, personalmente, me encargaré de la persona que quiere dañar a mi mujer.

— ¿Cuando fue que pasamos a llamar a Rose cómo su mujer? —preguntó Eddie.

Keith se había marchado, y ambos se encontraban caminando hasta el despacho de Dimitri. Fue el único momento que encontró Eddie para realizar la pregunta.

Dimitri se detuvo un poco, pensando en responder. Pero, realmente, no había contestación lo suficientemente buena para dar. Podría decir lo que sintió en el momento de decirlo, pero tampoco quería parecer precipitado y... No quería marcar un territorio que no le pertenece. Después de pensarlo, decidió abstenerse de responder y continuar su caminata.

— Si no me equivoco, lo que vi haya fueron celos, ¿no? —comentó Eddie, con un poco más de confianza—. Lo entiendo, Belikov. Hace años que no te había visto así, y entiendo que quieras marcar territorio. Es momento para que tú te permitas algunas cosas.

Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora