Erasé una vez... En mi Corazón~ Vampire Academy

Cap. 77: Rivalidades en el amor

PDV Narrador

— No debiste de venir.

Natalie sonrió.

— Me encuentro bien ahora, papá, no tienes de qué preocuparte —afirmó, dejando sus cubiertos de lado.

— Aun así, es mejor que hoy no te quedes en el hospital y vayas a casa —aseveró Víctor.

— De hecho, hoy tengo algo que hacer —Natalie se llevó un bocado de su ensalada a la boca, mientras sonreía.

— ¿Mm? ¿Qué cosa? —preguntó Víctor, con repentina curiosidad.

— Mikhail Tanner, mentor de Dimitri, me llamó esta mañana y me pidió que visitara a Dimitri —la felicidad en su voz era palpable.

Victor inmediatamente hizo una mueca. Todo mundo había visto la noticia acerca de Dimitri y su relación con lo ilegal, incluyéndolo a él y su hija.

— Querida, ¿después de las noticias, quieres asociarte con él? —reprochó.

— Confío en mi instinto, padre. Sé que Dimitri no lo hizo —aseguró Natalie.

— ¿Es ese mismo instinto el que te digo que Mason Ashford era buen partido, hace tiempo? —espetó Victor, recordando que hace tiempo había confiado en que su hija se iba a casar con Mason, como ella había prometido.

— Mason sigue siendo buen partido —afirmó Natalie, con una sonrisa—. Solo que encontré a alguien mejor.

Victor la observó seriamente, pero no continuó con la discusión. Su hija se había vuelto obstinada y caprichosa respecto a lo que quería, y él era en gran parte culpable. Natalie terminó el almuerzo con su padre y salió a casa de Dimitri, con algunos obsequios. Sabía que él y su madre iban a estar ahí, pero no sabía que alguien se le había adelantado.

— ¡Rose!

Natalie definitivamente no esperaba ver a Rose ahí, abrazada y sonriente, junto a Dimitri. Esa no debería de ser Rose, sino ella. Rose, apenas la vio, todos su buen ánimo se esfumó, y lo único que quedó era un desagrado y molestia. Olena, se asomó levemente y observó desde la lejanía, preguntándose quien era la recién llegada. Si juzgaba simplemente por la expresión de Rose, era claro no que alguien que le agradaba.

Rose, a pesar de todo, sonrió de medio lado, y se fue de ahí, con la frente en alto. Era claro que no le gustaba dejar de esa forma a Dimitri, pero tampoco quería ocasionar un alboroto en ese lugar y en ese momento. Además, ella confiaba en sí misma, y sabía que después de ese momento, Dimitri no le daría a Natalie lo que buscaba. Confiando en eso, Rose salió del lugar, pero tan solo cruzó la puerta principal, alguien la detuvo.

— Rose.

Rose cerró los ojos y contó hasta diez antes de darse la vuelta y enfrentar a Natalie, quien sonrió con sorna.

— No deberías de estar aquí —comenzó, dando un paso—. A Mikhail Tanner no le agradas, y estoy segura que no le gustaría verte por aquí.

— Bueno, él no está aquí, ¿o sí? —Sonrió, cruzándose de brazos—. Vamos, Natalie, ¿realmente te gusta Dimitri?

— Dimitri y yo somos más compatibles —respondió Natalie.

— Amar y compatibilidad son cosas completamente diferentes —Olena salió de la casa, y se quedó en el umbral de su puerta, observando a ambas chicas discutir.

Natalie levantó una ceja.

— ¿A caso hay algo más? —preguntó, con desdén.

Rose sonrió.